jueves, 28 de agosto de 2008

Cuba, en la victoria de América Latina


Froilán González

Casi todos los medios informativos internacionales, anticubanos o no, destacaron como pobre el papel de Cuba en los Juegos Olímpicos recién finalizados en Beijing. Algunos de los titulares lo clasificaron como de catástrofe. El Diario Monitor de México. entre otras cosas dice:

"Cuba despertó de un plácido ensueño de más de 30 años como líder latinoamericana y caribeña de los Juegos Olímpicos, al caer hasta el lugar 28 en la recién concluida cita de Beijing, detrás de Jamaica y de Brasil..."

Es necesario ser justos, por ello me detengo en un aspecto del análisis, que casi nunca, y esta vez menos, las agencias de noticias tomaron en cuenta:

Cuba obtuvo 24 medallas, pero el conjunto de todos los países de América Latina y El Caribe, incluyendo a los superpoblados México, con casi 100 millones de habitantes y Brasil con 180, obtuvieron 42, es decir la Isla de Cuba con un poco más de 11 millones, obtuvo más de la mitad de todas las medallas de América Latina y el Caribe.

Pocos se han detenido a reconocer el esfuerzo de otros países, en muchos casos, con asesoría cubana, que se han sumado a la competencia, y la victoria en el deporte.

Todos los países de América del Sur obtuvieron 24 medallas, la misma cantidad que Cuba: Brasil 15, Argentina 6, Chile 1, Ecuador 1 y Venezuela 1. Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú y Colombia y las Guyanas, ninguna. La prensa no se ocupó de ellos. Nada dijo de la ausencia de medallas para Colombia con 42 millones de habitantes.

Los países del Caribe, a donde también pertenece Cuba, obtuvieron 17 medallas Jamaica 11, Repùblica Dominicana, Trinidad-Tobago y Bahama 2 cada una. De modo que el conjunto de países alcanzó 7 medallas menos que Cuba.

México y los siete países centroamericanos obtuvieron 5 medallas: Panamá 1 y México 4. Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Honduras, Costa Rica y Belice ninguna. Al parecer para los comentaristas no hay problemas en el deporte en esos países. Incluso Canadá con 30 millones de habitantes alcanzó 18 medallas, 6 menos que Cuba.

¿Dónde están los pobres resultados?

Para muchos en el deporte como en todas las esferas de la vida, a Cuba no la miden con su entorno geográfico, sino contra Estados Unidos o los países europeos. En estos casos, también habría que analizar que Cuba obtuvo más medallas que Dinamarca, Turquía, Grecia, Finlandia, Portugal, Suiza, Austria, Bélgica, Suecia, la lista es larga.

En otros casos, la comparación es con ella misma, tomando los resultados en otras olimpiadas.

Esas evaluaciones obligará a los directivos del Instituto Nacional de Deportes y Recreación Física de Cuba a meditar, analizar y resolver los problemas, indisciplinas, tácticas, estrategias y dificultades que confrontan, como si fuera un país del primer mundo. Hay que vencer el bloqueo, las agresiones, la compra o robo de atletas, la corrupción de jueces y arbitros y las campañas calumniosas.

Esperamos que los dirigentes de ese Instituto, sus especialistas, entrenadores y deportistas hagan un analisis profundo de los errores, fallas, indisciplinas y diversos problemas, que son los que nos interesan, dejemos el mundo correr. Sólo un análisis autocrítico serio nos hará más fuertes. El esfuerzo, dedicación y recursos que tienen a su disposición, exigen que podían dar más y merecían un mejor lugar en la lista de los medalleros, pero independientemente de todo esto, Cuba marcha a la vanguardia en el deporte del continente.

Llama la atención que pocos hablan de un derrumbe deportivo en Estados Unidos donde la República Popular China obtuvo 15 medallas de oro más que ese país.

El motivo de este artículo es detenernos en el nivel cultural alcanzado por los deportistas cubanos.

Cuando las preparativos para unas olimpiadas en la década el 80, el reconocido periodista y locutor, Douglas Fernández Montes de Oca, quien trabajó muchos años en Radio Habana Cuba y Radio Rebelde, nos visitó muy preocupado y en cierto modo enojado. Dijo: "Muchos de nuestros deportistas no saben expresarse, no se les entiende nada de lo que dicen. Las autoridades deben prestar atención a esos graves problemas." "Tampoco saben comportarse en una mesa, utilizan mal los cubiertos, hablan en voz muy alta y la educación formal esta completamente ausente en muchos de ellos."

Douglas sugirió que planteáramos a las instancias correspondientes su disposición a reunirse con ellos de forma sistemática para darle clases de locución y aprendieran a expresarse correctamente. El comentarista afirmó: "Estoy dispuesto a renunciar a mi profesión y dedicarme por entero a enseñalarlos a hablar.". También sugirió que especialistas en educación formal y el buen comportamiento social los ayudaran.

Le expliqué que la idea era buena, y que nos sumaríamos para contribuir en lo posible, que la cultura, iría ganando terreno, poco a poco. En las olímpiadas de Beijing, se ha demostrado el nivel cultural alcanzado por nuestros atletas. Lo comprobamos cuando la periodista Julita Osendi y otros colegas los entrevistaban. Las respuestas y el comportamiento en sentido general, me hizo recordar aquellas preocupaciones de Douglas Fernández. Él no pudo disfrutar estos éxitos del Deporte Cubano, donde casi todos, son graduados universitarios o estudian en los cientos de Altos Centros de Estudios existentes en todo el país. El deporte cubano es masivo y no de élites. Por eso nuestro primer homenaje es para todos los que iniciaron este desarrollo que hoy compartimos.

Recuerdo que en 1963-1964 dirigía en Santiago de Cuba, la escuela de enseñanza media, Rafael María de Mendive, era alumno de ese plantel, quien llegaría a convertirse en multicampeón olimpico, el laureado Alberto Juantorena. Era un jovencito inquieto, que priorizaba el deporte a las actividades docentes. Cada vez que podía se escapaba para practicar deporte y a pesar de que gozaba de privilegiada inteligencia, simpatía y educación formal, desaprobó Biología.

No terminar el curso académico, significaba que quedaba eliminado para continuar con las aspiraciones deportivas, por mucha fortaleza que tuviera en ese campo. Es algo que con frecuencia los analistas, sobre todo internacionales, desconocen o pasan por alto. Los deportistas cubanos, tienen que estudiar y aprobar todas sus asignatura, es una práctica que lleva varios años.

En el Consejo de Dirección de la escuela analizamos a todos los alumnos que habían desaprobado alguna asignaturas y llegamos al caso de Juantorena y propusimos a la profesora Luz Tamayo como su guía de estudios en Biología. Le dijimos: "Luz, hemos decidido que usted debe encargarse de Juantorena, para que pueda aprobar sus estudios y continuar sus prácticas deportivas. Debe impartirle las clases que necesita y lograr que apruebe, con el nivel de exigencia que usted reclama, sin hacer concesiones".

Fue una tarea olimpica para esa profesora. Todos los días, reportaba el avance del joven y a la vez las quejas, entre ellas que tenía que ir al campo deportivo a buscarlo para poder impartirle las clases. Años después se hacían bromas, de que en ocasiones Luz Tamayo corrió detrás de Juantorena en los campos deportivos de Santiago, más que el propio campeón en los competencias internacionales. La profesora Luz y Juantorena, vencieron, y con ellos el Sistema de Educación y el Deporte cubano.

Quiero recordar a otro deportista que recientemente nos impresionó por su conocimiento sobre la Literatura. Ocurrió durante La Feria Internacional del Libro del 2008, cuando fuimos invitados a las ciudades de Sancti Spírutus y Trinidad, para presentar nuestro libro CRECIENTE AGONÍA, sobre los padres de José Martí.

Estábamos hospedados en un acogedor lugar. En esa provincia, los dirigentes de Cultura y del Libro nos atendieron con gran afecto y cariño. Recordamos a Julita Regalado, Isabel Yepes, la poetisa Liudmila Quincosa, Joaquín González y el joven Maikel, director de la Editorial Luminarias de esa provincia. Todos cultos y como tales amables.

Una tarde tocaron a la puerta de la habitación. Era el deportista del equipo de pelota de Sancti Spíritus Reinel Hiero. Dijo que quería conocernos, pues había leído algunos de nuestros libros, de los cuales hizo comentarios. Se incorporó a la conversación Juan Rodríguez, director de la Editorial Nuevo Milenio. El deportista le confesó que libro que caía en sus manos lo leía y mencionó varios títulos que Rodríguez prometió envíarle.

En la despedida, después de dedicarle uno de nuestros libros, le manifestamos al joven Reinel, "queremos felicitar a tus padres, por tu cultura y correcta formación formal. Nunca pierdas el hábito de leer y de comportarte como un auténtico caballero. Así deben ser todos los buenos deportistas.

Respondió: "Además de mis padres hay que felicitar a la Revolución Cubana y a Fidel, procedo de una familia negra muy humilde de una zona rural de esta provincia. Mis estudios no les han costado nada a mis padres, aunque ellos y mi abuela han influido en mi persona "

Nuestros deportistas merecen el respeto y admiración de todos, pero hay que insistir en la formación integral. No sólo en el aspecto físico y deportivo, sino en la cultura, educación política y formal, disciplina y adecuado comportamiento en el aprendizaje de las normas olímpicas y deportivas. Estamos seguros que los que conozcan la Historia de Cuba y las enseñanzas de José Martí siempre traeran glorias para el deporte, independientemente de la cantidad de medallas o el metal de estas.

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