lunes, 11 de agosto de 2008

Fidel Castro: Revolucionario hasta la muerte


Fidel Castro Rúz quien cumple este 13 de agosto 82 años ha sido un hombre de pensamiento y actuar altruista desde siempre.Veintitrés días después de triunfar la revolución cubana los estudiantes de la Universidad Central de Caracas, Venezuela, supieron de cerca las virtudes del estadista, del intelectual, del combatiente cuando con vehemencia expresaba: “En cuanto a dormir, los rebeldes de la Sierra Maestra, si tenemos una hamaca y dos árboles, estamos perfectamente bien; y en cuanto a comer, con pocas cosas nos alimentamos. Nuestra mayor necesidad son libros y nos los regalan, me han regalado muchísimos en Venezuela y tendré el gusto de poder llevarlos a Cuba; por lo tanto, con muy poca cosa nosotros nos conformamos. ¡Ni nos van a comprar, ni nos van a sobornar, ni nos van a intimidar!
Fidel con esa seguridad nacida en los montes y cañaverales del oriente de la isla con la humildad que los grandes pensadores, filósofos y hacedores de justicia exhiben desafiaba el futuro y sentenciaba en la patria de Bolívar: “Vamos a ser sencillamente incorruptibles, no nos vamos a acomodar nunca, vamos a seguir siendo revolucionarios hasta la muerte, y vamos a hacer nuestra aquella gran verdad de que el revolucionario no tiene otro descanso que la tumba. Es nuestro deber y lo sabremos cumplir rectamente y sin mucho trabajo siquiera, porque es, además, nuestra vocación”.
Esa vocación nació con él, se forjó con el sacrificio y el pensamiento que energiza las ideas, desde el propio primero de enero de 1959 con apenas treinta y tres años Fidel en el parque Céspedes de Santiago de Cuba dejaba para las actuales y futuras generaciones un legado de sabiduría: “Nunca nos dejaremos arrastrar por la vanidad ni por la ambición, porque como dijo nuestro Apóstol: "toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz", y no hay satisfacción ni premio más grande que cumplir con el deber, como lo hemos estado haciendo hasta hoy y como lo haremos siempre. Y en esto no hablo en mi nombre, hablo en nombre de los miles y miles de combatientes que han hecho posible la victoria del pueblo”
El también protagonista del desembarco del Granma, el cuatro de enero de 1959 en la Plaza de la ciudad de Camaguey con su mirada en el futuro alertaba: “Vendrán los calumniadores, vendrán a dividir a nuestro pueblo hoy reunido, vendrán a debilitarlo, a destruirle la fe en los hombres que lo están dirigiendo.
Lucharemos contra eso. Dura y difícil será la empresa de los que pretendan separarnos y alejarnos a nosotros de nuestro pueblo, porque cuando no se vive más que para un solo propósito, cuando no se vive más que con una sola intención, cuando no se descansa, cuando no se duerme, cuando no hay tregua en el trabajo y en la lucha por servir honradamente una causa, no hay fuerza que pueda separar a un hombre de su pueblo”.
La historia se ha encargado de demostrar que los cubanos somos fidelistas El seis de enero de 1959 en la Ciudad de Sancti Spíritus Fidel decía : “como sabemos que no vivimos más que para un solo fin, porque sabemos que nuestro destino ha sido este, el de servir a nuestra patria y a nuestro pueblo, porque han sido muy grandes y muy profundas las emociones que hemos vivido, porque cuantas veces nos hemos reunido con el pueblo, hemos recibido ese aliento y ese cariño, que es el cariño que impulsa a los hombres idealistas, que los hace más firmes, que los hace más decididos”

Fidel siempre ha llevado a su pueblo a pensar, a meditar en cada uno de los procesos de la nación cubana, en los momentos tristes y felices. En esa madrugada del seis de enero de 1959 hace casi 50 años el líder cubano al hablar a la población de Sancti Spíritus de camino hacia la Habana reflexionaba: “Horas muy amargas tuvimos que soportar cuando veíamos a los que trataban de confundir y de matarle la fe a nuestro pueblo. El peor crimen que se pueda cometer contra nadie es matarle la fe; incluso cuando los hombres no tienen otra cosa, mientras conservan la fe, conservan mucho”. Esta manera clara y franca de Fidel de expresar sus sentimientos se ha quedado grabada para la eternidad en la mente de los cubanos.

Ese propio día seis de enero Fidel con valor, presentaba sus credenciales ante su pueblo: “Y sobre todo porque tengo la convicción de que aquí nadie es imprescindible, y que la Revolución tiene suficientes valores, que ya pueden los enemigos de la Revolución matar a cuantos líderes revolucionarios quieran, que ya aparecerán cincuenta más. Y, por lo tanto, aquí lo que hay que hacer es trabajar y cumplir con el deber mientras tengamos energías, mientras tengamos aliento y mientras tengamos vida. Y yo estaré en perenne contacto con el pueblo, y digo y repito que quien manda es el pueblo, y digo y repito que el Gobierno Revolucionario y nosotros no recibiremos órdenes nada más que del pueblo”
El siete de enero en la Ciudad de Matanzas Fidel Castro con alegría y dolor se dirigía a la multitud en estos términos: “… hace apenas 10 días, cruzar por estas calles era ver el terror, era ver la tristeza, era ver el dolor sin esperanza; cruzar por estas calles hace 10 días era ver la muerte, la muerte que sufren los pueblos bajo la opresión, bajo la tiranía. Venir hoy por estas calles, viajar a través de Cuba en los últimos días, es ver la alegría, es ver la energía, es ver el entusiasmo, es ver la vida, y ¿cómo ha sido posible este renacer del pueblo, si no con los sacrificios de los que han caído? Porque ellos cayeron, porque ellos murieron, nuestro pueblo tiene hoy alegría, nuestro pueblo tiene hoy vida, nuestro pueblo es feliz; luego, la muerte se ha transformado en vida, nuestros muertos viven en la alegría y la felicidad de nuestro pueblo”.
El ocho de enero en la Habana fecha en que una paloma blanca se posó sobre el hombro de Fidel comandante invencible de la sierra (*)diseñaba con sus palabras la estrategia y el pensamiento filosófico que ha acompañado al pueblo cubano en estos casi 50 años de revolución “Nadie piense que vamos a caer en provocaciones, porque estamos demasiado serenos para caer en provocaciones, porque tenemos unas responsabilidades muy grandes para precipitarnos nunca en tomar medidas, ni en hacer alardes ni cosa que se parezca, y porque estoy muy consciente de que aquí hay que agotar siempre —y agotaré siempre— todos los medios persuasivos, y todos los medios razonables, y todos los medios humanos para evitar que se derrame una sola gota de sangre más en Cuba. Así que en provocaciones, nadie tema que caiga; porque cuando la paciencia se nos haya acabado a todos nosotros, buscaremos más paciencia, y cuando la paciencia se nos vuelva a acabar, volveremos a buscar más paciencia; esa será nuestra norma. Y esa tiene que ser la consigna de los hombres que tienen las armas en la mano y de los que tienen el poder en la mano: no cansarse nunca de soportar, no cansarse nunca de resignarse a todas las amarguras y a todas las provocaciones, excepto cuando ya se vayan a poner en peligro los intereses más sagrados del pueblo.

Fidel Castro ha convertido cada una de sus ideas y palabras en hechos. Muchos especialistas y periodistas ponen en alta estima el pensamiento filosófico del estadista cubano a la altura de los grandes pensadores de la humanidad. Un argumento contundente lo constituyen documentos como la “La historia me Absolverá” (2) y las reflexiones del compañero Fidel que son caminos para guiar a los pueblos (3) Cada 13 de agosto la Isla de la libertad celebra el cumpleaños junto al hombre que supo guiar los destinos hacia un mundo mejor al legar innumerables lecciones: “No hay hombres cobardes ni hombres valientes, no hay pueblos cobardes o pueblos valientes, no hay soldados cobardes o soldados valientes. El valor depende de la motivación que el hombre tiene, que el soldado tiene. Cuando el soldado defiende su Patria, cuando defiende una causa justa es muy valiente. Cuando el soldado se ve obligado a defender una mala causa, a cometer un crimen o un acto de agresión, a la larga se desmoraliza, no es valiente”. Cuba y el mundo felicitan por siempre al combatiente de las ideas, al siempre compañero y amigo de los pobres de la tierra. Nosotros los periodistas, sencillamente le decimos ¡un abrazo colega!


(1) http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/
(2) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=49577
(3) http://www.trabajadores.cu/reflexiones-de-fidel-castro

* http://www.lajiribilla.cu/2004/n139_01/139_06.html


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