
El dos de junio de 2009 me fui en Bicicleta hasta Zaza del Medio distante 14 kilómetros de la ciudad de Sancti Spíritus. Viajar en un ciclo por los campos de Cuba te da la posibilidad única de observar y detenerte ante los encantos del paisaje de mi país.



El patio de Paula es un tesoro, en el encontramos sembrados de frutas de todo tipo, mangos, ciruelas, cerezas, peras, anones, chirimoyas y otros vegetales: plátanos, malangas, ñames y plantas de hacer te e infusiones.

El patio de Paula y ocho hectáreas más de tierra, son atendidas por sus dos hijos varones y ella, que con sus manos y su celo permanente cultiva con amor el entorno, crían cerdos, gallinas y otros animales de corral.



Miguel y Paula me regalaron de su patio unas ciruelas y peras. De estas últimas sembré una semilla en mi casa, pero desde el momento que vi con la alegría que Paula atiende la tierra resembré en mi la convicción: cuando se aprovecha el tiempo, el espacio, y abonas con amor la vida, no existe lo imposible.Con Paula rememoré también a mi abuela holguinera Victoria, cuando se ponia un sombrero y se iba al campo a sembrar frijoles y maiz. Un día me dijo... "quien no sepa guardar las tazas y los vasos de su casa dificilmente podrá sacarle provecho a la tierra". Despúes supe con los años, que las semillas se guardan y se preservan para cuando llegue el tiempo de hacerlas germinar, como cuando se saca la vajilla para atender una visita. Gracias Paula por tu ejemplo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario