jueves, 11 de septiembre de 2008

PROBLEMAS Y MISTERIOS.

OFERTA GRATUITA. UN INSOLITO LIBRO DEL DOCTOR Dr.C. Antonio de Armas Vázquez

PROBLEMAS Y MISTERIOS.
Índice.
Introducción ……………………………………………………………………..

Capitulo 1- La historia de un desacuerdo entre enfoques médicos

1 -La historia de un desacuerdo entre enfoques médicos ……………………. 2-8

2-Los principios de racionalidad y su papel en la cura de enfermedades ……8-10

3- La interpretación de la realidad por las medicinas diferentes y posibles
relaciones con los niveles científicos teóricos ……………………………. 10-11

4- Interrogantes sobre la luz y la teoría de la relatividad ………………….12 -13

5-Las experiencias matemáticas y los sentidos ……………………………….15-28

6- Sobre escalas entre el Macro mundo y el Micromundo ............................31-33

7- Interrelaciones entre el Micro y el Macro Mundo ………………………. 33-35

8- Errores de percepción ……………………………………………………… 37-38

9- La interpretación de los procesos vitales …………………………………..39-41

10- La Sociobiología y el Behaviorismo ……………………………………….42-45

11-Medicina vibracional o de frecuencias …………………………………... 46-47

12-Información y modulación ………………………………………………... 44

13-Una mirada desde la célula ………………………………………………...46

14 Efectos de las radiaciones ionizantes no ionizantes sobre la salud …….. 52

15- Algunos mecanismos celulares: Mecanismos de acción
de las radiaciones sobre las células ……………………………...……… 56-

16- El caso de la nutrición y salud. La dimensión interna
y externa de la nutrición y la nutrición celular ……………………….... 67-71

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Capitulo 2: En el campo de las conceptualizaciones y las
disciplinas nuevas

17-Problemas de procedimientos científicos ………………………………… 72-77

18- Energía Sutil o Vital ……………………………………………………… 78-85

19- Acumuladores de energía ………………………………………………... 86--88

20- Bioenergética. Los ejemplos de la Biorresonancia y la Biocibernética ... 89-92

21– Campos magnéticos en la Salud ………………………………………... 93-99

22- Geobiología y la Medicina del Hábitat ……………………………… 100- 104

23 -Radiaciones electromagnéticas ………………………………………... 105-107

2 4- Radiaciones Internas y Externas …………………………………….. 108-112

25 -La Radiestesia y el fenómeno de la Biorrecepción ………………….. 113-118

26- Ideas para un enfoque integral del diagnostico y tratamiento ……….. 119

27 -La ionización del aire: vientos malignos
o perjudiciales para la salud humana ………………………..……… 120-122

28- Aires dañinos o perjudiciales para la salud humana ………………. 123-129

29-– Algo más sobre la atmósfera ………………………………...………. 130-131

30 - La Bioelectrografía ………………………………………...…………..132-137

31- Vibraciones a “escala mayor”: los Biorritmos y la Cronobiología …...110

32-El concepto de Holograma ……………………………………………... 112

33 Los fractales …………………………………………………………….. 147-148

34 Las Medicinas Alternativas, Complementarias e Integrativas ………149-150

35. El cambio de mentalidad y la Calidad de Vida ………………………. 122




Anexos

Anexo 1 Equipos de Medición …………………...…………………………… 157
Anexo 2 Relación Azimut- órganos …..………………………………………. 159
Comunicación personal sobre el carácter científico de la Radiestesia ….…… 161
Anexo 4 . Declaración del CENAMENT sobre la energía Piramidal ……….. 162



























Capítulo 1 La historia de un desacuerdo entre enfoques médicos


1-La historia de un desacuerdo entre enfoque médicos 3-8

Existe un desacuerdo entre quienes explican los fenómenos de la naturaleza según una percepción materialista fundamentada en las definiciones existentes de Materia y Energía y aquellos que se les considera erróneamente no materialistas; dentro de estos últimos se encuentran los que reconocen otros tipos de manifestaciones materiales energéticas desconocidas por las actuales disciplinas básicas de las Ciencias Médicas, fundamentados en la existencias de biofotones (luz de baja intensidad de las células), la bioelectrografía ( una de las formas de apreciarlas), la individualidad bioenergética de cada ser humano ( medida por electromilivoltios), entre otras mas. Esta situación provoca una confusión a la hora de orientar la interpretación de cómo concebir y reflejar la sucesión de fenómenos que los representa, porque previamente no tenían claro ciertos conceptos de la Física, en este caso de la Biofísica, así como de la Antropología, como veremos mas adelante.
De tal situación lo que surge es cierta escisión de opiniones de unos con respecto a otros. Y es que aquellos fenómenos primarios a los cuales no le encuentra una previa explicación científica y los debates asociados a ello, terminan por fragmentar aún mas nuestro conocimiento de la realidad, como es el caso de las partículas elementales y la existencia de mecanismos y regularidades que las gobiernan, es un claro ejemplo de lo antes expuesto.
Como tal, la Ciencia ha intentado siempre rehuir en su lenguaje la referencia al mundo en que se habla y realizar una construcción de un mundo ideal al que se refiere; por esa razón nos encontramos que en el lenguaje médico se observa el problema no solo en la terminología científica que emplea cada tipo de medicina, sino que se traslada a otros órdenes del empleo científico.
Al público no sólo le resultan difíciles los términos médicos, sino también el mensaje que envía la estadística sobre ¿el mundo real? Cabría preguntarse entonces ¿cómo es que la estadística se ocupa de la obtención, organización y análisis de la información numérica, sin una previa conceptualización de la realidad, lo que nos remite de nuevo a la construcción del lenguaje científico? Lo evidente es que tiene cada vez un papel más importante en el mundo sumamente complejo de nuestros días y la población sufre el bombardeo de datos que puede conducirla a posiciones incapaces o reflexiones de un estrecho margen ante las decisiones diarias por conservar la salud o simplemente decidir cómo se alimenta o se descansa.
Los conocimientos previos básicos de los cuales se auxilia la medicina Occidental, como ocurre en otras Medicinas, surten el efecto de servir de puntos referenciales en las cadenas lógicas de razonamientos – y del lenguaje corriente- , a tal punto, que donde no exista una correspondencia entre lo que observamos y lo que previamente conceptualizamos como fenómenos materiales, no encontramos formas de sustituirlos o criticar los postulados, axiomas o principios que se originan.
Heinsenberg en una oportunidad subrayaba que “Lo que observamos no es la naturaleza en sí, sino la naturaleza expuesta por nuestros métodos de interrogación” La esencia de esos métodos de interrogación es lo que ha ido cambiando. Por ello, coincido con otros en que las personas que comenzamos este siglo estamos obligados a reexaminar toda nuestra lógica de pensamiento –ya sea de una Medicina u otra- las imágenes que se hacen acerca de objetos, enfermedades, desequilibrios y acerca o no de la causalidad de los acontecimientos, como de las formas y vías en que se trasladan al publico.
Lo anterior es un problema que pesa cada vez más y ahora traspasa a otros campos. Un siglo antes –también en sus inicios- se descubrieron nuevos fenómenos que no se podrían describir mediante la Física Newtoniana y su sistema de conceptos. Por ejemplo, cuando el descubrimiento y la investigación de los fenómenos electromagnéticos condujeron al concepto de campo. La vieja Mecánica Newtoniana interpretó la interacción de las partículas con carga positiva y negativa, como los protones y los electrones, diciendo simplemente que son dos partículas que se atraen mutuamente como dos masas. Sin embargo, Michael Faraday y James Clark Maxwell consideraron que era más apropiado utilizar el concepto de campo, afirmando que cada carga crea una "alteración" o una "condición" en el espacio circundante, de manera que la otra carga, cuando está presente, siente una fuerza. Así nació la concepción de un universo lleno de campos que crean fuerzas mutuamente interactivas. Se contaba, por fin, con un marco científico con el que se podría empezar a explicar nuestra capacidad para afectarnos mutuamente a distancia por medios que no sean la palabra o la vista. Muchas cosas se pueden explicar en los términos fijados por la teoría de los campos magnéticos naturales.

En los últimos quince o veinte años la mayoría de nosotros ha empezado a utilizar tales conceptos para describir las interacciones personales. Estamos empezando a admitir que nosotros mismos estamos formados por campos. Hemos notado la presencia de otras personas en una habitación sin oírlas ni verlas (interacción de campos), por eso algunos hablan de buenas o malas vibraciones; de enviar energía a otros o de leer los pensamientos de terceros. Sabemos inmediatamente si nos gusta o nos disgusta alguien, si nos llevaremos bien con esa persona o si chocaremos con ella. Este "saber" se puede explicar por la presencia o la ausencia de armonía en nuestras interacciones de campos, entre otras cosas.
De lo anterior se ha venido haciendo cada vez más evidente que la mente humana condicionada se plantea el “azar” como parte de la incapacidad para comprender un orden superior de orden no azaroso, en la que la orientación en el espacio es básica.

2. Los principios de racionalidad y su papel en la cura de enfermedades

En la cura de enfermedades, algunos aceptan hablar de principios de racionalidad para referirnos a sí algo resulta comprensible y comunicable, al guiarnos por un patrón que todos podemos descodificar, pero existen principios de racionalidad que no sólo son científicos. Les hay de tipo creencial, burocráticos, económicos, políticos o jurídicos entre otros muchos. En el primer caso del lenguaje de la Ciencia, debemos poner especial atención al lenguaje científico que empleamos en la medicina oficial occidental, porque, por ejemplo al poner la explicación de un problema médico a cargo de otros tipos de terapias asentadas –por otros principios de racionalidad-, la primera impresión que experimentamos es la de rechazar lo que no comprendemos. Sobre todo porque para nosotros no resulta comprensible lo que nos explican. Si a esa primera imposibilidad agregamos otra propia de los lenguajes científicos (no importa que naturaleza racional detente), se crea entonces un vacío consistente en que éstos progresivamente transforman el lenguaje de palabras en lenguaje de términos, o sea buscan un lenguaje que sea lo más unívoco posible; entonces, ante la necesidad de ver cómo se traducen al menos los términos que nos interesan, nos vemos abocados a la tarea de “traducir” éstos y su empleo.
Es mi parecer que ambas formas de racionalidad equivale e implican un esquema de relaciones funcionales extremadamente complejo, que para el caso que nos ocupa podría resumirse en las siguientes dimensiones analíticas:
Nos preguntamos si en un sentido pre-lógico tenemos, por un lado, una forma de pensar por abstracción y por deducción frente a otra que piensa por oposición y por analogía. De cada una de ellas se sigue, respectivamente, un pensamiento lineal y un pensamiento global u holista de entender el mundo incluyendo la Salud y la Enfermedad. Al menos pensar en forma de imágenes, ritos y mitos es una de las tantas formas de “razonar” en Antropología de la Salud, al establecer una secuencia de distintos eventos, a cuyo resultado le encontramos algún sentido en el mundo práctico. El mito como sistema de referencia último a partir del cual la historia se comprende, significa saber, pensar y reaccionar donde su función, como símbolo y expresión ética es señalar más allá de sí mismo el poder de aquello a lo cual señalan, abrir niveles de realidad que de otro modo permanecerían cerrados, y abrir niveles de la mente humana de los cuales para adquirir conciencia, que por otra vía nos resulta imposible. Estas alusiones son las que explican por ejemplo, que en el Feng Shui a la fase de la Escuela de la Forma le continuara la de la Escuela de la Brújula en la historia del desarrollo de ese pensamiento.
En lo tocante a los principios (lógicos, físicos, cognitivos...), la diferencia central con respecto a la imaginación mitológica, se manifiesta en la predominancia, en un caso, del principio de causalidad (atento a las consecuencias) y, en el otro, del principio de sincronicidad para el que lo significativo son las concurrencias.
Respecto a la actividad más relevante a la hora de movilizar y orientar el pensamiento, en el caso Occidental hay una clara pretensión sensorial, y en especial del sentido de la vista, por lo que las metáforas dominantes en el campo intelectual se refieren al ojo o a la luz. Sobre este aspecto me detendré más adelante.
Lo que es evidente es que el espacio y tiempo son formas a posteriori de la sensibilidad de cada persona y que en el Occidente moderno de hoy día que privilegia en los últimos tiempos un raciocinio científico, también es necesario desarrollar una tradición humanística que busque dentro y fuera de su tradición, los elementos antiguos y modernos que permiten revitalizar las humanidades a partir de conceptos renovados del hombre, de la cultura y su equilibrio.
En nuestro campo y en relación con las necesidades de comunicación que tan intensamente padece la praxis médica oficial cabría preguntarse ¿De qué modo nos pudiéramos acercar a legitimar los distintos tipos de acciones terapéuticas?
La integración de los saberes médicos es una necesidad de siempre, que en la actualidad tiene muchas razones para dejarse de ver como un sistema de formalidades que simplemente se yuxtaponen, sin comunicación entre sus sistemas de conocimientos, tradiciones heredadas y culturas.
Esa integración de saberes y conocimientos demandarían a su vez indagar en qué consisten y coinciden esos posibles enfoques heterogéneos.
Lo primero que nos viene de la Historia de la Ciencia, es que desde la Física se sentaron ciertos precedentes con Galileo, al señalar que para practicarla no se requería de la metafísica; es decir, para comprender una parte, no se necesitaba entender el todo. Desde aquí surgió no sólo la separación de la Filosofía de una Ciencia particular, como era de esperar, sino la concepción de que se podía intervenir en la realidad sin tomar en cuanta una visión de conjunto previamente de la misma.
Lo anterior para la Medicina significó dos cosas: la primera, que en el terreno de las enfermedades, se podía aspirar a curar una enfermedad, o un órgano, sin la necesidad de intervenir en el resto del organismo. Bajo estos presupuestos –por cierto igualmente simbólicos-, en sus inicios la Terapéutica o Terapias Médicas Occidentales eran algo técnico y evidente por sí sola como la Mecánica o la Ingeniería, por lo que era lógico que con el tiempo sobreviniera que la misma Física continuara especializándose en sus ramas e intentara profundizar por si sola, todos los campos de estudio de la Energía. De ese modo, la Medicina Occidental quedó presa de la primera concepción filosófica de la materia entendida como sustancia donde el organicismo y su expresión especializada impedían la particularización compleja de las partes y el todo.
Es decir, entre los tipos de manifestaciones materiales –ya fueran sustancias o campo magnético-, la segunda asunción de la Física de la materia como energía quedó en manos de institutos especializados y de algunos científicos que aisladamente trataron de entrar en ámbitos más generales, como el funcionamiento de la mente y el cerebro.




3- La interpretación de la realidad por las medicinas diferentes y posibles relaciones con los niveles científicos teóricos

La relación entre los niveles Newtonianos, Einsteniano y de la Teoría de la Complejidad en la Medicina no guardan una congruencia entre sí; ni para la explicación de las enfermedades, ni para la salud, lo que no se puede abordar si no es desde los ámbitos de la epistemología y la ontología.
De carácter Newtoniano, permítaseme hacer el siguiente parangón:
La Medicina basada en las dosificaciones de drogas descansa en el modelo de terapia de drogas sintéticas que permiten a los médicos hacer predicciones del comportamiento de las drogas reales y eliminar algunos de los efectos colaterales, aunque no de todas ellas.
Por lo anterior han aparecido distintas concepciones que pudiéramos resumir por medios de dos enfoques primarios muy conocidos; aquél que habla de la dosis-efecto y el que sostiene por otra parte el enfoque de la elevada dilución.
Se deduce así, que el primer enfoque se afianza en los primeros tres estados de la materia, pero el segundo (basado en las diluciones y dinamización, aunque es el de las potencias homeopáticas, que suponen principios y fundamentos farmacológicos bien establecidos de acuerdo a la sustancia que le dio origen ( mineral, animal y vegetal ). ¿Dónde residen los puntos débiles de ambos enfoques?
Uno de ellos proviene de cómo se asumen los estados de la materia: sólido, liquido y gaseoso, figura otro enfoque que es considerado “materia etérea”, que se explica por el efecto sobre cuerpos celulares a partir de la acción de altas dilusiones.
La Medicina Occidental que conocemos no encuentra un basamento científico para aplicar los medicamentos, aunque si continuamos con nuestra natural sospecha, pronto nos daríamos cuenta que esos basamentos científicos se hallan en áreas sometidas a estudios por la Biofísica.

La Medicina basada en las diluciones (homeopatía) se acerca más a la concepción de Einstein sobre la materia como energía, que aporta elementos para modificar las propiedades de los cuerpos, que constituye la "materia médica". Generalmente se le reconoce a Samuel Haneman (1755-1843) la paternidad de esta Medicina, pero existe el prejuicio de que ella es algo estático y no es parte de un mundo médico moderno que hoy cuenta con nuevas investigaciones, laboratorios y universidades.
La homeopatía considera que las microdosis interactúan en el sistema de energía sutil, el cual está integrado con la estructura, tanto de la célula, como del cuerpo, lo que niega la idea de que las microdosis sólo funcionan como placebos, resaltando el efecto de generación de información y energías de esas terapias.

4- Interrogantes sobre la luz y la teoría de la relatividad

En 1982, Aspect reveló que sometiendo a determinadas condiciones a las partículas subatómicas como los electrones, ellas eran capaces de comunicarse instantáneamente unas con otras, independientemente de la distancia que las separa. Según la teoría de Einstein, que excluye la posibilidad de comunicarse a mayor velocidad que la luz, ese experimento no tenía explicación.
Pero surgió otra hipótesis, con David Bohm, un físico de la Universidad de Londres, de que las partículas subatómicas son conectadas no localmente, hasta que en el año 2000, se probó finalmente que existen mayores velocidades que la luz. Con antelación, ya en 1964, el físico J. S. Bell daría a conocer una prueba matemática denominada teorema de Bell. El teorema en cuestión apoyó matemáticamente el concepto de que las «partículas» están conectadas según principios que trascienden en el tiempo y el espacio, de manera que cualquier cosa que le suceda a una partícula afecta a las demás. Esto, como efecto, tiene un carácter inmediato y no necesita «tiempo» para transmitirse. Por su parte, la Teoría de la Relatividad de Einstein decía que es imposible que una partícula viaje a una velocidad mayor que la de la luz, pero según el teorema de Bell, los efectos pueden ser «superluminales», es decir, más rápidos que la velocidad de la luz. El teorema de Bell ha sido respaldado por la experimentación más recientemente. El 20 de julio del 2000, en la revista de ciencia Nature, se publicó un artículo donde el físico nuclear Lijun Wang, junto a dos colegas del Instituto de Investigación de la NEC, en Estados Unidos, dio a conocer un experimento en que a un micropulso de rayo láser lograron imprimirle un equivalente a 300 veces la velocidad de la luz, dentro de un recipiente con gas de Cesio enrarecido. Otro grupo de científicos logró, dos años después, detener la luz. Por otra parte, el 22 de mayo del mismo año 2000, la revista Physical Review Letters, publicó el trabajo de los científicos italianos, Daniela Mugnai, Anedio Ranfagni y Rocco Ruggeri, quienes utilizando microondas en el aire lograron imprimirles una velocidad un 25% mayor que la de la luz.

En estos casos me estoy refiriendo a un fenómeno que se mantiene al margen de la Teoría de la Relatividad de Einstein, con lo cual se avanza hacia adelante con respecto de la dualidad onda/partícula, que pudiera tener un gran impacto en la Biofísica y por su mediación en la Medicina y sus campos afines. A lo que me refiero es al hecho constatado por la Ciencia, de que ciertas partículas atómicas viajan a mayores velocidades que la luz y se encuentran a grandes distancias unas de otras. Ya se sabia que todas ellas exhiben un comportamiento doble: en algunos experimentos se muestran como partículas sólidas y en otros, se comportan como ondas, pero lo que se va constatando es que nuestros cuerpos son también campos sutiles, llámense aura magnética, bioplasma o simplemente energía, también podemos considerarlos como reales, concretos y "sólidos"; sólo que por estar conformados por una materia más sutil, no alcanzamos a percibirlos con nuestros sentidos normales. Sobre todo, porque nos mantenemos dentro del estudio de los fenómenos con masa y peso atómico. Las ondas, no obstante, se pueden medir.

A partir de los experimentos citados, queda probado que el dogma de la constancia de la velocidad de la luz ha sido ya recientemente superado. Por ende, cobran cada vez un mayor asidero científico las antiguas propuestas de investigadores que, como el Dr. Gerber , reconoce la existencia e importancia de estas energías y cuerpos sutiles estructurados por ondas más veloces que la luz.
Entonces, la tradición oral que dictamina que “Ojos que no ven, corazón que no siente” tiene mucho sentido.
Es bueno recordar que en nuestra Cultura Occidental, la primacía de la visión, del sentido de la vista, sesga la manera de pensar en nosotros hasta extremos insospechados. Siempre nos referimos a lo que se tiene por evidente, las demostraciones matemáticas, los descubrimientos científicos... todo nuestro vocabulario científico y filosófico está impregnado por metáforas que toman como punto departida la luz. Hasta las ideas se relacionan en su génesis griega con "visión", cuyo sentido nos permite delimitar formas, distinguir figuras (el pensamiento griego es un pensamiento del límite, de la determinación). Si uno utiliza cualquier otro sentido que no sea el de la vista, las cosas no tienen forma, pierden sus límites y contornos nítidos, se pierden. Supongamos un ser sin visión y obliguemos a ese ser al tacto o al oído, ejemplo los peces ciegos. No podemos negar la posibilidad del medicamento homeopático, por el hecho de que no podamos distinguir visualmente el efecto de un experimento a escala molecular. Es parte de la solución que el soma pudiera darle a fenómenos no conocidos o poco apreciables por el sentido de la vista, incluso para la ciencia actual. ¡Aunque la densidad sea una propiedad indiscutible de la materia! Hay una correspondencia con la imposición de lo espacial como patrón de lo racional, al basarse en una forma de pensar en la que todo lo que no sea palpable, diferenciable y definible se da por no existente.
5-Las experiencias matemáticas y los sentidos
La mayoría de las personas cierran los ojos y huelen, pero sobre el olfato no encuentran posible construir una identidad, no percibimos en apariencia dónde empieza y donde acaba el objeto del cual percibimos su olor, ni si ese olor corresponde a un solo objeto o es fusión de varios; tampoco se tiene la manera de inferir la permanencia de la identidad del objeto cuando el olor empieza a variar. Mucho menos aspirar a poder detectar o identificar algo con certeza mediante sólo el palpado de objetos. Sin embargo, no es totalmente así; un perro distingue exactamente el límite del olor (esto ampliamente demostrado). Un delfín, además de la visión, emite ondas de radar perfectamente diferenciables por él. Lo que puede ser un paradigma de lo perceptual para el hombre, no lo es en absoluto para toda una gama de percepciones de la naturaleza. Acaso no pudiéramos imaginar seres vivos que en dependencia del entorno en que se han desarrollado, capten la realidad a partir de ondas electromagnéticas, radiaciones ionizantes, o incluso, ¿porqué no? a través de eso que llamamos vacío.
El mismo concepto de "demostración" es un concepto basado en la visión: el término acuñado por nuestra cultura griega definía la demostración, como deixis, o sea "hacer ver", "poner ante la vista", "mostrar". Para muchos autores esta metáfora visual afianza parte del prestigio de la racionalidad Occidental, que fundamenta rigor respecto de los sentidos y la forma de manifestarlos, lo cual para ello fue necesario escamotear a la vista lo que nació gracias a ella. En este sentido, nuestra epistemología, nuestras matemáticas y tantos otros de nuestros conocimientos racionales pueden caer en equivocaciones. En Matemática y muy particularmente en las Estadísticas la ilusión de controlar algo se dará con la incorporación de la demostración indirecta, o por reducción al absurdo, las cifras y datos que avalan lo que con antelación se había predefinido. Ahí ya no se ve nada; la conclusión aparece de súbito ante los médicos en forma de resúmenes: media, moda, etc. Desde luego prescindir de ese método demostrativo conllevaría prescindir de la mitad de nuestras verdades matemáticas y nos encontraríamos más limitados, lo cual no quiere decir alegremente que lo obviemos a la hora de formular nuestras ideas.
El caso es que la Medicina no necesita de justificaciones, sino dentro de su ámbito, porque se ha constituido en un cuerpo de disciplinas tan vigorosamente cerrado que muchas veces el mundo médico, no permite cuestionamiento de sus métodos o terapias. Actualmente es un lenguaje autorreferente que, cuando emplea el método estadístico, no habla de cosas sino de sí mismo, a partir de clasificaciones y conceptualizaciones construidas sobre preceptos anatómicos, fisiológicos y bioquímicos.
Llamo la atención acerca de que cuando nos enfrentamos a una cosa nueva, lo primero que intentamos hacer es encajarlo en algún tipo o familia, una categoría que forma parte de la pirámide de géneros y especies, a partir de lo cual a posteriori cualquier realidad se divide de manera inmediata en dos mitades. Eso ocurre también con esa realidad particular que es la del número, de manera que éste - en vez de tener esa entidad rotunda, entera, grávida, que tiene entre nosotros- es una realidad escindida desde el principio, en forma de datos o algoritmos.
Existe una construcción social de los números igual que los conceptos médicos referidos a lo que se considera patológico y no. Por eso hay tantas aritméticas y estadísticas -por lo menos- como imaginarios, como maneras de imaginar, como metáforas coherentes que se nos ocurren para las operaciones elementales.
¿Que tendrá que ver ésto con la Medicina Occidental?
¿Es que tiene alguna relación con la Medicina, el lugar desde dónde pensamos las Matemáticas y el tipo de racionalidad que se entreteje con ellas, dándoles esa apariencia de consistencia rotunda e inapelable?.
Así, tomemos por caso el predominio del tercero excluido, a partir del cual se dan por cierto tipo de contradicción entre el constructivismo y el relativismo nacido de la experiencia, que me mostró cómo no hay objetos ahí fuera, esperando ser percibidos, sino que es la mirada la que los pone, la que los crea o los simboliza en forma de números, la que luego los va a desentrañar como síntomas y signos malignos, en el sentido alopático. Hay un cierta relación entre la forma en que pensamos la Matemáticas y la Medicina en Occidente.
La historia de las Matemáticas nos brinda la posibilidad de observar cuantas verdades matemáticas han variado con el transcurso de los cambios de las épocas, es decir, también de sus concepciones sobre Arte, Medicina o formas de representarse el mundo. Las historias sociales de las Matemáticas que elaboran autores como Restivo o Ribnikov aducen dos tipos de “causas” para dar cuenta de su evolución. Unas causas -políticas- pretenden explicar, por ejemplo, la aparición del cero y los grandes números en la Matemática hindú como "productos de la clase sacerdotal dominante para aterrorizar a la población".
La especial resistencia que encuentra el pensamiento matemático al análisis sociológico puede entenderse desde el papel que la propia sociología le asigna en su intento de constituirse como Ciencia, muy parecido al de la Medicina. A la Matemática se le atribuye una doble función. Por un lado, la de constituir "la única cuna necesaria de positividad racional", o lo que es lo mismo, la de ocupar el lugar primero y ejemplar en la inmutable jerarquía de las Ciencias, que irá así descendiendo de la Matemática a la Astronomía, la Física, la Química y la Biología hasta llegar a la Sociología. Algo parecido ocurre a cargo de la Medicina Occidental. Ya por su lado, al constituir la matemática la fuente de unidad de las Ciencias, proporciona para Comte esa sensación de cohesión social y de progreso en que se funda la nueva religión de la Humanidad. Esa doble dimensión -de fundamento y ejemplo de racionalidad y de nueva creencia compartida- excluirá en el futuro a las Matemáticas, muchas formas cualitativas susceptibles de investigación sociológica o antropológica. La Medicina por su parte, deja su carácter de filantropía, para abrogarse el derecho de poner orden en las cosas vitales de naturaleza humana y erigirse en árbitro de las acciones humanas que más y más se consideran de su competencia.
En el caso que nos ocupa, desde el ángulo del comportamiento de los objetos físicos - ¿tienen sus comportamientos esa rotundidad natural? ¿No está a menudo el objeto físico definido precisamente por una cierta convención matemática, como es el caso, por ejemplo el del electrón al ser definido por su función de onda? Por lo demás, ¿qué comportamiento de qué objetos físicos, qué experiencia sensible hay debajo de objetos matemáticos como el cero o los números imaginarios, las estadísticas? Las Matemáticas son pura convención, Es el hombre el que la ha elevado a la categoría de ente autoconsistente. ¿Me pueden ayudar a corroborar diferentes órdenes de la realidad humana? Los matemáticos discuten mucho entre los problemas ontológicos, porque lo anteriormente apuntado: qué objetos admitir en su universo de discurso., "apunta de modo muy explícito a desacuerdos sobre el tipo de entidades que pueden admitirse como objetos de referencia de las variables ligadas". Esas formas de desacuerdo ontológico revisten en nuestro tiempo, los partidismos que dividen hoy a los matemáticos, igual que los médicos en correspondencia con las divisiones de criterios entre sus especialistas... Sea el realismo, el logicismo o el conceptualismo, lo cierto es que entre estas tendencias hay una versión que defiende el uso de variables cuantificadas para referirse a entidades abstractas sólo en el caso de que tales entidades puedan ser elaboradas a partir de ingredientes previamente especificados.
En las Medicinas diferentes (no sólo la Occidental) se abarca mucho más que las enfermedades y los remedios, extendiéndose más allá de ellos, directa o indirectamente, en la que se incluyen la enseñanza universitaria, la actividad médica como ciencia y como arte, los hospitales, las especialidades médicas, las investigaciones y las instituciones donde se planifica y examinan los grandes problemas aún no resueltos, el alto costo de la medicina moderna, las enfermedades endémicas, las enfermedades de transmisión sexual, las vacunas, las nuevas enfermedades, las dificultades para extender la aplicación de medicamentos y tecnologías terapéuticas y de diagnóstico de alto costo, el transplante de órganos, la
terapia génica, la fertilización asistida, los efectos nocivos del tabaco, el alcoholismo y las drogas, la anticoncepción, el aborto, la mortalidad infantil, el hambre, la obesidad, el cumplimiento de la voluntad definitiva en los enfermos terminales, y también la ética médica y todas sus derivaciones, incluida la clonación y choques con otras culturas.
Esta desordenada enumeración de situaciones tan dispares, algunas triviales, otras de enorme magnitud, resulta permisivamente desordenada porque no existen reglas para ordenarlas, pues su ordenamiento dependería del lugar y de las circunstancias.
El desafío de integrar la Medicina ortodoxa, la Medicina sicosomática, y la Medicina alternativa está encima de nosotros. El reto ha emergido no sólo por razones clínicas – el deseo de mejorar la eficacia de los tratamientos y la satisfacción de los pacientes- , sino también por razones económicas, que se dan por el deseo de reducir el costo del cuidado de la salud, así como el sobrevivir dentro de un competitivo mercado capitalista estimulado por pacientes buscando medicamentos de esta índole.
No se olvide que los enormes intereses que se mueven alrededor de la industria farmacéutica ejercen una gran fuerza contraria a la introducción de tecnologías alternativas o “alternativas” a la tecnología imperante. Ésto nos trae a la mente cómo, por ejemplo, el consumo de productos lácteos llegó a ser masivo con el desarrollo de la ganadería intensiva como industria. Es decir, para que algo sea de uso social, tiene que haber un excedente, de lo contrario es limitado a la cobertura que permite su aplicación. La necesidad ha crecido por motivos intelectuales, también como el deseo de crear una teoría comprehensiva, quizás global también, que integre la riqueza de datos aparentemente disparatados y teorías de la salud y la enfermedad en un todo organizado.
La información sobre la salud y la enfermedad está creciendo exponencialmente. El número de revistas se mantiene en crecimiento, y el rango de tópicos y disciplinas relevantes continúa también incrementándose. Durante el siglo veinte, la Medicina ha ido desde enfocarse principalmente sobre lo biológico al reconocimiento de lo biopsicosocial, hasta, como ahora, ser expandida al posible reconocimiento de lo biofísico-biopsicosocial-espiritual. Los campos interdisciplinarios son ahora la regla más que la excepción, partiendo desde la Biofísica. Bioquímica, y Sociobiólogía, hasta la Psicofisiología Social y a Geografia Médica.
Para muchos oír hablar de Medicinas Complementarias, Alternativas o más recientemente Integrativa, incluyendo la Medicina Psicosomática, les parece una tontería, como oír, a la vez, la aspiración de trabajar a favor de una sola Medicina, porque de hecho unos consideran que existe una sola, mientras otros piensan en algo totalmente nuevo. Quizás el intento epistemológico más serio seria plantear de raíz nuevas fomulaciones que vayan superando todas esas tendencias viejas de apelar a variantes alternativas, complementarias o integrativas de los tratamientos médicos por otra que prometería ser más consecuente con los cuestionamientos a los conceptos que van desde Motivo de Consulta, Tratamiento, Medicamento, Diagnóstico hasta pasar por el de Dispenzarización, que exigen nuevas formulaciones de fondo incluyendo toda la Semiológica Médica y sus fundamentos
Para algunos, las disyuntivas ni siquiera tienen sentido. Ellos asumen que el movimiento vendrá desde la Ciencia misma, como lo persigue la verdad científica. En esta visión, “una sola Ciencia” determinará “una sola medicina”. Pero, ¿cómo?, ¿Por acumulación de qué tipos de conocimientos?
Por fortuna, otros muchos piensan que el asunto no es tan simple. Cuando uno examina cercanamente la investigación y el análisis científico, llega a la conclusión que las preguntas y las soluciones inventadas son determinadas por diferentes concepciones de la naturaleza. Por ejemplo, algunas investigaciones presumen que la naturaleza, incluyendo el cuerpo físico, consiste primariamente de entidades discretas. Otras investigaciones en cambio nos dicen que la naturaleza, incluyendo el cuerpo humano, consta de entidades que no están separadas por distintas fronteras y que son permeables a otros. Como resultado, esos supuestos conducen a Medicinas que parten de diferentes características y diferentes aproximaciones para el tratamiento, por eso se requiere cada vez mas pensar desde los estudios antropológicos en seres humanos concretos para representarnos una relación más veraz y adecuada entre la Salud y la Enfermedad.
Estas diferencias, permaneciendo como ellas lo hacen sobre presupuestas visiones “fundacionales” de la Naturaleza, no pueden ser adjudicadas exclusivamente por la Ciencia porque se trata de un conocimiento de la totalidad que sólo ofrece la filosofía, dado que no es lo mismo objetividad que totalidad antropológica, lo que aclara el sentido unívoco de que y ninguno de estos dos conceptos se puedan identificar con universalidad.
En este trabajo quiero aludir a ocho visiones fundacionales sobre la Naturaleza, cada una de las cuales genera hipótesis completamente diferentes acerca de la Naturaleza y por tanto de la Medicina.
Una simple ojeada a éstas nos revelaría que están agrupadas en varias combinaciones, las cuales han conducido a tres diferentes conceptos de Medicina – la Medicina Clásica del siglo veinte, la Medicina Moderna del siglo veinte (por ejemplo la Medicina Psicosomática), y la Medicina Integrativa o Visionaria.
Como apunté anteriormente la división dicotómica del conocimiento en mera opinión (doxa) y conocimiento verdadero y fundamentado (episteme) fue la marca de estilo de un modo de reflexión inaugurado en la Grecia Clásica que, luego de un largo camino, terminó por ordenar, a partir de Descartes, un listado de oposiciones centrales de nuestra cultura, como la distinción radical entre Cuerpo y Mente, correlativa a la que este pensador estableció entre Sujeto y Objeto.
El pensamiento moderno adoptó un marco referencial único, estableció un cosmos fijo regido por las inmutables “leyes” de la Naturaleza, que podía ser observado desde afuera por un sujeto (el “científico objetivo”) al que se supone capaz de conocer un objeto radicalmente independiente de sí. No es ésta la única forma posible de experimentar el mundo, ni de narrar nuestra experiencia, pero es la lógica clásica, que ha guiado los modelos hegemónicos dominantes del pensamiento Occidental en los últimos siglos, no sin resultados.

La posición de interpretación indica que la naturaleza consta de categorías independientes de estructuras y funciones. Esto es, que las cosas específicas y los procesos son supuestos como siendo parte de categorías separadas y distintas, y no son parte de otras categorías. Por lo tanto, el pensamiento formalista típicamente envuelve una forma de procesamiento de lo uno o lo otro, la tercera posibilidad se excluye.

Una de las Hipótesis plantea que los conocimientos se modelaron según las categorías de procesos que ocurre a lo largo del tiempo, luego el concepto medular es causa y efecto, generando una hipótesis mecanicista que supone que cada cosa en la naturaleza tiene una causa y que en cada caso la causa precede al efecto. La relación causa-efecto conforma una cadena interminable de causas-efectos, lo cual se visualiza como sincronicidad de los fenómenos, pero de tipo lineal. La visión fundamental es que los sucesos aislados existen como categorías y pueden causar efectos aislados. La Medicina Occidental le debe mucho a este modelo.
A su vez, se diferenció como hipótesis del mundo, la llamada hipótesis contextual, al postular que no existe una sola manera para explicar las supuestas categorías aisladas (la hipótesis formalista) o las supuestas cadenas de causa-efecto ocurriendo a lo largo del tiempo (la hipótesis mecanicista). En verdad, existen dos o más maneras de ver y explicar cada cosa.
Cualquiera pensaría que pondría una más compleja e integrativa hipótesis del mundo, que se aviene con la integración de las Medicinas, en tanto hipótesis organicista. Esta hipótesis afirma que virtualmente todas las cosas reflejan la interacción de múltiples estructuras y funciones componentes y que virtualmente todas las cosas son ellas mismas, simultáneamente estructuras y funciones componentes de cosas más grandes.
Pero hay más para quienes consideran un vuelco total desde la Ciencia a favor de una Medicina. Es aquella que establece la hipótesis del proceso implícito, el cual realiza un salto cuántico en inferencia y afirma que la naturaleza contiene procesos invisibles – información invisible, energía, y materia (por ejemplo, partículas subatómicas) – y propone que la ciencia es el método de inferir estos procesos mediante la medición física, la medición estadística y el diseño experimental. Dicho de manera simple, la hipótesis del proceso implícito propone que un objetivo central de la Ciencia es visualizar lo no percibido, descubrir “lo invisible” y llegar a entenderlo. Lo hasta aquí dicho, no resulta suficiente, ni siquiera cuando ya la nanotecnologia cobra crédito tecnológico.
Otros hablan de la hipótesis del proceso implícito, como fundamento de la Física y Química Cuántica. Es también, quizá más obviamente, un fundamento de la psicología y por lo tanto, de la Medicina Psicosomática.
La hipótesis de que imágenes y actitudes específicas pueden nutrir la salud o enfermedad, refleja la hipótesis del proceso implícito. Así también ocurre con la hipótesis de que “la energía amorosa” puede nutrir la salud, del mismo modo que “la energía tóxica” (de ciertas máquinas o personas) puede comprometer la salud.
Más alucinante, pero no menos socorrida es la teorización del “Despliegue Creativo” y los Modelos Intencionales. Se dirige a aspectos de la salud que son típicamente categorizados como humanísticos y místicos, aunque no exclusivamente. Esta hipótesis ha sido vista en las Matemáticas modernas y en la Biología evolutiva (Moreland 1994). Los conceptos claves incluyen planes, intenciones, orden y crecimiento.
Hay quienes se preguntan entonces por cosas tales como ¿Cómo hacen las partes para juntarse y llegar a ser un todo? ¿Cómo hacen los sistemas para crecer y evolucionar? ¿Cómo llegan las cosas a ser caóticas? ¿Enfermarse refleja desorden u orden? ¿Implica la existencia de salud, un plan para la salud?
Razones se encuentran de sobra para quienes especulan acerca de la existencia o no de un orden complejo, que no surge a través del azar sino que emerge desde situaciones explícitas o implícitas, intenciones y planes. Porque los organismos no llegan simplemente a ser; ellos emergen como una expresión de un diseño complejo y flexible. Este diseño, o plan, es generalmente concebido para ser almacenado como un programa biológico (el exquisitamente complejo código genético)
Todavía mayor es la hipótesis de la Diversidad Integrativa. Esta hipótesis ha estado asociada con disciplinas específicas, principalmente con la Física y la Astrofísica, en su búsqueda por grandes teorías unificadas y teorías de cada cosa.
Al parecer, las hipótesis sucesivamente nos alejan de los “problemas concretos”, pero no es así, considero que en realidad todas esas hipótesis nos aportan modos diferentes. En general muchos libros de filosofía relacionados con la medicina, en lugar de seguir la naturaleza en su discurso filosófico, han tomado la vía de la ciencia constituida, cuando para la filosofía el camino gnoseológico es imprescindible de percibir a realidad y repensar lo que hacemos para mejorarlo.
No obstante una de las claves del reflexionar filosófico se halla implícito en la Física Cuántica, dado por la existencia de la conocida y profunda paradoja filosófica y empírica, que nutre el “principio de complementariedad.. De nuevo las “entidades” subatómicas, tales como los fotones y electrones, son descritos y observados funcionando como partículas en algunos contextos (localizadas en el espacio) y como ondas en otros contextos (distribuidas en el espacio).
Según la Tipología de las Hipótesis del Mundo y una Medicina , resulta que las hipótesis clásicas del mundo (formalista y mecanicista), las hipótesis modernas del mundo (la contextual y la organicista) y las hipótesis visionarias del mundo (la del proceso implícito, la de la causalidad circular, la del despliegue creativo, y la de la diversidad integrativa) – generan tres enfoques médicos, cada uno de los cuales puede ser citado como una parte de la realidad que para unos es un camino, mientras para otros no sería. En fin de cuentas, toda la investigación médica está enredada en una dificultad parte-todo, tocando sólo una parte de un todo que esencialmente permanece no visto. En cierto modo, la industria médica como negocio busca la parte, no el todo, porque según el capitalismo más descarnado, si el médico enfoca el todo, desaparecería como médico.
Por todo lo anterior es posible afirmar que el desafío aludido a la Medicina Psicosomática y a la Medicina en general, nos señala que si queremos avanzar, no podemos descuidar cómo representarnos la salud y la curación como un todo integrativo.
No importa si la lista de las hipótesis del mundo probablemente continuará creciendo. En otro aparte podemos señalar algunas mas, pero lo que cuenta ahora es tomar conciencia de este punto de partida, facilitar las interpretaciones acerca de dónde encajan nuestros descubrimientos, para poder luego especificar la totalidad de la Salud como la entendamos. Eso equivaldría a ayudarnos en general a crear verdaderamente visiones unificadas de teorías transdisciplinarias de la Ciencia, que nos permitan, a un país como Cuba, verificar por dónde van las afiliaciones teóricas culturales.

Por ejemplo, lo que se devela con cierto peso para la Didáctica actual de las Ciencias Medicas son ciertos límites en la concepción entre el Macro-mundo y el Micro-mundo. Contradictoriamente a manos de esa añorada teoría sobe la unificación total del campo, es necesario reconsiderarlos, debido a que es evidente que ninguna teoría física es absoluta y que todas tienen un rango de validez, fuera del cual se vuelven inútiles.
Esta última afirmación es general para todas, incluyendo las teorías que descansan en los cálculos de masa y peso atómico, que no se pueden extrapolar al mundo subatómico, y deben repensarse.
Es decir, como señalaba Einstein, deducir de las leyes del Macro-Mundo las leyes del Micro-Mundo debe ser una tarea esencial, pero lo cierto es que de la Física Gravitacional pasamos a la Cuántica, y a medida que se van descubriendo nuevas cosas, la Física, aunque mantiene su credo en el paradigma actual, empieza a tener el otro ojo puesto en otras nuevas concepciones.
De ahí que a veces nos sintamos tan estimulados, por terapias como la neural o la de holograma, que si bien nacen en el mecanicismo occidental con aguja, su concepción, sin embargo, es muy sugerente, al buscar tomar en cuenta el todo.
Desde el punto de vista teórico hay explicaciones loables del Micro-mundo, para la interacciones complejas se utilizan muchos algoritmos que son puramente matemáticos. Por su parte, el Método de los Campos Autoconsistentes de Hatle - Fock o la Teoría de los Operadores de Drac, entre otros, constituyen varios ejemplos de los intentos por hallar congruencia a ambos mundos.
Merece especial comentario el papel asignado a la Física Estadística debido a su papel tan importante en determinar los fenómenos, pero a la vez tan limitado, dado que su intento por explicar el micromundo desde sí mismo parte de supuestos puramente matemáticos. Por ejemplo, la función de estado: una forma que ubica n variables, hace que a partir de ésta, se generen modelos matemáticos, para intentar explicar la esencia de algunos fenómenos, lo cual no es convincente por la aparición constante de otros nuevos. De aquí que nos sigamos preguntando si la Medicina tiene la única opción de avanzar científicamente por razonamientos algorítmicos, fórmulas o modelos. El micro-mundo es incognoscible porque para poderlo conocer tendríamos que estar dentro de él, de ahí el Principio de Incertidumbre. . Luego el doble carácter que conforma a las Medicinas diferentes no debiera nunca olvidar que también debe ser remitido a su condición de ser Arte, en tanto Ciencia de lo Singular.

6- Sobre escalas entre el macro-mundo y el micro-mundo
Sobre lo que insisto es que también es problema de los que se interesan por la Medicina desde cualquier ángulo, pensar en qué lugar teórico estamos anclados.
Ese todo que dividimos en mundos separados. Esquema 1


Es preciso indicar que las partículas elementales –que de continuo siguen apareciendo-, se clasifican por el momento, en:
1) Partículas de vida larga. Vida media mayor que 10 a la menos 23 segundos de tiempo elemental,
2) Partículas de vida corta, Vida media menor que 10 a la menos 23 segundos,
3) Partículas metaestables, como los mesones, con alcance aproximado de 10 a la menos 13.
Hay otros dos conceptos asociados a su explicación que no podemos separar.
Hay que considerar, además, como elemento nunca ausente, los distintos patrones de interacción:
La Interacción electromagnética, que tiene un alcance ilimitado: la intensidad de campo es entre 100 y 1000 veces menor que en las interacciones fuertes. Es la responsable de que los electrones se mantengan unidos a sus núcleos. (Por cierto, los fotones son los cuantos de los campos electromagnéticos correspondientes)

La Interacción fuerte, que actúa a nivel subatómico. Ejemplo: los protones de los núcleos se repelen eléctricamente, lo que no obstante no impide que el núcleo atómico sea estable porque la fuerza de unión (la interacción fuerte) es muy grande.
La Interacción débil, aunque discutible según articulo aparecido en la revista Nature, se plantea que tiene un alcance menor de 10 a la menos 13 cms con una intensidad relativa de 10 segundos a la menos 5, es responsable de la descomposición radiactiva de ciertos núcleos.
La Interacción gravitatoria, de alcance ilimitado, puesto que la intensidad de campo relativa es de 10 segundos a menos 40
En la microfísica de las partículas elementales la interacción gravitatoria no influye por lo que se conoce hasta hoy día.
Lo que es evidente es que la magnitud relacionada con la dimensión del mundo cuántico hoy día nos pone barreras teóricas al pensamiento. Recordemos que existen casi mil millones (9,746x 10 a la 8) de veces mas cuantos interactivos (bosones intermediarios y, en español, fotones), de los cuales nosotros, dado nuestra capacidad perceptiva, sólo podemos percibir un pequeño segmento, aquel que corresponde a la luz visible.
¿Por qué toda esta digresión del tema central?
Si nos limitamos a la sustancia, es decir, a la materia portadora de masa, sólo tenemos acceso aproximadamente a una milmillonésima parte de la realidad.
Con el desarrollo de la Teoría Cuántica la atribución de "realidad" a ciertos estados y procesos se tornó problemática. Para entonces nadie dudaba que los átomos existieran; la cuestión se desplazó al significado con el que debería dotarse al concepto de “existencia real”.
Ese vacío, que a nosotros nos llena de dudas, para la sensibilidad taoísta es la madre de todas las cosas; de las que son y de las que no son, de este mundo y de todos los mundos posibles. Por eso, en ellos no suscita temor, sino respeto, un jubiloso respeto. La escisión manantial es ahora muy otra que la del ser/no-ser, es la escisión ying-yang. Entre ambas hay dos diferencias radicales. Una: la primera es asimétrica, la entidad de cada lado de la distinción es bien distinta, es más, uno de los lados de la dualidad no tiene entidad, sencillamente no es; en la segunda sí hay simetría.
La otra diferencia está en que este tipo de barra china no aísla, sino que habla de conjunción. La barra que conjuga las oposiciones y abre el abanico de los posibles es "no": articula las oposiciones, la apertura a todas las posibilidades (entre las cuales se encuentra ésa a la que llamamos realidad). Esa barra es el Tao, que lejos de ser algo de lo que hay que huir o a lo que hay que taponar como sea, es algo a lo que buscar y respetar en su vacuidad.
Si las Ciencias Sociales se asentaron siguiendo una secuencia epistémica de las

Ciencias Naturales como con la Física, es de subrayar que por su parte ésta última no

tiene el problema de la auto-referencia, como en las Ciencias Sociales y la Medicina.

Según ese esquema, es en parte lógico que el modelo de pensamiento científico de

las Ciencias Naturales no responda al más profundo de los problemas con que se

debaten las ciencias del hombre, dado que al fijar el método (que crea la Física)

como criterio de verdad científica, se forzó la naturaleza biológica. La Física clásica,

al estudiar el microcosmos del átomo, se encontró con el sujeto y su acción como

observador sobre el objeto. Con la Microfísica, la interactividad entre el sujeto y el

objeto del conocimiento estableció una relación de incertidumbre, ya que en el campo

de las partículas elementales no se cuentan con instrumentos de medición no reactiva

en relación con la posibilidad de conocimiento.

La premisa de la modificación del objeto de conocimiento a raíz de la acción de
conocer, cuestiona como tal la pretensión epistemológica de las Ciencias Sociales (y
la Medicina), al menos en la medida que ésta se orienta hacia el modelo de
conocimiento idealizante de las Ciencias exactas. En general, la situación
epistemológica del conocimiento socio-científico y por extensión, médico, se
encuentra delineada en parte por las propiedades del sujeto y la interacción entre éste
con el objeto, es decir, que está determinada subjetivamente. Por lo demás, es uno de
los problemas más discutibles entre los procesos de conocimiento en las Ciencias
Sociales, de la cual no se evade la Medicina por su condición de Ciencia aplicada.

7- Interrelaciones entre el Micro y el Macro Mundo

Cuando el número de individuos en una clase se hace muy grande, la especificación de su macro estado por medio de la edad media de sus miembros puede ser el único camino abierto a nuestra inteligencia limitada para saber algo del atributo edad. Esta dificultad, creada por la aglomeración de números en un grupo, se acentúa mucho más en la Mecánica Estadística. Por eso, la Mecánica Estadística intenta resolver el problema práctico, al tratar de captar el movimiento del conjunto completo de moléculas por medio de un estudio estadístico del grupo. Por ejemplo, calcula la energía media del conjunto de moléculas y la identifica con la medida de su temperatura. El problema mayor sobreviene cuando intentamos extrapolar estos procedimientos a otros ámbitos como seria por ejemplo la dispensarización de la población anclada en entidades nosológicas. Es decir a toda costa establecer niveles de enfermedades y salud siguiendo criterios de medición de frecuencias. No tendría que ser así. En Iridoanálisis se pueden y debe las personas clasificas por es estado que muestran su constitución regular, buena o mala. En el caso del estudio del iris como sistema biométrico se toma en cuenta las características de esa disciplina conocida por la Biometría, basada en las características de que todo sistema biométrico, requiere de:
Universalidad: Toda persona debe poseer dicha característica.
Unicidad: Dos personas se deben diferenciar según dicha característica.
Permanencia: La característica debe ser suficientemente invariable.
Cuantificación: La característica se pude medir.

El iris nos muestra la constitución corporal de la persona así como sus fuerzas y debilidades, la salud que se tiene y los cambios que ocurren en el organismo, de acuerdo a los hábitos y a la calidad de vida que se ha llevado. La constitución de un paciente debiera ser uno de los aspectos más importantes que debe considerar el médico, ya que nos indica el estado del organismo para tolerar más o menos el o los tratamientos que se piensen aplicar.
De la misma forma que a cada macro estado de un grupo, definido por los valores medios de uno o más de sus atributos, le corresponden, en general, muchos micro estados del grupo –tanto como micro elementos-, que conforman el sistema bajo estudio, hace que al conformarse el sistema bajo estudio, el macro estado del movimiento de las moléculas sea definido por la velocidad media de sus moléculas (o lo que es lo mismo, por su temperatura), le corresponden muchos micro estados de su movimiento molecular. Si reconocemos por esa vía un número grande de microestados distintos en movimiento, cada uno de los cuales puede pertenecer a un macro estado con la misma velocidad media por molécula. Estamos estandarizando algo que ayuda en algunos casos, mientras se generaliza innecesariamente en otros. Las nociones de lo normal y lo patológico están plagado de esa generalización tendenciosa cuando giran alrededor de las entidades nosológicas, que por lo demás son tan necesarias.
Lo hasta aquí dicho no contradice el sentido de las mediciones exactas que deben incluirse en las practicas médicas.

Para el desarrollo de la Iridología contamos con los antecedentes que se basamentan

en colocarse frente a una cámara, con los ojos correctamente alineados en su campo

de visión. La cámara genera una imagen que es analizada por medio de los algoritmos

de Daugman para obtener el IrisCode personal, un patrón único del iris que apenas

ocupa 256 bytes de información. Tan reducido tamaño permite una rápida búsqueda

de su homólogo en una base de datos hasta identificar a su propietario. La Biometría

da nuevos pasos en la identificación de patrones, proceso de los cuales las

identidades nosológicas médicas en general, se resentirán.

Si el elevado grado de precisión de los sistemas de reconocimiento de iris los ha convertido en potentes aliados de la banca y el comercio electrónico, ¿porqué no de la Medicina también? Delegamos posibilidades de inferir estados situacionales, demasiado en valores físicos como la temperatura, la luminosidad o el peso. Toda medida cuenta con inconvenientes que no le permiten ser superior a otras.
Para nuestros inexactos sentidos, un cuerpo en cualquiera de estos microestados distintos parecerá estar a la misma temperatura, pero detrás de la aparente estabilidad de su velocidad o temperatura media se está produciendo un cambio continuo de transiciones de un micro estado a otro, que no puede ser detectado por la simple medida de la temperatura del cuerpo. Los sociobiólogos y los behavoristas raramente incursionan en esos micros estados para apoyar sus deducciones. Un macro estado pueden tener tanto micro estados como partículas tenga el sistema macro estado, lo cual quiere decir que independientemente de los parámetros de estado del macro estado, al nivel de micro partícula; ésta puede encontrarse en cada uno de los estados posibles. Por ejemplo, en un gas hipotético de 10 moléculas, cada una individualmente tendrá una cantidad de movimiento que no coincide con la de otra; sin embargo el conjunto obedece a un solo macro estado. Lo que me permite razonar de igual modo que una de esas partículas pudiera en un momento dado, sobrepasar la media de una forma muy diferente y desencadenar un cambio de estado (un cambio de estado no perceptible desde el punto de vista macroscópico, pero que si afecta a todos los micro estados). Al pinchar un dedo estoy destruyendo parte del micro estado por donde pasa el objeto, por analogía, es como si yo aplastara un insecto cualquiera. Indudablemente no he producido un cambio en éste, simplemente lo que hice fue destruirlo. Algo similar tiende a hacer en el trabajo médico que, por su parte, lo que busca es el macro estado, no le interesa el micro estado. Por eso, la enfermedad pudiera ser definida como uno de los desequilibrios desencadenante por resonancia en que se encuentra el sistema.
El estado de MÁXIMO ORDEN INTERNO U ORGANIZACIÓN en el movimiento molecular, tiene una PROBABILIDAD TERMODINÁMICA MÍNIMA, existiendo solo un micro estado entre todos los posibles. Por otra parte, cuando el estado de movimiento de las moléculas en el cuerpo es altamente desorganizado o anárquico, siguiendo cada molécula su propio patrón caótico, el número de microestados que nos lleven a uno y el mismo macro estado es mucho más numeroso, con lo que la probabilidad termodinámica se hace muy alta. Es obvio que este estado de GRAN PROBABILIDAD TERMODINÁMICA proporciona mucha menos información sobre la estructura de los movimientos internos, ya que existen muchas más alternativas entre las que escoger, lo cual no quiere decir que poco importe. En realidad el término cuerpo no es exacto, por lo que seria mejor llamarlo el sistema de partículas materiales. Este concepto estaría vinculado a la Teoría Cinética Molecular, más que a los cuerpos densos o sólidos.
¿Pudieran interesarnos conceptos tales como entropía para interpretar los fenómenos médicos?
En el caso de la entropía, sirve para dos fines relacionados entre sí: I- Es lo que Eddington llamó "la flecha del tiempo", es decir, un indicador de la tendencia de los procesos naturales. II- Ella nos revela cuantitativamente la estructura estadística de movimientos internos en forma muy parecida a como lo hace la Teoría de la Información con nuestro conjunto de mensajes. Más aún, lo hace en forma análoga, ya que tomamos la entropía como el logaritmo de la probabilidad termodinámica de un macro estado, tal como medimos la información de un mensaje por el logaritmo de la probabilidad de su aparición.
Evidentemente la información y la entropía son dos caras de la misma moneda, en el sentido de que el orden interno u organización, implicando un mayor conocimiento o información de la composición interna del sistema, va siempre acompañado de una probabilidad termodinámica baja. En cualquier sistema dado, cuanto mayor sea el número de estados microscópicos correspondientes a cualquier macro estado dado, mayor será su entropía. De aquí se deduce que la entropía es una medida de nuestra ignorancia en el conocimiento de la estructura ultramicroscópica. En otras palabras, la entropía es el negativo de la información.
L. Brillouin creó el término "neguentropía" acortando la frase "negativo de la entropía.
Todo lo anterior nos enfrenta, en el caso de la Biofísica y la Medicina, a la necesidad de disponer de nuevos conceptos que reflejen la particularización compleja de estos avances del saber en cada una de las disciplinas a ellas asociadas. Cada vez más se hace ostensible que el interés de las nuevas visiones de la realidad, sobre todo en cosmología - en relación con la Física Cuántica -, la constitución de la materia y la Teoría del Caos, debe alcanzar a la Medicina, como parte de ese selecto grupo de disciplinas matrices que permanentemente intentan perfeccionar nuestros fundamentos de la realidad.

8- Errores de percepción.
Se van deslizando entonces nuevos criterios de percepción que un mundo globalizado al menos tiene que reconocer, porque implica un cierto proceso de democratización, aunque sea victima también del Neoliberalismo con su enorme efectividad en lo que toca a la destrucción de la diversidad natural y cultural. Por esta razón, el tema de la semántica de lo diverso no es tratado aquí en forma desligada de su conexo con la universalización acelerada de una monocultura que ejerce control técnico ilimitado sobre todas las demás, al tiempo que parece haber perdido el control sobre sí misma. Cierto Hábitus Científico da cuenta de ello en el mundo occidental caracterizado por un tipo de Semiología Médica demasiado cerrado.
Un lingüista como Noam Chomsky sugirió que nuestra Ignorancia se podía dividir en problemas y misterios. (¿Pero cómo lo percibimos?) Decía: Cuando abordamos un problema, puede que no sepamos su solución, pero tenemos intuición, un conocimiento cada vez mayor y ciertas ideas de qué andamos buscando. Cuando nos enfrentamos a un misterio, sin embargo, sólo podemos quedarnos mirando fijamente, maravillados y desconcertados, sin siquiera saber qué aspecto tendría una explicación”.

Ciertamente tienen mucho que ver las hipótesis con las cuales interpretamos el mundo desde la antigüedad. Recientes investigaciones de la Universidad de Harvard demuestran que los errores de pensamiento son errores de la percepción y no de la lógica, porque la mayor parte del pensamiento se origina durante la percepción. Por lo tanto, si la percepción es equivocada, no importa cuál sea la lógica: el resultado estará mal." Y en el campo médico hay innumerables formas de percibir las enfermedades al igual que la salud.
Nadie entonces parece que pueda negar que los hechos científicos requieran ser contrastados con algunas características, con el propósito de asegurar su solidez. En los casos médicos, aunque no son tenidos por hechos científicos o pruebas, pueden de ellos derivarse “pruebas preliminares” cuando concuerdan con la teoría que los explica o en su defecto hablar de otro tipo de “pruebas anecdóticas”, ésto ultimo se considera privativo de la Medicina alopática, sin embargo, el que un hecho refuerce o no la teoría en cuestión es general para cualquier Medicina. Lo más común es que un medico, cuando piensa en su plan terapéutico, lo haga de acuerdo con su entrenamiento y capacidad. Por esta razón es que resulta necesario discutir este concepto y analizar las características o propiedades que deben cumplir para ser considerados como tales.
Si habláramos de “hechos científicos” su identificación en la etapa empírica del conocimiento debe incluir la acumulación y la elaboración primaria de los datos empíricos, pero ¿cuál recolectar y someter a prueba a cuáles? Si existe una relación directamente proporcional con la región de la Ciencia que utiliza el método, esto se traslada a las medicinas diferentes. Al menos aceptemos que muchos “hechos” están quedando fuera entonces si permanecen dentro de una sola lógica o principio de racionalidad médica.
A lo anterior se le suma otro problema, aquel que aparece cuando se particulariza un tratamiento mediante una técnica alternativa o se habla de factores o procesos hasta ese momento desconocidos, sencillamente su información relevante se vuelve muchas veces incomprensible o es desconocida simplemente. Es decir, no sólo la terminología, intraducible muchas veces, sino la relevancia de los datos significativos que aportan sus incidencias obtenidas por tabulaciones de los reportes nos dice muy poco, amen de los que por perjuicios le restan importancia o credulidad de antemano.
Entre esos factores de riesgo se hallan los ambientales, que inciden de una forma casi “imperceptible”, subliminal, insidiosa y que pueden ser medidos, registrados, así como previstos y corregidos en parte. Aquí es preciso recordar que algo similar se encuentra en la historia de la Física: si la Mecánica Clásica estudia el mundo real observable, asequible a los sentidos ordinarios, ya con la electricidad y el magnetismo se cruzó cierta frontera que significó ir mas allá de lo que se compartía hasta ese entonces como la “realidad percibida”. Se trataba de los campos eléctricos y magnéticos que, aunque reales (en su existencia), no son aprehensibles a través de los sentidos ordinarios.
La Radiestesia, como la Mecánica Cuántica, va todavía más allá al estudiar fenómenos que no sólo no son asequibles a los sentidos ordinarios, sino que además, rompen con los esquemas de la lógica usual (de la vida diaria. Una vez más vemos que a través de esta evolución el concepto de realidad se ha extendido, para incorporar cada vez aspectos más inaprensibles del mundo.
En términos de Lógica Formal, la connotación y denotación de los conceptos que se citaran mas adelante veremos que no cuentan con acuerdos generales de la comunidad científica para sistematizar sus definiciones y usos, lo cual doblemente nos obliga a prestarles atención teórica y práctica, por la alta incidencia que tienen en los servicios y los programas de salud, al disponer ya muchos de formas aplicables, que ya resultan imprescindibles para el desarrollo de las Ciencias Medicas.
No olvidemos también que entender como funcionan las representaciones en la percepción de los riesgos por parte de la sociedad es el primer paso para reconsiderar la manera de abordar la comunicación científica. Si no se consigue tener en cuenta las características particulares de los debates sobre las controversias científicas, siempre que surja una crisis se producirán inevitablemente malentendidos entre los responsables políticos, los científicos y el público en general.


9. La interpretación de los procesos vitales

En el caso de los procesos vitales, las magnitudes entre 10 a la menos 23 y 10 a la menos 35 para el continuo espacio-temporal, es decir, los elementos y partículas elementales con y sin masa desempeñan un papel decisivo. De aquí emanan los procesos de información e inducción, en tanto que las pequeñas moléculas de H20, actúan como portadoras y trasmisora de información.
En el caso de los Bosones elementales:
Gravitón - masa=0 Interacción de la fuerza gravitatoria; afecta a todas las partículas, aunque es una partícula hipotética y no se sabe aún como actúa el mecanismo gravitacional.
Bosones W y 2 -Menos EGB
Interacción “débil” afecta a todos los fermión es.
Fotón - masa=0 Interacción electromagnética (afecta a todas las cargas) Tiene una masa cero en reposo, por lo que no puede existir en dicho estado. Se constata en parte como la vida esta ligada al movimiento y la velocidad de la luz como uno de los límites naturales.

Glucón - masa=0 Interacción “fuerte”, afecta a todos los quarks
Muchas de las discusiones en torno a la racionalidad científica que presiden las explicaciones médicas se han quedado en la concepción de la materia como sustancia. Esto es gráficamente representable por los líquidos, sólidos y gaseosos, de los estados de la materia; mas el vacío, queda fuera desde la perspectiva médica oficial, si apela a las partículas elementales para explicar un proceso.

Nos apoyamos en lo tangible de los estados: sólido, líquido y gaseoso, pero como el vacío se ubica dentro del numero de Avogadro de 10 a la menos 23, no encontramos razón para adentrarnos en ese estado. Aquí huelga llamar una vez más la atención de que los “hechos científicos” de interés para la Medicina, no suelen ser concebidos en una cuarta escala, por considerarse vacía de elementos materiales, lo que los hace intrascendentes, dada la excesiva instrumentalización.

Luego, hacer entender que con el estado de la materia concebido como vacío sí hay muchas cosas por hacer, se debiera convertir hoy más que nunca antes en el gran reto para los programas de Salud Pública y las Ciencias Médicas de las Universidades Alopáticas.
Dentro de las escuelas de Medicina en los currículos de estudio se imparte una Bioquímica en la que se retoma la concepción newtoniana aludida, pero el nivel de existencia de otros planos de la materia estudiados –como los de las micro partículas por la Biofísica- no se halla incorporados suficientemente a la carrera de estudios médicos.
Se pudiera pensar que constituye un problema de procedimientos científicos, basados en el sistema de conocimientos de las Ciencias Básicas establecidas en que radican las Ciencias Médicas, haciéndola concebir como un área de la realidad de la acción de los mecanismos (la sustancia, con peso específico) y no la del campo magnético. Pero hay más, por los integrantes responsable de la literatura mundial, como la prensa, la radio y televisión, todavía esta generalizado hablar de problemas materiales e inmateriales, como si aludieran a dos fenómenos que no se encuentran encadenados como sistema a la unidad material del mundo.
Lo desalentador en ésto, es que no sólo queda fuera una parte de la realidad de la salud y la enfermedad, sino que no se ponen en discusión distintos principios de racionalidad acerca de cómo concebir la Ciencia, las creencias médicas y la naturaleza del ser humano, sobre lo cual no existe ningún consenso en el mundo, sino más bien intereses diversos:
Ante todo, los intereses de una poderosa industria farmacéutica que ocupa una de las primeras plazas en la Economía mundial, después de la industria del petróleo, la guerra y las drogas; se halla montada sobre la base de las drogas y su expendio a escala global, por citar tan solo un ejemplo de esos intereses. Los intereses corporativos de las diversas asociaciones profesionales y universidades y los de los propios profesionales que realizan la práctica privada de la profesión se incluyen también. Todo conspira para opacar la visión de estos nuevos elementos y, muy especialmente, para frenar su introducción en los Curricula de nuevos profesionales .
.10-La Sociobiología y el Behaviorismo.

Son dos simples muestras de lo que pudieran influir las nuevas nociones sobre el estudio de las conducta de los animales y los seres humanos, al tomar en cuenta factores hasta ahora no tenidos en cuenta.
En los primeros se sabe por observaciones empíricas que los animales no se echan a dormir sobre zonas patógenas; por mediciones directas se puede comprobar que las mismas afectan por igual a las personas.
La Sociobiología, a pesar de algunas orientaciones discutibles, escuelas y autores, tiene en su haber el núcleo racional de comparar hábitos y conductas que, fuera de la lógica humana, aportan datos de interés a las explicaciones provenientes del hábitat. El porqué se silencian esos estudios no debe responder sólo a prejuicios ideológicos, sino a algo más profundo, relativo a las concepciones que tenemos de la Ciencia. Los sociobiólogos no sólo se dedican a interpretar los comportamientos humanos en función del óptimo genético, tratan a su modo de reconstruir los orígenes y las evoluciones del conocimiento. Su validez descansa en que aporta nuevas elementos mediante la observación de fenómenos que se repiten o pueden hallarse en las personas.
Inclusive el Behaviorismo en sus diversas escuelas y tendencias, que intentan descubrir leyes científicas que permitan describir, predecir y explicar las relaciones entre estímulos y respuestas, cuenta con pocos estudios que muestran qué factores físicos provenientes del Cosmos o de la Tierra puedan alterar los resultados del clásico esquema estímulo-respuesta. Obsérvese que su principal instrumento científico- observación controlada de respuestas en laboratorio-, sostiene que los éxitos en aprendizaje y en comportamientos sencillos como por ejemplo, leyes que predicen cómo la frecuencia con la que las ratas accionaran cierto dispositivo si se les recompensa con comida, dieron origen al argumento de Skinner de su famoso dilema teórico sobre los estados mentales.
El suponer que hay estados mentales que intervienen entre unos estímulos y pueden intervenir de forma regular, no lo hacen adquirir el rango de predictibilidad; aunque si se verifican en tanto intervienen de acuerdo con alguna regularidad objetiva, puede formularse esa ley que relaciona estímulos y respuesta e ignorar los estados mentales, de modo que si no intervienen, de todos modos queda sobre el tapete que algunos factores han quedado fuera del control como variables, quizás porque siguen siendo despreciables al no considerarse sus magnitudes como medibles o calificables.

11- Medicina vibracional o de frecuencias.

Como un resultado de lo anterior, la Medicina Vibracional hoy no se encuentra expandida como concepto en el campo de las Medicinas, por lo que pudiera decirse que más que para llamar la atención de los lectores hacia un área o concepción nueva de la Salud, es una forma de reagrupar numerosos estudios terapéuticos, que si cuentan con apellidos propios.
Numerosas instituciones han demostrado fehacientemente que en el Universo todas las estructuras atómicas emiten ondas electromagnéticas (EMF), que en el lenguaje práctico identificamos como vibraciones.

Con ese nombre se pretende denotar que se aspira a integrar lo antes expuesto y lo que se quiere es destacar en parte que se usa un sinónimo de frecuencia de energía, vibración. Por ello, diferentes frecuencias de energía reflejan variados rangos de vibración. Este último fenómeno es apreciado de una manera sencilla. En cambio las frecuencias requieren de instrumentos que parecen más próximos a las necesidades de la industria que del cuerpo humano. Dos palabras que a veces creemos que son distintas, aunque una de ellas sabemos desde niños que existe y son medibles. De aquí que se insista en un recordatorio indispensable, aquel que nos habla del famoso trío de ‘fuerza de campos, frecuencia y modulación’
Nadie duda que las ondas electromagnéticas puedan representar un peligro para la salud. Decisivo para ampliar esto es, además de la fuerza de los campos y la frecuencia que muy en particular constituyen el contenido del campo, su calidad, su “recuperación”, llamada modulación en los casos de alta frecuencia. En este caso la alta frecuencia se traduce como una baja longitud de onda que por debajo del ultravioleta es muy dañina, porque interactúa con los elementos microscópicos como las células, los átomos, etc.
Electricidad y magnetismo son inseparables, en nuestro cuerpo circulan constantemente pequeñísimas corrientes eléctricas ligadas a los influjos nerviosos y al transporte de información de una neurona a otra, las cuales se presume que partan del cerebro y circulen por el resto del cuerpo creando campos magnéticos extremadamente débiles. Así, el campo magnético generado por la
actividad del corazón con ayuda de un magneto encefalograma, es de unos 5x10-7 gauss.
Basado en estos conocimientos ¿quien puede negar que el ser humano es un conductor eléctrico, un campo magnético, un emisor de radiaciones, etc.? detectables a partir de las tecnologías actuales. En analogía con las galaxias, en el centro de la Galaxia se encuentra la mayor parte eléctrica y se va reduciendo hacia la periferia. El cuerpo esta diseñado para que en su centro se encuentre la mayor carga energética y en la piel los elementos capaces de comunicarse con el interior, igual que las estrellas mas alejadas del centro de la Galaxia son más autónomas por hallarse más alejadas del centro.

12-Información y modulación
La modulación de una onda esta relacionada con una señal grabada (modulada) sobre un portador y puede ser tanto de alta como de baja frecuencia. Lo que existe es una matriz de onda sobre la cual se arma la modulación como señal descodificable.
La radiación cotidiana de alta frecuencia es evidentemente menos crítica, no por su cantidad, por la fuerza de los campos, sino por su cualidad, la modulación. Sucede a veces que la fuerza de los campos aumenta excesivamente, con tal magnitud que se inicia un calentamiento local del cuerpo.
La modulación nunca puede existir independientemente de la fuerza de los campos, mientras que un campo podría extenderse sin modulación. Los transmisores de alta frecuencia son más o menos fuertes y se modulan de las más diferentes formas. Existen fundamentalmente tres tipos diferentes de modulación:
1. La modulación de la frecuencia (FM) es, por ejemplo, la que se utiliza en las transmisiones de ondas radiales ultracortas,
2. La modulación de las amplitudes (AM) que está presente, por ejemplo, en los transmisores de onda corta, larga y media,
3. La modulación del pulso (PM) que es la que existe, por ejemplo, en las redes de teléfonos móviles (red D, red E), transmisiones direccionales y radares.
De acuerdo con todo lo que se sabe hasta hoy la modulación de la frecuencia desde el punto de vista biológico es relativamente innocua, la modulación de la amplitud ya es un poco más crítica y el pulso de baja frecuencia es la que implica más riegos de todos los tipos de modulaciones. Esto significaría que el efecto biológico de una radiación muy débil, pero pulsada es más crítica que una radiación de frecuencia modulada, es decir, un emisor de red D ó E débil provoca más daños que un fuerte emisor de ondas ultracortas.
Sólo la fuerza de los campos, la frecuencia y la modulación provocan unidos el efecto biológico. La fuerza de los campos y la frecuencia solos - sin modulación crítica - podrían, al menos en las intensidades típicas de la vida cotidiana, carecer relativamente de importancia, pero es el caso ¡solo se mide en los laboratorios de Física!
En relación con las altas frecuencia no debemos perder de vista estos dos aspectos principales: el efecto térmico (desarrollo de calor, que sí se tiene muy en cuenta en el diagnóstico médico), que se define en Física como provocado por una fuerza de campo demasiado elevada y el efecto no térmico (estímulo biológico sin desarrollo de calor) provocado por el tipo de modulación y la frecuencia.
La enseñanza es que el terceto fuerza de campo, frecuencia y modulación, por tanto, no pueden tenerse en cuenta nunca por separado uno del otro, a la hora de la evaluación biológica. En el momento de medir las altas frecuencia hay que prestar atención al hecho de abarcar fuerza de campos y modulación, no uno u otro. Sólo después de conocer los tres fenómenos de alta frecuencia y baja frecuencia es posible llegar a cuidadosas conclusiones.
El inadecuado uso del término "energía" ha conducido al mal entendimiento y el rechazo subconsciente de aplicaciones médicas útiles y prácticas. Sin embargo, los últimos conceptos biofísicos cuánticos pueden proporcionar un entendimiento de los mecanismos de transferencia de energía en el nivel orgánico de los seres vivos. Estos conceptos establecen una base para la explicación biofísica de las nociones orientales de meridianos de energía, canales y puntos de acupuntura, además de los fenómenos casi incomprensibles de trasmutaciones biológicas de unos elementos en otros. Fue Luis Kevran, Premio Nobel, quien demostró fehacientemente los mecanismos de transmutación biológica de unos elementos químicos en otros, al comprobar con numerosos experimentos la conversión por ejemplo de silicio en calcio o de manganeso en hierro, etc. a escala de procesos biológicos. En uno de sus experimentos unas gallinas totalmente aisladas de un medio rico en calcio, pero con la posibilidad de consumir silicio por medio de láminas de mica, ponían huevos normales. Poco tiempo después también descubrió que las plantas hacían este tipo de transformación de unos elementos en otros, cosa solamente comprobable en estos momentos por la Física de altas energías. ¿Cómo es posible que este conocimiento no este generalizado en la cultura médica? ¿Será por que es una prueba irrefutable de las ventajas de la Macrobiótica que postula, por ejemplo, que hay más calcio en un puñado de hojas de zanahoria fresca, que en un concentrado farmacéutico de calcio?

13-Una mirada desde la célula.
Los desequilibrios energéticos en el organismo humano no lo registraba ningún equipo convencional hasta hace unos años. Ahora sin embargo, podemos decir que si la Ciencia ha conseguido medir la longitud de onda de la célula, entonces, pudiéramos afirmar que el órgano que se compone de células determinadas, también debe tener una longitud de onda propia como órgano; lo mismo sería aplicable a los seres vivos. Como se dijo anteriormente, la célula funciona como un sutil circuito electrónico resonante que es capaz de vibrar ante las frecuencias electromagnéticas del medio, de forma selectiva en función de su propia característica (función y organismo) y la característica de la radiación (frecuencia, amplitud de onda, forma de onda e intensidad. El ambiente ionizado producido por las radiaciones favorece la aparición de radicales libres que dañan la membrana celular.
Al cuerpo humano (por traslación) le debe ocurrir lo mismo. Tiene que dar una resultante determinada dependiendo de las vibraciones celulares de los órganos y otros. Entonces, si se descubre que una longitud de onda es la óptima para cada cuerpo o vehículo del ser humano, sería mensurable cuando ésta degenerase perdiendo su propia longitud de onda, o sometiéndola a un equilibrio. En esto se basa parte de diagnóstico azimutal. Véase Anexo 2
La energía universal determina la densidad de su expresión como materia, pero en ella a las vibraciones de referencia o patrón de salud, la podemos medir como estado natural y saludable o alteración de los picos que se producen y registrarlos; o sus desviaciones estándar, no interesaría si los clasificamos como fenómenos materiales e inmateriales en el argot científico. Este seria un caso típico mas, en tanto hay medios de medición tradicionales como las varillas y péndulos, aunque también equipos electrónicos que ya los registran. No obstante, a pesar de ello hay una imagen permanente en el público común de que la materia es sustancia y el campo es otra cosa y que esta última es casi imposible medirla aunque, valga la aclaración, depende también de qué campo se hable.
Otra cuestión que está fuera del conocimiento popular científico son las unidades de medida más elementales.
¿Qué unidades se utilizan para medir campos magnéticos estáticos?
Los campos magnéticos generalmente se miden en Tesla (T), miliTesla (miliT o mT) y microTesla (microT o µT), siendo:
1.000 miliT = 1 T
1.000 microT (µT) = 1 miliT
En Estados Unidos, los campos a veces se siguen midiendo en Gauss (G) y miliGauss (mG), siendo:
10.000G = 1 T
1 G = 100 microT
1 microT (µT) = 10 mG.
Los campos magnéticos se pueden especificar como densidad de flujo magnético o como intensidad de campo magnético. En Estados Unidos y Europa occidental la intensidad de campo generalmente se especifica en unidades de densidad de flujo magnético (Tesla o Gauss). Sin embargo, en algunas publicaciones de Europa oriental los campos se especifican en Oersted (Oe), que son unidades de intensidad de campo magnético. Cuando se trata con exposición de material no ferromagnético, como animales o células, la densidad de flujo magnético y la intensidad de campo magnético se pueden considerar equivalentes, así pues:
1 Oersted = 1 Gauss = 100 microT = 0,1 miliT
Estas magnitudes son de forma sencilla detectadas como un instrumento llamado Gausímetro cuando pasamos por delante de la pantalla de un televisor o computadora o nos deslizamos por espacios abiertos, tales como caminar por debajo de unas líneas del tendido eléctrico público. Sus valores nocivos a la salud, ya se encuentran determinados. Luego estoy hablando de mediciones que son tan simples, como necesarias incorporarlas.
Un recordatorio pertinente. La materia que vibra con muy baja frecuencia es referida a la materia física. Luego aquélla que vibra excediendo la velocidad de la luz hasta hace apenas cuatro años era inconcebible, al tener cierto carácter restringido sobre su concepción de la vida y su conservación.
El hecho probado de que la energía se puede almacenar, transferir, suplir o restar nos obliga a remitirnos a los fenómenos, explicados por la Física, de la sumatoria de frecuencia, longitud de onda, momento y otros conceptos que explican cómo se integran las energías.

En Biología ocurre algo semejante, pues cualquier información lleva en su mismo e íntimo concepto la idea de "formar" (in-formar), de dar un ordenamiento. Aquí lo que nos interesa saber en un momento dado es si ese ordenamiento corresponde al que necesita el paciente, porque en muchas ocasiones, como sabemos, la persona ha enfermado debido a una pérdida de elaboración, transmisión o regularización de la información. Esto, como es lógico, nos abre muchos interrogantes que se prestan para desviar los conceptos de lo Biológico y aparentemente son fuente de confusiones.
Pero no debiera ser así dado que, si todo en la vida vibra, todo tiene una frecuencia, todo tiene una información. En el ámbito biofísico, (recuérdense los tres niveles, biofísico, bioquímico y anatómico, ligados íntimamente en el ser vivo), todo actúa por frecuencias, por información. Las aspirinas, el azúcar, el café, todos tienen una frecuencia por medio de la cual actúan en el ámbito biofísico y una composición química mediante la cual actúan como bioquímico; el color, el sonido, la imagen, también tienen su frecuencia y su información.
Esto es lo que hace que las podamos medir con el dermatrón, el test muscular, con los pulsos o con la cámara Kirlian, los gausímetros o milivoltímetros, entre otros equipos más, que se adjuntan en un anexo del libro, a partir del nivel o manifestación de esos fenómenos. Por supuesto, el hecho de que actúen como frecuencia no las vuelve biológicas, pues ya se sabe que toda información trata de buscar un orden y de lo que se trata de saber es si ese orden que se busca o que se impulsa es el que necesita el paciente. En el caso de las drogas como medicamentos en general sabemos que es un orden impositivo, pero en el caso de colores, sonidos, homeopatía mal administrada, terapia neural o acupuntura por vademécum, también se impone una información, un orden al organismo que puede ser aún más lesivo que la aspirina o los esteroides.
Comparto los criterios de que si no se tiene en cuenta que la alteración se puede deber a un ruido o campo de interferencia, entonces se están utilizando o haciendo medidas con conceptos biológicos demasiados estrictos, con lo cual, en los casos en que se aumenta la entropía del sistema, si no se tiene en cuenta este fenómeno, se pueden acarrear resultados inesperados. La existencia de factores que influyen en las enfermedades hasta ahora no tenidos en cuenta o pocos conocidos, es algo que se nos revela cada vez más con fuerza.
De lo anterior podemos deducir para el caso de los tratamientos que el hecho de decir que la homeopatía, la acupuntura, la aurículo-medicina, actúan mediante energías, impulsos o informaciones no las hace buenas de por sí y mucho menos inofensivas. De acuerdo con ello, el atribuirse propiedades curativas también supone contar con contraindicaciones.
Esto nos trae a la mente un ejemplo que pudiéramos relacionar con lo anteriormente dicho en el caso de las terapias médicas. Las diferencias que se notan por la prensa entre la Agricultura Orgánica con respecto a las que utilizan abonos industriales, es un símil con el que pretendo recordar que el término de “natural” no la hace inofensiva por completo, sino más adecuada. Las terapias médicas son elementos distintivos de cada uno de los presuntos médicos y se basa precisamente en la interpretación que, de acuerdo a su cultura o profesión, hace cada uno de ellos. Es decir, un joven médico, a medida que gana experiencia, emplea diferentes terapias, lo cual no quiere decir que un médico joven no emplee buenas terapias o un médico viejo y experimentado no se pueda equivocar empleando algunas.

Esta vez tenemos la ocasión de examinar otro concepto como el de “natural”. El mismo, por no adjudicársele precisión científica, queda anclado en sus acepciones latinas (natural) y griegas ( físico), en virtud de lo cual se considera que brinda los atributos de lo que crece espontáneamente y está fuera de todo control por el hombre.
Por igual razón de sus acepciones, un margen de acción estrecho –cuando no impreciso- se le reconoce a los conceptos de autoayuda y autocreación. Todo parece más bien traído de un tipo de literatura “no científica” y por tanto, vaga, que parece imposible de aplicar de modo consecuente y práctico, lo cual deja fuera innumerables beneficios que pudieran incorporarse al saber médico y sus recursos.

La vida es un fenómeno que ubicamos dentro de las escalas del universo, sólo en los rangos de 6 a 7 dimensiones (10 a la 1 a 10 a la 6) como se recoge en el Esquema 1 Pág. 31
A lo anterior debemos agregar la dimensión social y cultural, que desde un punto de vista antropológico nos devela diferentes interpretaciones del mismo fenómeno. Es decir, el campo energético de los seres humanos, que abarca componentes electrostáticos, magnéticos, electrónicos, sónicos, térmicos y visuales; cuyas mediciones se encuentran dentro de los procesos fisiológicos normales, ha tenido formas de reflejarse a lo largo de diferentes culturas y civilizaciones. La Antropología de la Medicina en buena parte los desconoce en sus planes de estudio. La conexión con los anteriores conceptos de energía ahora empieza a dar otra explicación a la razón de los ritos y ademanes con los que se manipula ésta, la energía, en forma de ceremonias, despojos, limpieza de aura, uso de colores, ruidos, aplicaciones de plantas, uso de piedras o retiro espiritual, entre una infinidad de ellos.
El no tener un referencial de su significado científico constituye otra de las tantas lagunas en el conocimiento de los seres humanos que es muy importante tener en cuenta a la hora de emitir juicios, tanto médicos como sociales.
Por supuesto, para muchos basta considerar –exclusivamente- el cuerpo humano funcionando, pero ¿cómo, desde una perspectiva quántica? La energía que se apoya en la naturaleza celular atómica del cuerpo por medio de todos los niveles, hasta llegar a los tejidos y los sistemas, tiene otras muchas implicaciones en nuestra psiquis.
Nadie pone en evidencia las relaciones entre la Física y la Biología, por lo consabido de las pruebas que existen en su favor, pero las otras implicaciones para la caracterización psicológica de las personas aún están en ciernes.
Hasta aquí los enfoques anteriores citados sólo se podrían diferenciar en las aplicaciones del rango de energía conocidos por la estructura espacial. Sin embargo, desde finales del siglo pasado los conceptos acerca de las partículas elementales, sustancia material y de sus usos han dado paso a otras interpretaciones, puesto que el Universo se presenta ahora como un todo dinámico. En otras palabras, si sabemos que al ser parte del Todo, estamos hablando de una única energía o de múltiples formas de manifestarse la energía del Universo, entonces estamos en disposición de proseguir haciéndonos preguntas, que nos acerquen mas a nuestro objetivo, que es la Salud Humana.
Esa Segunda Naturaleza, a la que llamamos Sociedad, nos llama por otra parte a una segunda reflexión, o a un segundo orden de preguntas; en cuanto a considerar también la integración de esos otras formas de energía, que al vibrar terminan por conformar otros espacios de la vida y sus formas. En otras palabras ¿existen algunas vías científicas de validar la opción, -en un momento determinado- por la decisión de uno u otro tipo de tratamiento médico, convencional o bioenergético?
El proceso de complejización creciente de la vida ha conducido a muchas reflexiones y a considerar que los seres humanos se hallan dentro de un sistema de carácter hipercomplejo y abierto, en el que se entrecruzan la reproducción productiva, política, cultural, en procesos multifactoriales, alrededor de los cuales, –entre otros muchos-, se desenvuelven infinidad de factores que son generadores de conflictos y desorden, lo que a su vez da origen a procesos de autoorganización, retroalimentación y equilibrios fluyentes.
Por tanto, otra pregunta que se abre paso en nuestro medio sería: ¿A qué procedimiento científico podemos apelar para legitimar los diferentes tipos de acciones terapéuticas y sus investigaciones?
Por tratarse el campo de nuestro estudio en un orden tan complejo, es por eso que han aparecido otras estrategias de agrupar y resumir ciertos procedimientos lógicos. Aquí, sin descuidar que las alteraciones de la armonía vital, de los trastornos de la salud y las enfermedades pueden manifestarse a todos los niveles –físicos, psíquicos-espirituales-sociales y energéticos, hemos decidido agrupar un cierto número de conceptos y disciplinas que sustentan algunas de terapias; lo que se realiza con el objetivo de modelarlas para hacerlas aplicativas; esto es, demostrables y verificables.

14- Efectos de las radiaciones ionizantes y no ionizantes sobre la salud.
Las radiaciones ionizantes consisten en partículas que causan, como todos sabemos, la separación de electrones de átomos y moléculas.
Las dosis que reciben las personas dependen tanto del cosmos, la atmósfera, el sol, la luna y el resto de astros y galaxias, como de las que provienen del centro de la Tierra; o sea, las rocas, corrientes subterráneas de agua, fallas, etc. Por eso es que podemos decir que el individuo se halla sometido a un cierto número de radiaciones “cosmo-telúricas” que podrían ser cuantificables. A todas ellas se sumarian las artificiales, provocadas por las líneas eléctricas, telefónicas, equipos eléctricos o electrónicos entre otros, más las que, por la vía de la alimentación o inhalación, entran o salen de nuestro cuerpo al reaccionar determinados elementos.
En las clases de Bioquímica contemporánea, se explica, a partir de los nutrientes que ingieren las personas, la incorporación de las energías que adquiere el cuerpo humano, en el sentido del metabolismo, pero, como venimos indicando, esas explicaciones abarcan sólo una parte del funcionamiento energético del cuerpo humano, lo que hace permanecer -a falta de otras explicaciones científicas- un cierto desdén por otros puntos de vista.
La primera conclusión que tiene un significado importante para las terapias bioenergéticas es que, si bien algunas muestran resultados concretos posibles medir por las Ciencias Médicas, hoy día no se les trata y divulga suficientemente- ni se les explica- porque descansan en otros supuestos básicos. Algo va quedando fuera, un algo que en conjunto nos sugiere que los conceptos de porqué enfermamos y los conceptos del riesgo ameritan una revisión epistemológica, para continuar actualizándoles en su uso epidemiológico actual. Igual ocurre con el concepto sobre el Estilo de Vida, que se ve aplicado casi exclusivamente al estudio de las enfermedades crónicas desde la década de los cincuenta; por ejemplo, en relación con las enfermedades cardiovasculares (el referido al hábito de fumar), pero otros hábitos o condiciones de vida aún quedan por integrarse como los del hábitat insano, mala disposición de la casa, desbalances bioenergéticos o inadecuada cultura alimentaria.
El problema de la laguna o carencia de explicaciones científicas es evidente, pero en Occidente, la medicina contemporánea deja comúnmente esas interpretaciones a determinados usos prácticos según las terapias que las toman en cuenta, pero se desentiende de si son congruentes o no con el corpus del conocimiento médico establecido. O sea, no importa que grado de generalización, eficiencia o eficacia demuestre sus aplicaciones; lo que sobreviene entonces es que se descuida la inserción básica o de fondo (o sus interacciones) que tiene de conjunto para la salud humana. En cierta forma reconocer este problema equivaldría a comenzarlas a su vez a ver como sistemas terapéuticos que se deben intentar validar científicamente. Por lo demás, es lógico que a manos de interpretaciones vinculadas a una sola técnica terapéutica, queden absolutizadas la importancia de ciertas manifestaciones energéticas sobre otras, cayendo a veces en absolutismo, que les dan el rango de enfoques dogmáticos al pretender aspirar a rango de especialidad, como parte de un conocimiento establecido que contradictoriamente se pone en duda. Con ello muchas de las terapias alternativas ofrecen un enfoque de tratamiento más paciente y amistoso en su actitud fundamental respecto a la enfermedad y a su comprensión como situación anormal, pero de esa forma el pensamiento diagnóstico se entiende de la misma forma lineal que en la Medicina Clásica, en tanto hipótesis o conclusión, proceso o etapa.
A la mente nos vienen terapias como la Acupuntura, basada en la energía corporal, la Magnetoterapia en campos magnéticos estacionarios exteriores o la Energía Piramidal, proveniente del exterior cósmico. Pocos de sus practicantes siente la necesidad de entrar en explicaciones sobre sus fuentes nutricias teóricas y las pruebas de validación científicas; ni como se integra con el resto de otros tratamientos . Cada una tiende a mostrarse al nivel popular autosuficiente, cosa que doblemente perjudica, porque la propia noción de especialidad en Medicina Natural es incompatible con su propuesta de tratamiento integral.
Luego, el nuevo saber médico emergente debiera comenzar a desplazar el modelo de la racionalidad dominante hacia un haz de matrices de racionalidad en la diferenciación de las Medicinas, que vinculan a las diferentes culturas con la naturaleza y sus tradiciones con sus naturalezas particulares como individuo y sociedad. Recordemos que por algo mientras el proceso Salud- Enfermedad, se contempla como un proceso morboso por la Medicina Oficial, la Medicina Natural, lo define como un proceso intermedio, no acabado que debe seguir diferentes pistas de búsqueda e interpretación.

Una de esas direcciones toma como referencia el cuadro general de las radiaciones. Cuadro del cual se derivan numerosos malos entendidos que parten del desconocimiento, la clasificación de éstas, sus unidades de medida, dispositivos para detectarlas y por supuesto, de sus significados para la salud.
En la prisa por aplicar métodos terapéuticos que nos reportan indudables beneficios prácticos, los que no los comparten a veces prefieren endilgarles falta de rigor científico, lo cual no deja también de ser cierto a veces. Tal actitud es una falta de todos y de nadie en particular.
Uno de los ejemplos lo tenemos en la caracterización de la acción de las radiaciones ionizantes sobre los organismos vivos. Ella es de carácter probabilística y no selectivo; es decir, la interacción puede o no producirse y la transferencia de la energía de la radiación no tiene predilección por ningún componente en una célula, sino que puede actuar en cualquiera de ellos.
La energía producida por las radiaciones ionizantes es absorbida por las células muy rápidamente, causando unas lesiones que no son específicas, es decir, no se pueden distinguir de las causadas por otros agentes físicos o químicos. Estos cambios producidos por las radiaciones ionizantes en las células son siempre de tipo lesivo, suponen una alteración de los procesos normales de las mismas y, además, no se presentan regularmente de forma inmediata, sino que pueden tardar hasta años en manifestarse.
En el caso de las radiaciones ionizantes, pueden provenir de rocas, aguas subterráneas, electromagnetismo terrestre, líneas de ruptura, fallas, entre otras y se miden en milirenht o milicives con lo cual deja en pie una verdad fuera de sospecha: el hecho de que las radiaciones electromagnéticas lo primero en que pueden influir, es desestabilizar a las células, si sobrepasan ciertos parámetros.

15 –Algunos mecanismos celulares
Las radiaciones ionizantes actúan sobre las células siguiendo dos posibles mecanismos: la acción directa y la indirecta.
La acción directa se produce como consecuencia de la absorción de la energía de la radiación por la célula directamente al nivel de estructuras clave.
Estas estructuras pueden ser macromoléculas, tales como el ADN, el ARN, enzimas y proteínas, bien estructuradas del núcleo (cromosoma, nucleolo, membrana) o orgánulos citoplasmáticos (ribosomas, mitocondrias, membrana celular). La absorción de la energía de la radiación produciría ionizaciones en el ámbito de estas estructuras que podrían desembocar en un daño celular y disminuir los biopotenciales.






La acción indirecta de las radiaciones ionizantes es la absorción de la energía de la radiación por las moléculas de agua. Es el elemento por el que están constituidas las células en cantidad mayor. El agua se disocia por el efecto de la radiación, produciendo iones y radicales libres muy reactivos, que reaccionan su vez entre si y con otros compuestos. La absorción de la energía de la radiación ionizante por el agua se realiza a partir de la aparición de iones HOH + y HOH –

HOH +RI -------- HOH+ + e-

HOH + e- -------- HOH-

Los dos iones producidos por las reacciones anteriores son inestables y se rompen rápidamente dando lugar a radicales libres (H+ y OH-) que contienen solo un electrón orbital no emparejado, lo que lo convierte en reactivo. El par de iones puede reaccionar entre sí formando otra molécula de agua, pero también puede reaccionar químicamente con otras moléculas generando productos dañinos para la célula .como podría ser la formación de agua oxigenada.
Dado que, como se ha dicho, el radón genera partículas que producen ionizaciones (es decir, se trata de una contaminación radiactiva), sus posibles efectos sobre la salud estarán relacionados con los de las radiaciones ionizantes con la particularidad de su entrada a través del aire alveolar.
El conocimiento de los efectos de las radiaciones ionizantes sobre los seres vivos se ha obtenido gracias a la experimentación, tanto in vivo (animales de laboratorio) como in vitro (cultivos celulares) y también al estudio de las lesiones producidas por las radiaciones ionizantes sobre las personas (exposición a bombas atómicas o lluvia radiactiva, accidente de Chernobil y aplicaciones terapéuticas) .
La energía producida por las radiaciones ionizantes es absorbida por las células muy rápidamente, (en un tiempo de 10-7 segundos) causando unas lesiones que no son específicas, es decir, no se pueden distinguir de las causadas por otros agentes físicos o químicos.
Aquí tenemos otro factor que tiende a minimizar su valoración, aunque sepamos que estos cambios producidos por las radiaciones ionizantes en las células son siempre de tipo lesivo y suponen una alteración de los procesos normales de las mismas. El hecho de que no se presentan regularmente de forma inmediata, sino que pueden tardar hasta años en manifestarse, oscurece la naturaleza dañina de algunos tipos de radiaciones. En múltiples ocasiones la enfermedad aparece cuando el mecanismo de regulación metabólica pierde su capacidad de equilibrio, o, en otras palabras, biofísico, cuando la medida de la bioacumulación excede los parámetros permisibles
Lebrecht von Klitzing, informa acerca de los campos magnéticos alternos que en la frecuencia de banda de 16 Hz influyen y alteran el metabolismo de la membrana de las células humanas debido al desplazamiento de iones. Eso sólo pasa en frecuencias de 16 Hz, a 50 Hz, en otras frecuencias cesa el efecto. Para el caso de nuestros ladrillos básicos, los campos magnéticos alternos inducen en el cuerpo humano, por una parte, corrientes parásitas no naturales que tienen como consecuencia un campo magnético y, por otra, provocan tensiones eléctricas perturbadoras que aumentan al aumentar la frecuencia.
Fue en 1984 cuando la Comunidad Económica Europea acepta que podían existir personas que reaccionan alérgicamente a la electricidad.
¿Podrían las radiaciones pulsadas desde afuera, alterar sin quererlo a aquellas funciones de iones pulsadas en el interior del cuerpo?
Como todo así lo indica, existe una necesidad urgente de investigar, máxime cuando se tiene probado que “cualquier variación del campo magnético terrestre influye en la cantidad de partículas cósmicas que llegan a la superficie terrestre” Se completa entonces el sistema total de influencias nocivas, a las cuales pueden estar sometidas las personas, provenientes de todo el entorno. Un buen ejemplo es el que se da en la nutrición. ¿Por qué disciplinas como la Histología no asumen parte de estas inquietudes? Porque las ciencias médicas occidentales están marcadas por el tradicionalismo, siguiendo como criterio el método clínico. Esto provoca que al seguir una enfermedad, lo que predomina son los signos y síntomas, exámenes complementarios; que se perfeccionan, sin tener en cuenta qué acompaña al método clínico por parte de las ciencias básicas, que por su parte tienen la encomienda de calzar el estudio del cuerpo humano. Un cierto inmovilismo de los contenidos en las ciencias morfológicas como la Histología se percibe en aspectos relacionados con la biofísica de las células o las aproximaciones cibernéticas de éstas que deben desempañar un rol importante en el entendimiento de otros fenómenos que intentan tomar en cuenta otras medicinas, lo que ayudaría a destacar nuevos contenidos básicos para la formación del educando en sus estudios futuros,

16 - El caso de la nutrición y salud. La dimensión interna y externa de la nutrición y la nutrición celular

Actualmente tienen lugar grandes cambios en la esfera de la nutrición, disciplina que ha aceptado con mayor facilidad muchos de los progresos a los que es refractaria la práctica médica oficial.
Es muy ilustrativo el éxito del sistema de nutrición interna y externa desarrollado por la empresa norteamericana Herbalife, que ha logrado enfrentar los desafíos de diversas acciones contra ella por parte de las empresas farmacéuticas y de un sector del establecimiento medico oficial.
Herbalife fue fundada por el fallecido Mark Hughes como reacción ante la muerte de su madre por un inadecuado plan de reducción de peso. La entidad, surgida hace 20 años, hoy vende cerca de 3000 millones de dólares en productos de cosméticos nutritivos en 60 países, basada en un sistema piramidal de multiventas con entusiastas vendedores que en su mayoría surgieron como usuarios de los productos para adelgazar.
El Laboratorio de Nutrición Celular y Molecular Makk Hughes, de la Universidad de California y los propios centros de investigación y desarrollo de Herbalife se plantean abrir caminos hacia una nutrición optima a escala mundial, apoyándose en las nuevas concepciones de nutrición interna y externa por nuevos productos dietéticos y cosméticos en los que hay un diseño de terapia celular integral.
El Premio Nobel de Medicina de 1998, Luis Ignaro, quien desarrolló entre otros productos el Viagra, es el principal asesor científico de Herbalife, acompañado de otros investigadores en materia de nutrición celular integral. Ellos de algún modo nos indican que estamos ante la entrada de nuevos conceptos que mucho tendrán que ver con los conceptos biofísicos a los que me estado refiriendo, porque el desarrollo de conceptos acerca de la nutrición objetiva y su relación con el estudio personalizado de cada sujeto basado en la nutrición celular y molecular, tiene que retomar mecanismos de las células, antes desconocidos o poco usadas por la Bioquímica.
Tales son los casos de las saponinas y las terapias celulares.
Como ejemplo de lo anterior se ha venido desarrollando en la industria de alimentos y en la medicina una creciente investigación sobre el empleo de diversas saponinas naturales como coadyuvantes en la nutrición interna y externa y como elementos para potenciar la acción de vacunas y medicamentos naturales al nivel de tejidos y células.
Las saponinas son glucósidos esferoidales o interterpénicos muy abundantes en el reino vegetal, ellas son capaces de romper o hacer permeables las membranas celulares y los glóbulos rojos, teniendo, además, propiedades tenso-activas, que permiten hacer espuma en el agua y resistir elevados rangos de acidez o basicidad y altas temperaturas.
Hay saponinas muy tóxicas que pueden causar la muerte por daños en los vasos sanguíneos y destrucción de los glóbulos rojos, pero hay algunas que están aprobadas como aditivo alimentario y medicina por la FDA de Estados Unidos y las saponinas que se comercializan paralelamente con los procedentes de la quillaja. Este tópico es otra muestra de cómo la aparición de nuevos esquemas terapéuticos –bajo estudios de control- puede tanto demandar retomar conocimientos de antaño, como abrir paso a estudios casuísticos, previa generalización terapéutica.
Recientemente el investigador cubano Alfonso Iglesias García, recogiendo experiencias de una practica medica introducida en Cuba por médicos griegos en 1944, registró en España tres patentes en que se utilizan las saponinas de la quillaja y del Jaboncillo
La patente principal referida a la industria alimentaría desarrolla la combinación de estos alimentos con otras terapias alternativas, especialmente la digito-presión y la homeopatía, que permiten alcanzar muy buenos resultados en corto espacio de tiempo.
También se ha presentado una patente para el uso veterinario de estos productos y del jaboncillo en el tratamiento de caballos de carrera y sementales vacunos, como vía para probar su uso como medicamento animal.
Otro grupo de aplicaciones de saponias de quillaja y jaboncillo en productos cosméticos y champú, combinándolos con extractos de romero, salvia y tomillo, ha demostrado tener un efecto dinamizador y coadyuvante de todo tipo de productos vegetales, desarrollando productos en los que no entra ningún componente animal o mineral. Se trabaja actualmente en la adición de soluciones homeopáticas a estos productos.

Esta tendencia permite establecer una relación entre los aportes de las discusiones precedentes sobre las energías sutiles y la Medicina Vibracional con un conjunto de logros de la Medicina Natural, pues todo indica que la acción celular de las saponinas va a abrir un cambio en las nociones de dosis y microdosis y pudiera permitir una amplia interacción entre la Medicina alopática y la Homeopatía. Al respecto, un ejemplo reciente que nos puede ilustrar, es una propuesta acerca de que mejorando el eje hepato-renal mediante la eliminación de la arenilla, barro y piedras que se acumulan en esos órganos, se plantea que desaparecen en muchos casos las células cancerosas incluso en cánceres avanzados. Lo que una vez más volvería a demostrar que la mejor manera de elevar las defensas del sistema inmunitario no consiste quizás tanto en aportar sustancias al organismo, sino cómo limpiarlo, en desintoxicarlo lo mejor posible para que el propio cuerpo se encargue de autocurarse. Eso ocurre en el cáncer y en los casos de casi la totalidad de las llamadas enfermedades.
Tan importante es la nutrición como la evacuación, porque en términos de orden y equilibrio, nuestro sistema orgánico no solo es homeostático, electromagnético o bioquímico. Es de una complejidad tal, que no puede hacernos caer en la tentación de entrar en ciertas explicaciones de base que arrojen de nuevo al limbo todos los aspectos afectivos, emocionales, cognitivos, relacionales y culturales de los seres humanos. En otras palabras, las concepciones dinámicas de los sistemas en los que nos apoyamos para explicar cómo el cuerpo funciona en forma bioquímica o biofísica, no se pueden detener en el pensamiento sólo del cuerpo. En parte esto sucede porque la Medicina Occidental no entra en diferenciaciones de lo que es un desequilibrio orgánico, uno energético y uno energético y orgánico
Tenemos que buscar la oportunidad de concebir la salud como una relación del hombre con su entorno, porque bien miradas las cosas, podemos afirmar que no es el cuerpo el que enferma sino el ser humano. Más aún, la persona humana dotada de emoción y conciencia, afectiva y capaz de conocer, imaginativa y social, inconsciente y entramada, es la que enferma o sana, la que vive o muere. Esa persona no pertenece al campo de la Biología solamente, sino que adviene y deviene “sujeto”, porque no nace como tal, sino que se hace en y por los intercambios sociales en los que participa y en cuyo ambiente se encuentra.
A pesar de que ha sido fuertemente criticado por sus detractores, Leon Ronald Hubbard adelantó en su libro Dianética ideas que, -aparentemente descabelladas- se refuerzan a medida que avanzan la investigación científica. Este hombre se hizo famoso por escribir novelas de ciencia-ficción y fundar la Cienciología, donde describe y desarrolla una terapia que (inexplicablemente) aceptan grandes personalidades del mundo, que aseguran haber transformado su vida.
La base fundamental de su teoría en Dianética, es que el ser humano nace aberrado y que si no se le aclara, puede desarrollar enfermedades muy complejas. El punto de vista de su teoría parte de que la mente humana grava desde las células más tempranas y a nivel del subconsciente (mente-intuitiva) cosas, hechos generalmente traumáticos que trascienden el desarrollo posterior del cuerpo físico. A esto, que se grava a escala celular, se le llamó engrama. Este concepto representa un registro completo de una percepción presente en un momento de inconsciencia parcial o total y se grava en lo que el llamó mente reactiva. De tal modo, un ser humano es un receptor temprano de engramas y su accionar está regido por este banco de engramas. Nacemos, según él, con mas de 400 engramas que se activan cuando las condiciones son semejantes al momento en que fueron gravadas, lo cual puede explicar que ciertas personas reaccionan ante fenómenos que en apariencia no tienen explicación. Hubbbard decía que los engramas son la fuente de todas las enfermedades mentales inorgánicas, cuando el hombre se pone en contacto con el medio y se activan sus engramas. Por otro lado, las de caracteres psicosomáticos orgánicos eran las que se pasaban de la psiquis al soma. De todas formas, hay muchas teorías más que merecerían la pena relacionarlas por lo cercano que se encuentran a ciertas disciplinas nuevas que van cobrando auge en la conservación de la salud.

Capitulo 2 En el campo de las conceptualizaciones y las disciplinas nuevas

17 -Problemas de procedimientos científicos
Los mecanismos que rigen la toma de decisiones no siempre son fáciles de entender. La resultante es que muchas decisiones médicas, no necesariamente incorrectas, parecen arbitrarias, altamente variables y sin explicación obvia. Existe una gran variabilidad de fenómenos intra e inter-médicos, que se acrecienta entre las terapias diferentes respecto a las observaciones, percepciones, razonamientos, intervenciones y estilos de práctica que trae como consecuencia un marco de trabajo con un gran grado de incertidumbre.
En el problema general de la variabilidad clínica vemos que existe un componente dependiente del entorno y condiciones de trabajo, pero en la rutina de los servicios éstos dejan fuera muchas veces las anomalías magnéticas, gravimétricas, eléctricas naturales –y hasta las radiactivas de pequeña escala- o las coincidencias de todas ellas juntas a la vez.
El desequilibrio que todas provocan tiene diferentes formas de interpretación, a lo que sumamos la conocida variaciones por los componentes de la variabilidad de cada enfermo.
El facultativo observa con frustración que no existe un modelo exacto y se ve envuelto en un proceso de toma de decisiones en condiciones de incertidumbre. Muchas veces el sistema doble ciego es muy usado en clínica para evaluar la acción de los medicamentos –la acción más simple- y controlar las variables, pero no se puede considerar eficaz del todo.
En el caso en que se ha llegado a un consenso sobre algo a aplicar, no deja de ser problemática la decisión, siempre temporal en Medicina.
Esa condición de temporalidad o variabilidad diagnóstica, nos debe hacer recordar
la paradoja de que una unidad (un sistema) es una y múltiple: una, como emergencia de la conjunción de sus elementos constitutivos y como unidad, la cual tiene sus interrelaciones e interretroacciones con su entorno. A la vez es múltiple en cuanto que sus elementos entendidos también como sistemas son a su vez una unidad que tiene sus interrelaciones e interretroacciones con su entorno.
Desde la década de los años 70, se entró a reexaminar, el carácter del conocimiento científico no podía conducir precisamente a la caracterización normativa aceptada durante mucho tiempo inalterable. De acuerdo con esas opiniones, desde entonces no existen bases para afirmar que un conjunto de normas sociales o cognitivas reduzcan los sesgos y las distorsiones de las estadísticas sobre salud y enfermedad. A lo que podemos sumarle que el más simple de los discursos científicos se forma gracias a la interacción discursiva, la discusión de ideas y la formación de opiniones, el mejor de los casos. Pero detrás queda aún viva entre nosotros ese tipo de interdisciplinariedad clásica, que se concreta en reunir expertos unidisciplinarios, cada uno de los cuales realiza el diagnóstico y presenta su informe de acuerdo a su cerramiento disciplinario. A veces no hay diálogo entre las disciplinas, cada especialidad hace lo suyo, sin preocuparse de lo que hacen y piensan las demás.
¿Para qué servirán todos los conocimientos terapéuticos parcelarios, sino para ser confrontados, o sea para formar una configuración respondiendo a nuestras demandas, a nuestras necesidades y a nuestros interrogantes ante los problemas como los de la Salud de un individuo?
Un curso al respecto intentó un mínimo de entrenamiento consistente en conjugar

(poner a jugar juntas) algunas de las diversas terapias ( Iridologia, T. Holograma,

diagnóstico por el Rostro y Radiestesia), lo que significa que un signo o un sistema

de síntomas sea percibido-descrito, desde las posibilidades perceptuales y cognitivas

que ofrecen las gnoseologías que fundamentan cada una de esas técnicas.

Se puede hacer inferencias de los desequilibrios en el organismo humano por

diversas vías como se sabe. Todo en primera instancia lo podríamos remitir a como

detectamos los síntomas y signos de una enfermedad o estado de salud, si tomamos

en cuenta que son tipos de regularidades que muestran nuestro sistema corporal en

distintas áreas como reflejo de su estado físico y mental.

En ese intento, lo que se propuso fue introducir en las practica de enfermería,

técnicas de detección de un grupo de posibles enfermedades mediante su ubicación

visual inicial de las áreas afectadas, unido a la confirmación de reflejos en manos y

pies asociados a mediciones energéticas en tiempo mínimo.

Lo anterior esta basado en indicios en el mundo, que dan cuenta de las prácticas del

Arte de la diagnosis en la Medicina Oriental, luego revivido por estudios de

Macrobiótica . Lo que ocurrió en Vietnam con el Holograma de la Cara o

Microsistema y el Su Jok en Corea. En China con los Meridianos y en Occidente

con los estudios de Antropología de Bertillon en Criminalística entre otros, de lo que

se dedujo, que no es solo la lógica de cada Método, sino a su vez la lógica de

los Métodos que aplicamos en cada paciente lo que constituye vías de

procedimientos metodológicos integrados, que sirven para aumentar la detección de

los reflejos de las enfermedades por síntomas y signos directos o por la constitución

de las zonas donde se hayan los órganos o sistemas.
No es un problema sólo teórico, porque existe la posibilidad de potenciar - como
propuso ese curso- la labor de enfermería, mediante la combinación de un grupo de
métodos y técnicas de diagnóstico, que por sus facilidades, puede contribuir tanto a
complementar lo prescrito por el médico, como a consolidar el tratamiento holístico.
Es llamativo entonces aceptar que la polémica sobre la normatividad de las definiciones de salud y enfermedad no sea un debate meramente filosófico. Los auténticos problemas en Medicina se dan por la defensa de un carácter científico, por los excesos medicalizadores y por la intencionalidad de brindar todo el abanico posible a los ciudadanos que tienen como bioderecho, el disponer de todo aquel recurso capaz de beneficiarle sin contraindicaciones de peso.
En el momento actual de crisis y limitaciones económicas es muy necesario saber cuáles son los fines que debe perseguir la Medicina y cuáles son las prestaciones sanitarias que deben estar incluidas en el Derecho Universal a la asistencia. Este tipo de Derecho Universal a la Asistencia Integral es algo del futuro para la mayoría de los países, de la que se exceptúa Cuba, por contar con la cobertura total de la población de sus servicios y partir, al mismo tiempo, de la premisa que la Medicina hay que elevarla a planos superiores en función de mejorar la Calidad de Vida de toda la población .
¿Cómo evaluar las opciones?
Existen diferentes terapias a las que no es posible ajustar un experimento mediante estudios a doble ciego, porque en caso de que el medicamento presente olores fuertes o sabores esenciales, por ejemplo, no puedan simularse, o lo que pudiera añadirse, que de aplicarse fuera de las rutinas del servicio público, requerirían integrarse a un proyecto investigativo oficial que las hace mas reconocidas por los pacientes.
Así, las anteriores dificultades las encontramos, tanto en las reacciones inmediatas de alergias, como también en las acciones inútiles para probar la eficacia en enfermedades crónicas degenerativas por lo relativamente breve que supone su aplicación en las salas de hospitales.
Si anteriormente explicaba la falta de acuerdo inicial en la detección de fenómenos como los de las radiaciones, otros conceptos no menos prácticos y aparentemente simples tienden a provocar malos entendidos. Aquí la noción de medicamento es sinónima de imprecisiones, dado que la farmacología experimental puede implicar un posible efecto clínico, pero no necesariamente. Debemos hacer hincapié que los experimentos con seres vivos a veces dan respuestas diferentes y que aunque hay científicos que esperan obtener los mismos, no tenemos porque desmayar en adentrarnos en el campo de la Bionergía.
Para los estudios de Antropología Médica las imágenes, nociones y conceptos de medicamentos son multiformes y en nada se ajustan a una sola definición que la pueda asociar aún a determinada aplicación médica. De ahí la importancia de estos estudios.
Aun dentro de nuestro “Occidente”, si quisiéramos hacer caso omiso a lo anterior, veremos cómo nos vemos obligados, dentro de nuestro lenguaje científico, a retomar las nociones de Demostración Científica –como proceso lógico e inferencial- y el de las Pruebas Científicas.
La Demostración Científica, si permanece dentro de un lenguaje de las Ciencias Básicas y la Clínica, deja poco margen para la consideración de otras disciplinas, como la Biofísica, la Antropología o la Geobiologìa entre otras, lo cual se traslada al campo de las terapias o técnicas en ellas basadas, lo cual refuerza el criterio de que existen varias maneras de apropiarnos de nuevos conocimientos en Medicina.
O podemos conocer directamente, mediante los sentidos, o indirectamente, con lo que subrayo que no podemos olvidar que existe además una manera indirecta de conocer, diferente de la aplicación de reglas de inferencia. Me refiero a aquélla, donde nuestra imaginación científica salta de un conocimiento a otro cuando nos decimos a nosotros mismos (o decimos a otros) que un fenómeno nuevo que queremos entender es como otro fenómeno que entendemos muy bien y predecimos aspectos del comportamiento de éste a partir de lo que podemos observar en el comportamiento del primero, al cual puede considerar un modelo. Tal es el caso de la experiencia desarrollada por la Tesis de Doctorado de Liufriú sobre sensores biológicos , donde se usaron métodos de Radiestesia para determinarlas zonas nocivas, mediante el uso de las varillas y, al mismo tiempo, el electroscopio. Ambos métodos aplicados en el estudio, al coincidir, demostraron que los puntos seleccionados tenían una alta ionización. El caso que nadie sepa cómo se originan esas radiaciones no invalida los resultados de la pesquisa.El método de analogía es valido porque los experimentos realizados con sensores humanos y vegetales demostraron que en los fenómenos estudiados de biorrecepción no interfirieron las sensaciones o percepciones individuales, de lo cual se infiere que la objetividad científica se alcanza, como base para asumir otros estudios. Este esfuerzo de validación forma parte de la tradición cultural Occidental por mantener una racionalidad científica de las Ciencias Naturales, basadas en la aplicación y utilización práctica de las leyes de la naturaleza; a partir de mediciones exactas por cálculo matemático y razonamientos geofísicos. Lo cual no debe desentenderse en reconocerlo como un intento loable por rescatar lo que para otra época eran ya “descubrimientos de fenómenos”. Ahora lo siguen siendo y de forma útil lo podemos emplear con mayor fuerza, aunque no tengamos la explicación total de porqué ocurren.
Claro que no siempre se ha podido dispones de métodos originales como los apuntados mas arriba, de ahí que suceda lo que se tiene por común: el que las pruebas científicas se asuman mas bien como resultado de las investigaciones, mientras la clasificación de los hechos científicos, entendidos como reiteraciones empíricas, se les asigne otro tipo de razonamiento.
Un hecho científico es un hecho de algo que se asume que es cierto, al menos para nuestros propósitos actuales, pero que podría ser refutado en el futuro. En cambio, el descubrimiento de un fenómeno, es algo que sucede siempre que se dan ciertas condiciones en la realidad; lo cual lo convierte igualmente en merecedor de atención, por encontrarse en igual rango de importancia para la transformación de la realidad. Los científicos pueden actuar como si algo fuera un hecho definitivamente cierto y no prestan atención a que pudiera ser erróneo, lo cual no quiere decir que se olviden totalmente de que podría serlo. Ahora bien, lo que debiera constar ante todo, es si el médico, como el científico, tiene la capacidad de darle salida, tanto a hechos científicos, como a descubrimientos de fenómenos, en forma de implementaciones técnicas, por medio de la cultura tecnológica . Es lo que se ha dado en llamar en naturalizar la tecnología e implementar su ubicación “, tanto en su evolución histórica, como en las actividades cotidianas de la Humanidad”

Sin perder de vista las características de algunos contextos culturales, propongo reexaminar algunos conceptos, como son los de Energía Sutil, Bioenergética. Geobiología. Radiaciones Electromagnéticas, Biorresonancia, Biocibernética Acumulador de Energía, Luz de Baja Intensidad, Bioplasma, Bioelectrografía, Fractales, Radiaciones Externa e Interna. Radiaciones Terrestres y Cósmicas, Ionización, Síndrome de ausencia del campo magnético, Individualidad Energética Individualidad Bioquímica.Electroterapia

18- Energía Sutil o Vital

Es notorio que el concepto de energía sea un término que ofrezca dificultades excepcionales para su enseñanza. Entre las dificultades detectadas podemos mencionar las siguientes: la confusión entre trabajo y esfuerzo (Driver y Warrington, 1985), considerar sólo uno de los factores que intervienen en el trabajo, olvidando el otro, identificar trabajo y energía (Duit, 1984; Driver y Warrington, 1985), asignar un cierto carácter material a la energía (Duit, 1987a;Solomon, 1985), asociarla al movimiento, a la actividad (Solomon, 1983) o a los procesos (Duit, 1984; Viglietta, 1990), considerar que la energía puede gastarse (Kesidou y Duit, 1993) o almacenarse (Solomon, 1985), dado que el lenguaje cotidiano está impregnado de expresiones como «consumo de energía», «crisis energética», etc., confundir las formas de energía con sus fuentes (Carr y Kirkwood, 1988; Solomon, 1985), atribuir la energía potencial al cuerpo y no a la interacción entre los cuerpos (Solbes y Martín, 1991), ignorar la variación de la energía interna (van Huls y van den Berg ,1993), asignar un carácter sustancial al calor (Albert, 1978; Erickson, 1979, 1980) o considerarlo como una forma de energía (von Roon, van Sparng y Verdonk, 1994), confundir la cantidad de calor y la temperatura.

El problema es de fondo. En la Investigación didáctica de la enseñanza de las Ciencias, se habla de no activar los esquemas de transformación, conservación, transferencia y degradación de la energía (Duit, 1981, 1984), sin los cuales no se puede comprender dicho concepto, ni el principio de conservación.
Sin embargo, los trabajos anteriores no han resuelto todos los problemas, en particular, los siguientes: – ¿Hasta qué punto se tienen en cuenta en la enseñanza las ideas previas de los estudiantes, sus dificultades, y la necesidad de activar los esquemas de conservación, transformación, transferencia y degradación de la energía? ¿Se realiza un análisis crítico de las leyes de conservación clarificando si se trata de teoremas o de principios? ¿Se muestra el principio de conservación de la energía como un principio, no sólo de la Mecánica y la Termodinámica, sino de toda la Física?

En parte se explica cómo entonces a cuenta de la Física moderna en el Siglo XX se comenzó a estudiar las complejas articulaciones entre las estructuras llamadas “materiales” y los procesos de información y regulación de otras mal llamados “inmateriales”. Aún se les prefiere seguir llamándolos así antes de usar en otro sentido más abarcador la noción de energía, aunque se sabe desde hace tiempo que en el conjunto del Cosmos, las partículas con masa y peso atómico (sustancia), son sólo una minoría.
Adoptaremos aquí este concepto de modo operacional, pero sin embargo es preciso apuntar todos aquellos que le son similares para su detección en la literatura terapéutica que los emplea como:
Prana (Yoghis-India), Chi (China), Akasha ( India), Axé (Africa), Odem, Fuerza creativa, Maná, Energía Astral, Energía Cósmica, Energía Biosíquica, Energía Biológica, Fluido Magnético (F. A. Mesmer), Fluído Psíquico, Fluido Vital (Allan Kardek), Fuerza Etérica (radiestesistas), Fuerza Vital ( C.F.S. Hahnemam), Libido ( S.Freud), Luz Astral ( H. P. Blavatsky), Magnetismo Animal (F.A. Mesmer), Od (K. L. von Reinchenbach), Orgánica ( W. Reich), Sincronicidad ( C. G Jung), Entropía Negativa (Erwin Schrodinger) Reiki, Energía Sutil.
Desde la perspectiva de las investigaciones Occidentales, la energía sutil o vital, se refiere a la variación de frecuencias neuroeléctricas naturales que el cuerpo produce o absorbe para facilitar el óptimo funcionamiento de las células.
La energía sutil o vital, proviene de tres fuentes:
-a partir de la energía sutil o vital que heredamos de nuestros padres,
-de la que absorbemos por medio de los alimentos,
-de la energía que recibimos directamente del entorno.

Decir que la energía sutil o vital regula el óptimo funcionamiento celular es equivalente a decir, como apuntaba, que enfermamos cuando la frecuencia de vibración que requiere una célula o el organismo se altera.
Precisamente es la energía la que induce los enlaces, o sea, es imprescindible una determinada cantidad de energía para la formación de moléculas y proteínas, de modo que serán correctas si los impulsos energéticos que propician los enlaces son los normales. Si, como recordábamos, cada célula en el cuerpo posee un voltaje medible y ese voltaje medible es definido como potencial de membrana (trans-membrane potencial) y regula la admisión de nutrientes dentro de la célula y el transporte de desechos fuera de la misma, entonces se comprenderá que es básico aceptar que una célula normal tiene un potencial de membrana de 70 milivoltios, una célula vieja tiene 50 milivoltios y una célula enferma tiene aproximadamente 15 milivoltios.
Para muchos es desconocida qué parte de la energía de que se habla se puede detectar en los meridianos, al actuar éstos como canales por los que fluyen en los cuerpos de los seres vivos corrientes energético-informativas sutiles, que por la Ley de Ohm, en las zonas donde se encuentra menor resistencia es donde existen los meridianos.
Pierre Vernejold demostró que el sistema de meridianos es independiente de la red vascular inyectando diferentes sustancias, como tecno radioactivo 99m en los puntos de acupuntura y controlando su absorción mediante una cámara de gammagrafía. En ésto se apoya Popp , cuando señala que dentro de las células existe un campo cuántico, donde se llevan a cabo informaciones electromagnéticas, que regulan toda la bioquímica, ya sea la glicólisis, la formación de ATP, etc. Esta dimensión es monitorizada a fin de cuentas por estos campos electromagnéticos y la suma de todos esos mínimos campos celulares genera el campo integral o el campo total de la persona. Este campo electromagnético, o campo de biofotones, se compone de trillones de células y por esos mismo es también totalmente diferente y cien por ciento individual, de persona a persona.
Pero lo anterior se niega comúnmente porque en Física clásica, la materia está representada por partículas, mientras que las fuerzas son descritas por campos. La Teoría Cuántica, al contrario, no ve en lo real más que interacciones, que son transportadas por entidades mediadoras, llamadas bosones . No queda entonces otro recurso que retomar las afirmaciones acerca de que la teoría cuántica anula la distinción entre campo y partícula.
Hay que aclarar que para muchos también, en la Física convencional, la energía es definida como la capacidad de un sistema para realizar un trabajo y en un análisis libre podemos entender trabajo como cambio, dinamismo o transformación. Entonces, de forma análoga, la Bioenergía, la cual no es creada ni destruida, sino solamente transformada, puede ser entendida como el medio mediante el cual la conciencia se manifiesta en su dimensión de actuación (realizando trabajo conciente).

19 -Acumulador de energía.

Las pirámides son acumuladores de energía , como se verá mas adelante, pero existen otros muy variados, que nos dan la noción de que los distintos tipos de manifestación de la energía se pueden almacenar y utilizar tanto para propósitos científicos como terapéuticos.
Uno de los acumuladores de energía, de las que describimos mas arriba, se toma de la atmósfera por medio de una estructura formada por capas alternas de materiales metálicos y no metálicos.
La acumulación de energía es verificable por medio de las cámaras y dispositivos que se relacionan en el trabajo y su acumulación, como es en el caso de las pirámides –ejemplo más sencillo-, es posible reflejarla por otros medios.
En cuanto a su validez científica, las medicinas complementarias están establecidas sobre bases experimentales sólidas y de comprobación sistemática por parte de la población, de resultados positivos evidentes a través de miles de años de práctica en algunos casos.
Los profesionales de la salud que se han decidido a utilizarlas se han dado cuenta que con estos sistemas naturales de salud es perfectamente posible aplicar también el método científico recurriendo a la observación, el análisis, la comparación, la experimentación, la inducción, etc., igual que en el campo de la Medicina oficial.
En la comparación entre Medicina y Terapéutica se halla parte del quid del desentendimiento de la Ciencia occidental y de la Medicina oficial con las explicaciones para las medicinas alternativas, pues parece radicar en un área que tiene que ver más bien con la Física moderna, y la dualidad onda - partícula en la estructura de la materia.
¿Cómo podemos saber que el organismo lo hace? Viene en nuestra ayuda la homotoxicología, la vicariación regresiva en las fases humorales, que es la forma cómo el organismo a escala bioquímica representa la disipación de entropía. Pudiéramos traer a colación cómo en las curvas calorimétricas de la termodinámica de los organismos vivos hechas por Lurié y Wagensberg --Termodinámica de la Evolución Biológica-- las salidas de calor (fiebre, inflamación, etc.) corresponden a un flujo de disminución de la entropía, es decir, a mejoramiento de la información. Por cierto, si tomamos medidas locales como láser para dolores o inflamaciones de articulaciones, si éstas tienen causas de campo interferente, no hacen más que aumentar la entropía.
La Homeopatía, Acupuntura, Terapia Neural o cualquier medida vademecunizada, o sea, teniendo en cuenta a la enfermedad y no al enfermo, aumenta la entropía. Medidas como oxígeno, ozono, etc., sin tener en cuenta el todo del paciente, aumentan la entropía, igual que la aumentan los mejórales, o ampicilinas. Con ellas, mal aplicadas, se le quitan al paciente síntomas por los cuales se buscaba su neguentropía. Se le quita el dolor en el hombro, la úlcera o la migraña, pero no se estimulan sus mecanismos propios de ordenación. No obstante, aun están lejos las leyes cibernéticas, la acupuntura con sus regularidades (ying-yang, los cinco elementos, etc.), las leyes de curación homeopática y el concepto de campo interferente como foco de ruido perturbador en un circuito, para aspirar a constituir el trípode sobre el que se basan tratamientos biológicos.
La Homotoxicología corresponde a las leyes homeopáticas y no es posible olvidarse de ella o ponerla a un lado. Por ello, que desde el punto de vista cibernético de información, definiríamos la vicariación regresiva como la manera en que el organismo vivo, como sistema termodinámico abierto, busca difundir su entropía positiva para mantener al máximo su propio orden sacando el mayor provecho de su información. De nuevo, retomemos que esa información nos llega por la alimentación, respiración, genética o por el entorno, intercambio con el cosmos, con otras fuerzas y manifestaciones vitales, etc.
Otra acotación: si profundizamos en el significado de la palabra orden, veremos que en cierto modo es equivalente al de información, concepto éste quizá más intuitivo y fácil de comprender. Es evidente que cuando se ordena algo hay que hacerlo con un criterio determinado, y éste necesariamente introduce información en lo ordenado. Asimismo, para producir información es imprescindible ordenar ciertos elementos. En consecuencia, orden e información pueden entenderse como dos formas diferentes de interpretar un mismo fenómeno. Información contenida en el mensaje que la propia materia ordenada representa, es decir, equivale también a disminuir su entropía. Por eso, a la información se le llama a veces neguentropía (negativo de la entropía) .
De las energías limpias que puede incorporar el cuerpo de forma adecuada, merecen comentarse que se les conoce como las energías beneficiosas, como la eólica, las de las células fotoeléctricas, energía del mar, entre muchas más, porque se vinculan a aplicaciones concretas no “sutiles”.

20- Bioenergética: los ejemplos de la Biorresonancia y la Biocibernética.

La Bioenergética sitúa en el mundo energético parte de la causa de los procesos bioquímicos del ser humano. Destaca que es la energía quien produce los enlaces (químicos), lo que con lleva a hablar de tropismo electromagnético, en el sentido de cuando se alcanza la energía necesaria para alcanzar un enlace.
Esta disciplina promueve la integración entre las Medicinas energéticas, las prácticas médicas tradicionales y la medicina Occidental, aunque a menudo suelen confundirse los términos y relacionarse los campos magnéticos estáticos con radiación electromagnética.
Estar expuesto a un campo no significa necesariamente que las células que constituyen la materia viviente estén sometidas a este mismo campo. Para el campo magnético los tejidos biológicos son transparentes. En otras palabras, el campo magnético que se encuentra al nivel de los tejidos es igual al campo magnético ambiental.
Ahora bien, el campo eléctrico que se encuentra en el nivel celular, puede tener dos orígenes:
• El campo eléctrico exterior, atenuado por un factor 10-7 ó 10-8, debido a que en el rango de EBF el cuerpo humano puede considerarse un muy buen conductor.
• El campo magnético externo, que crea un campo eléctrico inducido de acuerdo a la Ley de Faraday.
A diferencia del eléctrico, en el campo magnético no existen monopolos magnéticos, sólo dipolos magnéticos, lo que significa que las líneas de campo magnético son cerradas, esto es, el número neto de líneas de campo que entran en una superficie es igual al número de líneas de campo que salen de la misma superficie. Un claro ejemplo de esta propiedad viene representado por las líneas de campo de un imán, donde podemos ver que el mismo número de líneas de campo que salen del polo norte vuelve a entrar por el polo sur, desde donde vuelven por el interior del imán hasta el norte.
En común, las características bioenergéticas de los seres vivos básicamente consisten en que el cuerpo humano está constituido por una retícula completa, como se ha podido comprobar por los canales de acupuntura o por simple prueba, al hacer de antena uno mismo al televisor, apretando con nuestros dedos la cinta. Por eso se defiende la tesis de que la clave para entender esta nueva forma de terapia es conocer y comprender el hecho de que todos los procesos de la vida están controlados por oscilaciones electromagnéticas. Los procesos electromagnéticos son tan importantes como los procesos bioquímicos. Por ello, las Ciencias Médicas no pueden dejar de tomar en cuenta por más tiempo que cuando una persona o uno de sus órganos se enferma, ésto siempre es precedido por una oscilación patológica electromagnética, que explica en parte porqué el organismo en conjunto enferma o se desequilibra. Este hecho contradice el punto de vista, todavía muy extenso, de que los procesos bioquímicos son la causa de las enfermedades.

Hay pues evidencias suficientes y necesarias para acercarnos a considerar la importancia de estudiar la influencia de los pares biomagnéticos, consistentes en que los órganos del cuerpo establecen un equilibrio biomagnético interno formando pares (Ej.: hígado-riñón). Cuando este equilibrio se altera, aparecen las enfermedades. El desequilibrio se puede reestablecer mediante la aplicación de imanes de mediana intensidad, ubicados en lugares específicos del cuerpo asociados a los pares anómalos.
Cuando los órganos del cuerpo se desequilibran, se altera su pH (potencial de hidrógeno) experimentando ligeras variaciones hacia la alcalinidad o acidez, fuera de su nivel energético normal. También se constata porque dichas características “salen” al exterior en forma de campo magnético, aura o bioplasma, como se retoma más adelante.
Por consiguiente, la generación de campos magnéticos puede ser total (del cuerpo) o parcial, por regiones u órganos.
El conocimiento de los efectos de todas las posibles interacciones entre los campos electromagnéticos ( CEM) y los sistemas biológicos en el mundo ya se prevé que podrían ser usados para identificar las dosis adecuadas, predecir las respuestas a las dosis, diseñar mejores experimentos y ayudar a determinar qué efectos perjudiciales son posibles en los distintos niveles de exposición.
Muchos mecanismos de interacción física han sido propuestos para explicar los posibles efectos biológicos de los CEM: modificaciones en la movilidad de iones en fluidos biológicos, fuerzas y momentos sobre los momentos dipolares de las moléculas, perturbaciones en las reacciones químicas, etc. La controversia internacional que rodea la aplicación de estos mecanismos para explicar los efectos biológicos de la exposición a los CEM del medio ambiente surge del hecho de que la intensidad de los campos internos que están asociados con estas exposiciones es menor que los campos eléctricos asociados con el ruido térmico.
Algunas aplicaciones que evidencian la aplicabilidad de estos conocimientos han dado origen por ejemplo la llamada Biorresonancia. Esta describe procesos de resonancia en estructuras vivas, en los cuales la ordenación bioquímica se sostiene con la materia mediante la interacción de energías físicas como los citados campos electromagnéticos. De tal manera, las vibraciones electromagnéticas, los fotones, conducen mediante el principio de la biorresonancia a un estado de estimulación de los átomos y de las moléculas, capaces de reaccionar entre sí sólo en este estado, y que a su vez irradian otros fotones.
Cercano al fenómeno de la biorresonancia, la disciplina que muchos reconocen como Biocibernética, se concuerda en que ésta última describe las leyes del control en sistemas vivos, al parecer extraordinariamente similares a los sistemas técnicos. En ambos sistemas el control de cada una de las acciones se lleva a cabo basado en regularidades iguales en forma de circuitos reguladores. O sea, circuitos reguladores que pueden ser de naturaleza bioquímica, física (por ejemplo, electromagnética) o material en sistemas vivos. Todos desde hace siglos están siendo influidos de modo diverso por una gran cantidad de terapias reguladoras, como la acupuntura china, la electroacupuntura, la homeopatía, la terapia neural, la balneoterapia, la influencia de los colores, olores y sonidos, la psicología y, naturalmente, otras menos aceptadas como los masajes podales, tratamientos con piedras, imposición de manos , etc.
Así pues, el concepto Biocibernética engloba gran cantidad de mecanismos de control en el biosistema, que muestra, como condición esencial, el que no se le puede analizar independientemente de su entorno o matriz total de todas las radiaciones que lo circundan. Para que se tenga una idea mas precisa, cabe citar la existencia de miles de otros tipos de ondas y frecuencias que llenan nuestro éter (imperceptibles para los profanos) con ondas electromagnéticas en un rango de aproximadamente 10 Khz. hasta 200 GHz. Se les clasifica como sigue:
de 3 KHz hasta 30 KHz VLF (frecuencia muy baja)
de 30 KHz hasta 300 KHz LF (frecuencia baja)
de 300 KHz hasta 3 MHz MF (frecuencia media)
de 3 MHz hasta 30 MHz HF (frecuencia alta)
de 30 MHz hasta 300 MHz VHF (frecuencia muy alta)
de 300 MHz hasta 3 GHz UHF (frecuencia ultraalta)
de 3 GHz hasta 30 GHz SHF (frecuencia superalta)
de 30GHz hasta 300 GHz EHF (frecuencia extremadamente alta)

En el rango de frecuencia muy baja ( VLF) se mueve la navegación, los servicios marítimos y la radio fija. En el rango de frecuencia baja (LF), la onda larga de radio. Del mismo modo que la frecuencia media ( MF) está presente en la onda media, pero también en la navegación y la aviación, en la radio de orientación y en la nacional, así como en las transmisiones de los radioaficionados. Cada día existen nuevos transmisores, nuevas fuerzas de campo, nuevas frecuencias, nuevas torres y formas de transmisión por radio. Las ideas acerca de las nuevas posibilidades del aprovechamiento de las altas frecuencias son sorprendentes.
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21 – Campos magnéticos en la Salud
El cuerpo humano es un campo magnético, expresa el hecho de actuar como una retícula magnética completa, no está sólo en el cuerpo, sino en su exterior, conocido como bioplasma o aura magnética. Luego en el interior también se encuentra en órganos tejidos etc. Al actuar como un conductor eléctrico, genera una corriente eléctrica a través del cuerpo que fundamenta en parte la explicación de la existencia de las energías sutiles. Precisamente, la varilla que empuñamos, al recibir una cierta carga eléctrica al atravesar un campo magnético, sufre una desviación o fuerza, que es perpendicular al plano que forma las líneas magnéticas en relación a la dirección de la corriente. (Ley de la mano derecha)
Siguiendo la vía de esas medidas pudiéramos apreciar que se mueve la varilla, inclinándose a un lado u a otro, abriéndose o cerrándose, según la Ley de Biot-Savat. No obstante, lo que usualmente se conoce y divulga es lo proveniente de fuerzas tecnológicas. Así, el estrés provocado por corriente eléctrica y radiaciones, por venenos, gases, sustancias ambientales tóxicas, hongos, fibras, polvo, etc., son familiares. ¿Porqué no decir lo mismo con respecto a la contaminación cosmotelúrica, si la podemos medir?
El planeta Tierra se encuentra constantemente bombardeado por radiaciones que provienen del espacio sideral. Esta radiación cósmica omnidireccional penetra en la superficie terrestre hasta diferentes profundidades, según sean las propiedades piezoeléctricas del manto geológico, y rebota. De la interacción dinámica de la radiación incidente y de la radiación reflejada se generan diversas cuadrículas o grillas de franjas o muros electromagnéticos que son neutros para los seres vivos, pero cuyos cruces son nocivos para todos los seres vivos. Es hasta cierto punto un concepto más integrador que no se encuentra generalizado.
El globo terráqueo posee un campo magnético, generado en su núcleo, entre 2,900 y 5000 Km. de profundidad, por un efecto llamado de dinamo autosostenido, con líneas de fuerza que atraviesan su núcleo interior y se expanden a miles de kilómetros de su corteza. Esas líneas de fuerza fluctúan constantemente en intensidad y fuerza. En la superficie de la Tierra se experimenta un campo magnético que posee fuentes que lo interactúan desde el cosmos, como las corrientes eléctricas que circulan por la ionosfera a unos 110 kilómetros de altitud y más allá, en la magnetosfera que constituyen la porción de ese campo geomagnético. El campo magnético también presenta continuas variaciones relacionadas con las manchas solares, la
radiación cósmica y las tormentas magnéticas, que duran desde segundos hasta períodos prolongados de tiempo, como se sabe.
La OMS ha enfrentado estos problemas en los últimos años, pero de una manera limitada, porque no ha arribado a un acuerdo de identificación de los pormenores de ese campo magnético terrestre en todos sus detalles.
Sobre la red global de radiación o red “Hartmann”, se dice que son líneas de fuerza o paredes de energía que emanan del subsuelo, (hay aclarar que tal estudio se circunscribió a Alemania y que no existe una teoría que la avale), por lo que pueden traducirse o tomarse como punto nocivos para la salud. Lo que si es evidente es que, ya sean líneas o puntos nocivos, la energía que emana de ellos es variable según las horas del día y los cambios atmosféricos: cuando una persona permanece sobre un punto nocivo, se modifica su resistencia eléctrica. De todas maneras, se trata de una alteración mínima que, por si sola, no puede ser causa de efectos de consideración en segundos. Sin embargo, expuesto los seres vivos a largas estadios sobre los mismos como en la cama del cuarto, la mesa de trabajo o simplemente la permanencia en una jaula por un animal, se constata que el fenómeno se hace evidente con manifestaciones dañinas. No podemos afirmar que los seres vivos estamos adaptados a ellas y las toleramos bien por momentos, suponiendo que estemos energéticamente sanos. El hombre, sin embargo, perdió la sensibilidad que aún la mayoría de los animales conservan. Muchos de éstos instintivamente perciben las afecciones en los lugares donde seleccionan dormir, como los perros, caballos y conejos. Hay una correlación de incremento de las radiaciones en los puntos nocivos. En un futuro no lejano, a la 15 variables mas conocidas de los cambios atmosféricos , de las cuales, se dispone regularmente sólo de 4 de ellas, habrá que incorporar otras. En realidad, todas tienen influencia sobre la salud, sólo que desconocemos aún muchas de sus influencias dañinas y, por lo demás, resulta casi imposible correlacionarlas.
Todo lo anterior nos advierte que hay zonas que se activan en la Tierra por esos factores y otros muchos terrestres que, al interactuar todos a la vez, en la realidad hacen muy complicadas las observaciones. Si a todo lo anterior debemos sumar otros factores que inciden en la salud humana, como los materiales de construcción de las casas, las corrientes eléctricas y campos magnéticos provocados o creados por el hombre, las formas arquitectónicas, los colores, ruidos y olores, se tendrá una idea más cercana a la concepción de la necesidad de una sospecha médica permanente sobre todos y cada uno de esos factores posibles de estudiar y correlacionar. En los casos de las zonas geopáticas habitualmente descubrimos que éstos son los responsables de la mayoría de problemas y enfermedades padecidas, sobre todo si, para colmo, se superponen a las otras clases de perturbaciones; la sumatoria es funesta en muchos casos.
A falta de información de una buena parte de esos factores, en la práctica, el radiestesista debe localizar los puntos distribuidos de forma aleatoria, nos pueden aparecer sobre todo en los lugares ocupados por las camas y los lugares de trabajo, donde mayor tiempo permanecemos. En los sitios prospectados descubrimos que estos cruces, sobre todo si se superponen a otras perturbaciones geológicas, como por ejemplo, corrientes de agua subterránea, fallas geológicas, yacimientos de metales, etc., pueden generar problemas mayores.
Todas forman una vastísima urdidumbre a diferentes niveles y estratos geológicos, por los cuales el agua es uno de los elementos más ilustrativos a tomar en cuenta, que nos ejemplifica a dónde nos lleva esa confluencia de factores naturales. La misma se acumula en auténticos lagos, por donde circulan en ciertos casos por micro filtración, a velocidades de unos metros por día, y en otros formando impetuosos ríos subterráneos. La fricción del agua subterránea contra las rocas o paredes por donde circula, crea débiles corrientes energéticas (mensurables por medio de instrumentos de medición electrónica) que remontan en vertical y que se detectan a nivel del suelo o superficie terrestre, como variaciones en la radiación electromagnética (radiación gamma).
Todo lo hasta aquí dicho no es ajeno a la contaminación electromagnética o “electrosmog”, que genera lo que se denomina estrés de alta tensión. El “electrosmog” constituye campos de electromagnetismo muy débiles o sutiles que afectan el buen funcionamiento de ciertas glándulas, como el timo.

¿Qué diferencia hay entre los campos electromagnéticos no ionizantes y la radiación ionizante?
La longitud de onda y la frecuencia determinan otra característica importante de los campos electromagnéticos. Las ondas electromagnéticas son transportadas por partículas llamadas cuantos de luz. Los cuantos de luz de ondas con frecuencias más altas (longitudes de onda más cortas) transportan más energía que los de las ondas de menor frecuencia (longitudes de onda más largas). Algunas ondas electromagnéticas transportan tanta energía por cuanto de luz que son capaces de romper los enlaces entre las moléculas. De las radiaciones que componen el espectro electromagnético, los rayos gamma que emiten los materiales radioactivos, los rayos cósmicos y los rayos X tienen esta capacidad y se conocen como “radiación ionizante”. Las radiaciones compuestas por cuantos de luz sin energía suficiente para romper los enlaces moleculares se conocen como «radiación no ionizante». Las fuentes de campos electromagnéticos generadas por el hombre que constituyen una parte fundamental de las sociedades industriales (la electricidad, las microondas y los campos de radiofrecuencia) están en el extremo del espectro electromagnético correspondiente a longitudes de onda relativamente largas y frecuencias bajas y sus cuantos no son capaces de romper enlaces químicos.
En presencia de una carga eléctrica positiva o negativa se producen campos eléctricos que ejercen fuerzas sobre las otras cargas presentes en el campo. La intensidad del campo eléctrico se mide en voltios por metro (v/m). Cualquier conductor eléctrico cargado genera un campo eléctrico asociado, que está presente aunque no fluya la corriente eléctrica. Cuanto mayor sea la tensión, más intenso será el campo eléctrico a una determinada distancia del conductor. Los campos eléctricos son más intensos cuanto menor es la distancia a la carga o conductor cargado que los genera y su intensidad disminuye rápidamente al aumentar la distancia. Los materiales conductores, como los metales, proporcionan una protección eficaz contra los campos magnéticos. Otros materiales, como los materiales de construcción y los árboles, presentan también cierta capacidad protectora. Cuando las líneas de conducción eléctrica están enterradas en el suelo, los campos eléctricos que generan casi no pueden detectarse en la superficie.
Para que se tenga en cuenta como influyen las mismas, sólo con decir que cualquier vivienda que tenga en el interior más de 250 milirhent al año, las personas no debieran permanecer expuestas a esas radiaciones por más de 5 horas diarias.

22- Geobiología y Medicina del hábitat

La Geobiología es una ciencia basada en conocimientos de sabiduría tradicional, unidos con las más recientes investigaciones y descubrimientos científicos. Nacida a principios del siglo XX en Europa, figura entonces como un “redescubrimiento” científico del viejo saber intuitivo de la relación entre el lugar y la salud. Desde la China antigua, se conocía que la posición y la orientación en el espacio eran de mucha importancia. Desde entonces se sospechaba que la ubicación de nuestra morada, el lugar de trabajo y los objetos y posesiones con que vivimos podían afectar nuestra actitud e incluso nuestra psiquis. Ahora, esta versión moderna apoyada por métodos científicos, nos dice que esta disciplina se ocupa del estudio de las relaciones entre los seres vivos - especialmente el hombre - y las energías que emanan de la Tierra, las que provienen de las radiaciones cósmicas, y las generadas por su propia actividad. Su campo de estudio incluye las energías naturales del medio, tanto terrestre como cósmico, que siempre nos han rodeado, más las derivadas del progreso tecnológico humano. La calidad del aire (agentes contaminantes, ionización, radiactividad), la calidad ambiental (contaminación acústica, electromagnética, vibraciones, desarmonía forma-proporción-color, simbología en la decoración y relación con la personalidad, y la calidad del emplazamiento “geopatías” o “zonas geopatógenas”: lugares o zonas con incrementos significativos de radiaciones electromagnéticas cosmotelúricas que pueden afectar a la salud. De todos estos aspectos, el estudio de las geopatías es el que más define el trabajo del geobiólogo. No podemos confundirla con la Geomedicina Humana o la Geografía Médica. Ella misma da respuesta a una gran sumatoria que sobreviene cuando esta ciencia se propone abarcar las interacciones entre radiaciones terrestres o telúricas, campos magnéticos artificiales, campos magnéticos naturales (geomagnetismo), radioactividad, contaminación eléctrica o electromagnética artificial, y la influencia de todo ello en la salud, más las condiciones sociales, paisaje geográfico y cultura que guardan relación directa o indirecta en las enfermedades de diferente índole y gravedad, padecidas por personas, plantas y animales.
Existe todo un taller de aparatos, equipos y metodologías para ejecutar mediciones de los fenómenos geofísicos y geobiológicos. Ellos pueden reconocer anomalías geomagnéticas, elevados niveles de radiactividad u otras alteraciones geofísicas en la superficie de la tierra, siempre en alguna proporción (aunque pequeña) en casas, edificios o en lugares especiales que a veces tienen marcas para señalar la presencia de energías que convenía tener en cuenta o temer, según el caso, como son los centros de oración, mezquitas, pagodas, sinagogas, petroglifos, menhires, pirámides u otras construcciones sagradas.
Según esta nueva disciplina científica , la Geobiología, todo cuerpo en el planeta emite vibraciones (frecuencias y/o longitudes de ondas), se han medido corrientes de aguas subterráneas influyendo en un punto de cruce y han dado la medida de 2.000 Ángstrom de longitud de onda. También se han medido distintos lugares telúricos y diferentes construcciones humanas donde se han obtenido diversas medidas, donde se han encontrado con 11.000 Angs., 13.000 Angs., 18.000 Angs. Entonces, con razón se puede hablar de Geopatías , es decir de ciertas conjunciones de fenómenos naturales y artificiales que afectan la salud de las personas.
La detección de una Geopatía debe ir precedida de una valoración que determine su mayor o menor nocividad, para lo cual existen diversas escalas radiestésicas. Entre la más extendida se encuentra la escala del físico y radiestesista Boris, perfeccionada por el ingeniero Simonetton, que se conoce como biómetro de Bovis. Hay que aclarar que no se puede aspirar a suprimir la geopatía, porque se actúa modificando favorablemente el ambiente electromagnético del lugar. En consecuencia evitando la afectación biológica sobre la salud física y psíquica al redistribuir por ejemplo el lugar de la cama o la disposición de los equipos eléctricos. Una nota de interés es que su principio es el mismo que se utilizaba antiguamente en arquitectura sagrada.
La Antropología Física y más recientemente la Antropología de la Salud, hacen cada vez mas alusión a cómo las culturas evaluaban y manipulaban esos fenómenos a partir de crear sistemas de observar la Naturaleza. A las personas encargadas de preverlas y controlarlas se les reconocía con diferentes poderes: chamanes, brujos, sacerdotes, augures, pitonisas, sabios o zahoríes de cada lugar; todos los cuales fueron acumulando porciones de ese saber total que hoy día nos conmueve e incita a mayores búsquedas. Tras este recuento podríamos afirmar que se está redescubriendo lo que, en parte para civilizaciones anteriores y aún para nuestros antepasados, ya era conocido y practicado: la importancia que tienen para la salud y el bienestar las radiaciones cósmicas, las telúricas y las ambientales.
En el presente, se habla de los riesgos geobiológicos, donde se usan normas, en la Salud Ocupacional. Las empresas más conscientes actúan en múltiples frentes, pasando por el diseño, implementación y divulgación de políticas y manuales de procedimientos a seguir en el área fabril y administrativa, sistemas de atención médica y odontológica.
En Meteorología, veinticuatro horas antes de una bajada de presión atmosférica se observa un aumento en los rayos Gamma en los puntos aludidos de los llamados geopatógenos por la Geobiología. Hay un dicho en Geobiología que reza así " Dime donde vives y te diré lo que padeces". Los expertos en esta Ciencia han corroborado la estrecha relación entre las diferentes energías y microvibraciones presentes en la vivienda o lugar de larga permanencia y las múltiples enfermedades o padecimientos que pueden aquejarnos.
Como los minerales, las plantas y los animales, los seres humanos estamos inmersos en un mar de radiaciones que nos bañan constantemente y de cuya energía dependen nuestro equilibrio y nuestra salud física y mental.
La literatura mundial nos muestra como cada cultura ha desarrollado su propia sensibilidad al entorno en el que habita. Algunos desde la antigüedad hablaban de Geomancia, mucho antes de la Geopuntura neolítica que, emplazadas en los puntos correctos del terreno, compensaban anomalías en el campo geomagnético, corrigiendo así perturbaciones en la vitalidad de un terreno. De antemano se perfilaba como una Ciencia que se encarga de estudiar la relación entre las distintas energías y la salud de las personas. Todo se debe a que los seres vivos, por su composición bioelectroquímica y fisiológica, poseen una cualidad receptiva de estas emanaciones o fuentes de energía y se le conoce hoy en día como Biorrecepción.
Algunos puntos a tomar en cuenta para una mejor biorrecepción:
La cama debe de estar orientada al norte magnético.
* No debe estar situada sobre fallas geológicas o corrientes subterráneas.
* Debemos tener en cuenta la presencia de zonas geopatógenas
* Evitar situarla en zonas con alteraciones telúricas.
* Evitar la proximidad de aparatos eléctricos a la cama, como radio despertadores o equipos de música. Hay que tener en cuanta que éstos generan campos electromagnéticos aún estando apagados.
Pero, ¿es suficiente?
En un estudio realizado por Simoneton se establece que cada enfermedad y cada agente patógeno concreto se desarrollan en un medio vibratorio específico (Ej. el bacilo de Koch, responsable de la tuberculosis, lo hace alrededor de las 5.500 unidades de Bovis; los cánceres, en vibraciones próximas a las 4.000, etc.). Cuando una persona está vibrando por debajo de 6.500 unidades, para equilibrarla y sacarla del estado patológico, es un buen remedio someterla por un tiempo determinado a altas vibraciones controladas hasta que se equilibre o vuelva la armonía a su cuerpo.
23- Radiaciones electromagnéticas
Nos toca ampliar algo más sobre las radiaciones y energías cosmotelúricas, dado que, como sabemos, la Tierra está constantemente sometida a influencias de carácter sísmico y de carácter telúrico o terrestre, en lo que se podría incluir hasta el gravitomagnetismo, que es similar al campo magnético emitido por un cualquier cuerpo esférico celeste al girar.
La influencia de los puntos magnéticos dañinos que nos envuelve a todos y son diferentes de los eléctricos: la influencia de la electricidad se queda en la piel -por decirlo de algún modo- mientras que la magnética abarca todo nuestro entorno, incluyendo el interior de nuestros cuerpos. Desde un punto de vista experimental y práctico está comprobado lo que citaba más arriba, que el vivir y dormir sobre venas de agua, especialmente cuando dos o más de ellas se cruzan entre sí, resulta muy nocivo para la salud de nuestro cuerpo físico. Por eso cobran fuerza disciplinas como el Biomagnetismo para estudiar las características magnéticas de los seres vivos y la Magnetobiologia para evaluar las influencias de los campos magnéticos en ellos también.
Por consiguiente, son hechos científicos constatados el que los seres vivos reaccionan de forma diferente ante frecuencias diferentes. Algunos son sensibles a 16,7 Hz.. Otros no; hay los que reaccionan a 50 ó 100 Hz. Aquí la fuerza de los campos no desempeña el único papel.
Hoy se sabe que todos los entes vivos tienen esa ‘ventana de frecuencia’ específica. Ventanas de frecuencia individuales que son probablemente muy diferentes en un animal y otro, en un órgano y otro. Varían de acuerdo con las diferentes épocas del año o los diferentes momentos del día y posiblemente dependen también de la edad, el estado de ánimo o de una enfermedad. La Ciencia está aún en los inicios de la investigación, pero ya se cuentan con evidencias que permiten incorporarlas a las evaluaciones médicas en ciertos casos. Hasta ahora es seguro que algunas frecuencias pueden tener mejor influencia que otras, de acuerdo con nuestra ventana biológica individual, aunque para otras frecuencias parecemos ser casi ‘inmunes’
Toda frecuencia actúa con una incidencia específica y cada cuerpo o parte del cuerpo, músculo, nervio, núcleo celular, etc., por lo cual reaccionan de acuerdo con sus propias leyes y principios de resonancia, de igual forma que un radio recibe sólo la frecuencia seleccionada y no otra. Todo en la vida sucede en interacción con la resonancia, al menos en determinadas escalas.
Existen datos en forma de tablas que especifican los valores permisibles para la salud humana y los que son dañinos, reconocidos por la OMS, digamos que el problema estriba en ir incorporándolos. Una de sus bases se halla en la determinación de la longitud de onda, que exhiben las distintas manifestaciones energéticas, susceptibles de ser medidas. Recordemos esta idea recogida mucho antes, bajo nociones distintas de puntos energéticos en la Medicina Tradicional China, el Aryuveda, o los Yorubas; en la Teoría de los Cinco Elementos. Por ejemplo, sitúan al fuego con un significado para caracterizar personas, plantas, fenómenos o elementos, profesiones y hasta para hacer uso del entorno. Pero lo cierto es que se ubica también por un determinado espectro de longitud de onda, igual que otros como el agua y la madera, la tierra o el metal. Fuego es, por ejemplo, el color rojo, el sabor ácido, el calor, el verano y así sucesivamente con otros elementos. De aquí que las radiaciones electromagnéticas se dividan en cinco grandes sectores, donde a cada uno de ellos le corresponde frecuencias en las que se agrupan colores, sabores, notas musicales y radiaciones electromagnéticas que son provenientes del sol, la luna y los astros.
Lo importante para nosotros es tener presente que esas longitudes de onda influyen en nuestros órganos en forma de ondas electromagnéticas, las que ya la tecnología las va identificando en dependencia de su banda.
Igual que los campos eléctricos, los campos magnéticos son más intensos en los puntos cercanos a su origen y su intensidad disminuye rápidamente conforme aumenta la distancia desde la fuente. Los materiales comunes, como las paredes de los edificios, no bloquean los campos magnéticos. La emergencia de esas ideas por protegernos de esos peligros está por ampliarse, como apuntábamos, porque cuentan con basamentos que se levantan sobre evidencias que demuestran que los campos magnéticos se originan por el movimiento de cargas eléctricas y su intensidad se mide en amperios por metro (A/m), aunque en las investigaciones sobre campos electromagnéticos los científicos utilizan más frecuentemente una magnitud relacionada, la densidad de flujo (en microteslas, µT.).
Al contrario de los campos eléctricos, los campos magnéticos nocivos sólo aparecen cuando se pone en marcha un aparato eléctrico y fluye la corriente. En el caso de los provocados por la corriente eléctrica, pongamos por caso los equipos eléctricos en Cuba- a diferencia de Europa-, al no contar generalmente con un tercer borne, el campo magnético que irradia es mas fuerte, lo cual esta en dependencia de cómo se conecte el equipo. Cuanto mayor sea la intensidad de la corriente, mayor será la intensidad del campo magnético. Que decir entonces de los campos magnéticos naturales, son aún menos tenidos en cuenta, al formar parte “natural” de nuestro hábitat.
2 4- Radiaciones Internas y Externas
En resumen, se plantea que del total de radiación que recibe el hombre, un 82% proviene de fuentes naturales (cósmicas, externas e internas), mientras que el restante 18% proviene de las aplicaciones de las radiaciones a la vida diaria. El 18% de radiación no-natural se divide de la siguiente manera: aplicaciones médicas donde se utilizan las radiaciones ionizantes, como por ejemplo en radiodiagnóstico, medicina nuclear y radioterapia (83%) y los productos de consumo humano que contienen materiales radiactivos (17%).
Fuentes externas al cuerpo: dentro de esta categoría tenemos a las fuentes radiactivas de origen cósmico y de origen terrestre.
Pero cuando hablamos de las radiaciones, también se encuentran fuentes internas del cuerpo: dentro de esta categoría tenemos a las fuentes radiactivas que ingresan a nuestro cuerpo por vía de la ingestión y de la inhalación.
Se dice que las radiaciones cósmicas están formadas por partículas muy energéticas expulsadas por las gigantescas explosiones de supernovas, estrellas masivas llegadas al final de su vida. Estas partículas son átomos privados de sus electrones debido a las temperaturas que reinan en estas estrellas gigantes. Son distintos tipos, esencialmente de los núcleos de hidrógeno (protones) y helio (partículas alfa) y también de los núcleos más pesados, como el hierro y el níquel. Este tipo de radiaciones es un fenómeno conocido por los físicos hace más de dos siglos, independientemente de la teoría que explique su origen. Son, como tal, una realidad.
Varios años de mediciones en el mar, desde globos, mostraron un neto aumento de la ionización con la altitud: la Tierra recibe completamente una radiación ionizante procedente del Cosmos.
De este tipo de radiación sólo llega al suelo una fracción, ya que en su mayor parte, es detenida por la atmósfera. El efecto protector de la capa de ozono, que es el más divulgado, no es el único. En consecuencia, la latitud es determinante de la dosis recibida, de forma tal que en la cima de una montaña o viajando en un avión se recibe mayor cantidad de radiación cósmica que al nivel del mar. Por ejemplo, las tripulaciones aéreas pasan gran parte de su vida en altitudes, en las que la radiación cósmica es 20 veces mayor que la radiación media de fondo. Es de suponer que muchas investigaciones científicas al respecto se encuentren poco divulgadas por razones obvias.
Pero al nivel de la Tierra también las radiaciones dependen igualmente de la composición y distribución de las rocas, la arquitectura del lugar, las fracturas y fallas geológicas, las corrientes de agua subterráneas. En este caso la dosis permisible aceptada por la OMS es de 500 milirent o 20 milicives por hora, pero ya acotábamos que debían, para otros, ser menor a esa cantidad.
Por otra parte, las radiaciones terrestres están formadas por líneas de fuerza del campo terrestre que son medibles o verificables en su existencia; cabe destacar que aunque se asocian con el síndrome del edificio enfermo , no se les toma en cuenta debidamente por la Prensa escrita.
Si esas posibilidades patógenas, ya sean en forma de puntos o líneas, se distribuye por toda la superficie terrestre y asciende atravesando toda la biosfera, permite suponer una radiación procedente del interior del Globo también. Para llegar a provocar trastornos a la salud, la persona debe haber permanecido expuesta a su influencia por mucho tiempo. Entonces, los daños principales que provocarían podrían ser: atonía, debilidad, trastornos cardiacos, renales, circulatorios y respiratorios, así como estomacales y de excreción.
Existen una gama de instrumentos y artificios que pueden ayudarnos a probar la existencia de campos magnéticos, tanto tecnogénicos o artificiales como el que se describe aquí (Anexo 1). No tenemos que reproducir todas las investigaciones básicas de la Biofísica. Sólo con asumir la literatura científica internacional, podemos y debemos proceder a medir su rango de influencia y efectividad terapéutica.
Dentro de los límites de las radiaciones electromagnéticas, diferentes longitudes de ondas interactúan con la materia (sustancia) de manera distinta. El ejemplo del empleo de péndulos en una habitación es un método sencillo y muchas veces eficaz para detectar posibles influencias en personas que no hallan explicación a sus enfermedades reiteradas. Ese procedimiento pudiera complementarse con otros instrumentos de mayor precisión.
Existen otras manifestaciones de la Energía en nuestros cuerpos, que nos permiten completar aún mejor nuestro conocimiento de las bases de nuestra actividad biológica y social, aunque ya se nos revela una verdad incólume que solemos olvidar, y es que si las partículas elementales no se comportan como partículas sólidas, entonces, ¿qué hacer?
La radiación cósmica galáctica es isotrópica, es decir, es la misma en todas las direcciones. Por lo tanto, la Tierra está expuesta permanentemente a ella, interactuando con ella. Este y otros fenómenos atmosféricos engrosan la gama de agentes energéticos, cuyo conocimiento debiéramos sistematizar aún mas por otros medios que va incorporando la Ciencia.

25 -La Radiestesia y el fenómeno de la Biorrecepción
La palabra Radiestesia significa “sensibilidad a las radiaciones”. Sabemos que sensibilidad” es la capacidad de sentir, ante lo cual los seres humanos tenemos distintas vías para percibirlas , luego el problema consiste en cómo determinarlas. Esto trae a discusión opiniones muy fundamentadas, como la que plantea que el término Radiestesia ha sido utilizado equivocadamente como propiedad, siendo en realidad un fenómeno de biorrecepción. Aquí la diferenciación entre fenómeno y propiedad no se diferencia claramente, lo que provoca que se confunda la Radiestesia con una propiedad atribuible a un fenómeno que produce un efecto. El ser humano funciona también como antena biológica, que con su cuerpo capta distintas señales o radiaciones: si la Radiestesia es atribuible a una propiedad física, entonces los efectos de biorrecepción, no se podrían entender correctamente. Es conveniente prestar atención a la siguiente clasificación de los métodos biofísicos, como una conclusión de la tesis citada. De las conclusiones y recomendaciones de la tesis, relacionadas con los fundamentos de los sensores biológicos, leemos que “Los sensores biológicos reciben del medio diferentes portadores de información, como son: campos electromagnéticos, radiaciones y partículas”, todo lo cual es posible por “la propiedad de biorrecepción del campo biológico de los seres orgánicos”. Algo así como la propiedad de ver, oír o palpar. El mecanismo o vínculo ocurre porque los sensores biológicos, al recibir la información del medio de cualquier tipo, la transforman en biocorrientes que generan biopotenciales eléctricos (Bp). Las variaciones de los biopotenciales pudieran relacionarse con la aparición de fuerzas externas electromagnéticas que serían las causantes del movimiento de los instrumentos utilizados por los operadores en sus manos, similar a lo que ocurre con la aguja indicadora de un galvanómetro.
La Tesis concluye que, por los experimentos realizados con sensores humanos y vegetales, ha quedado demostrado que en los fenómenos de biorrecepción no intervienen las sensaciones o percepciones individuales y que las informaciones recibidas del medio no se relacionan con la voluntad o la mente de los sujetos .

De nuevo: ¿Qué se entiende por radiaciones y sobre que bases se miden?
Como ya se dijo, todo lo que existe en el Universo está compuesto por energía, que vibra en diferentes frecuencias. La propagación de la energía en el espacio lo llamamos “radiaciones”, algunas de las cuales son percibidas por los sentidos, como la luz (colores), sonido, el calor. Hay otras que pueden ser apreciadas por las personas que han desarrollado la sensibilidad radiestésica, una especie de sexto sentido, (o fenómeno de biorrecepción), que no es algo excepcional. Cerca del 80 % de las personas pueden hacerlo, con una mayor o menor facilidad. Algunos han igualado el término de Radiestesia con el término de “método biofísico”.
De miles de años atrás, en excavaciones efectuadas en Egipto fueron encontrados péndulos y existen igualmente múltiples representaciones de personas manipulando “varas” o instrumentos semejantes. Athanasius Kircher, el conocido jesuita renacentista, constata en 1631 su simpatía por los instrumentos para las corrientes de agua. A este último debemos el propio nombre “Radiestesia”, anteriormente llamada rabdomancia. Luego, una amplia historia sería necesaria abordar para dar una idea más acabada de lo que se quiere referir. No obstante, gracias a la secuencia del trabajo de estos pioneros, la Radiestesia se expandió por todo el mundo.
Se define también como antiguo método adivinatorio de aguas escondidas, metales, minerales, etc. mediante una varilla o péndulo. De esta práctica se ocupa el rabdomante, o radiestesista, el cual detecta manantiales, corrientes subterráneas de agua o incluso sustancias minerales, mediante el empleo de una varilla vegetal o metálica o bien un péndulo, que aparentemente sirve de estímulo para seleccionar el lugar indicado.
Hoy en día a todo ello se agregan equipos eléctricos y electrónicos que nos permiten verificar la existencia del mismo fenómeno . En términos teóricos todo está abierto aún, pero la existencia del fenómeno es objetiva.
Otro antecedente relacionado con el fenómeno de biorrecepción, es el Feng Shui como disciplina de origen oriental. Se plantea que permite reconocer, estimular y armonizar la energía ambiental, aunque en Occidente el Feng Shui no está aún ampliamente reconocido por sus aplicaciones en la armonización de viviendas y espacios arquitectónicos. Sus divulgadores agregan que en realidad su utilidad va mucho más allá: el Feng Shui es también un sistema integral de autoconocimiento que usa la vitalidad ambiental para desarrollar plenamente el potencial personal y colectivo en cualquier situación y circunstancia .
Los cursos de formación de especialistas en Feng Shui pueden comprender la integración de los conocimientos filosóficos que sustentan esta disciplina, así como sus aplicaciones prácticas.
Lo llamativo es que incluye valoraciones sobre energía telúrica, memoria ancestral y espacial, así como elementos de Geobiología básica, Geoastrología, sincronicidad, cálculos y pronósticos energéticos.
Podrán o no aceptar el Feng Shui de forma integra, pero lo que es evidente es que algunos elementos de las vibraciones magnéticas naturales o artificiales, es importante tenerlos en cuenta.


26- Ideas que contribuyen a un enfoque integral del diagnostico y tratamiento
Una visión mas integradora de lo que vengo refiriendo comprendería, entre otros aspectos, a las técnicas para la diagnosis de un espacio: kinesología, radiestesia, vibración, sensibilidad y analogismo. En resumen:
-Valoración de formas y estructura de las edificaciones.
-Análisis de la fluidez del Qi o energía ambiental.
- Valoración de influencias tecnológicas: contaminación. Electromagnética y acústica y sistemas de regulación de la temperatura ambiental y la iluminación.
-Análisis de materiales, luz y color.
-Valoración tendencias energéticas constitutivas y coyunturales de los habitantes: naturaleza personal, desvitalizaciones y desequilibrios. -
-Reguladores: color, sonidos, ondas de forma, simbología, materiales.
Hay quienes incluso refieren la validez de los análisis de la energía ancestral en lugares de permanencia prolongada, pero de ello no se cuenta con pruebas científicas. Lo cierto es que el propio concepto de Medio Ambiente lo seguimos analizando como algo exterior a nosotros y nos hallamos aun en la formación de una verdadera conciencia ecológica.
Sin embargo, no tener presente los elementos anteriores hace que muchas enfermedades, que podrían resolverse con una simple terapia, lleven años de tratamiento.

27- La ionización del aire
De las mediciones radiestésicas y los elementos a medir, es necesario precisar que si se obtiene un registro durante 24 horas de algún punto geopático, las variaciones de la ionización del aire en la superficie pueden influir en las magnitudes que se detectan, aunque la ionización de la ionosfera, no tenga que ver con los puntos de radiaciones nocivas.
Hay que recordar que las influencias beneficiosas de los iones negativos y positivos existen normalmente en el aire que respiramos, o sea, es una electricidad presente en la atmósfera de la Tierra, con variaciones locales a veces muy pronunciadas que nos pueden afectar, porque la relación usual en el campo es de cuatro negativos contra cinco positivos. Estos últimos se pueden alterar por la acción de los rayos ultravioleta del sol y por los rayos cósmicos, mientras que los iones negativos se forman por las descargas eléctricas atmosféricas y por la emisión de la radioactividad natural de la Tierra, de diversos orígenes. De nuevo la Naturaleza nos reserva sorpresas que, aunque provenientes de distintas fuentes, es no menos importante diferenciarlas.
Para suerte nuestra, la ionización del agua es beneficiosa.
Pero refiriéndonos a zonas concretas del planeta, existen factores que alteran drásticamente la proporción de iones de un signo y del otro, lo que debe comenzar a inquietarnos según predominen unos u otros, los que influyen en las radiaciones.
En una evaluación más general, encontramos que hay vientos perfectamente localizados que traen en sus zonas de influencia una elevada proporción de iones positivos, con el consiguiente malestar que ello provoca. Por ejemplo, el efecto Föehn se establece sobre la Península Ibérica cuando el anticiclón del Atlántico empuja sobre un país como España masas de aire sahariano caliente, muy seco, cargado de partículas en suspensión y saturado de iones positivos. La situación de Föehn, por el exceso de cargas eléctricas positivas, induce insomnio, ansiedad, depresión, agotamiento psicofísico, hiperactividad; incluso favorece la aparición de actitudes agresivas.
Algo similar sucede en los llamados edificios enfermos, los aparatos de aire acondicionado se convierten en emisores artificiales del efecto Föehn, pues generan una gran cantidad de iones positivos y alteran el ambiente bioeléctrico interior, produciendo un aire cargado e irrespirable. Esta situación eléctrica se agrava en las zonas urbanas, pues tanto el asfalto como el hormigón son materiales dieléctricos que, como las ropas y calzados sintéticos, nos aíslan del suelo natural e impiden la descarga a tierra de la electricidad. La Domobiótica, como disciplina del hábitat, nos propone el uso del aparato ionizador-purificador de aire, que filtra el aire, elimina las partículas en suspensión y genera miles de iones negativos, recuperando el ambiente bioeléctrico natural, lo que produce una sensación de calma, relajamiento y frescor, y permite la normal capacidad respiratoria. Muchos siglos antes el hombre había percibido iguales trastornos y hubo de recomendar soluciones como las que coincidentemente con el Feng Shui, ya se habían formulado.
De la llamada “casa domobiótica”, se dice estar exenta de materiales dieléctricos, contar con el aire filtrado y correctamente ionizado, por lo que crea un ambiente bioeléctrico sano que nos permite controlar el cambio climático, al menos en el interior de nuestras casas y lugares de trabajo, hasta cierto punto. Es simplemente un lugar que se acercaría al ideal de disponer de un entorno equilibrado. Por supuesto, hay otros efectos beneficiosos cuando otros tipos de fuente natural provocan un aumento de iones negativos, como son los provenientes de la pulverización del agua durante las lluvias fuertes, en las cascadas y en el flujo y reflujo del mar cuando esta muy agitado.

Sin embargo, es necesario detenernos un poco más en cuanto a cómo perjudican la salud los cambios en el aire.

28- Aire dañino o perjudicial para la salud humana.
Existen en el mundo, perfectamente identificados, ciertos vientos que provocan desarreglos en la composición iónica de la atmósfera de las zonas por donde soplan. Una atmósfera cargada, como la que nos agobia antes de una tormenta, nos hace sentirnos inquietos, con ahogos, muy desasosegados y potencialmente agresivos. Aquí me refiero al estrés electromagnético o electroestrés, causado por la gran carga eléctrica del aire saturado de iones positivos. Después de los nublados sobreviene la compensación, gracias al efecto benéfico de la lluvia los iones negativos (iones “felices”) descargan y refrescan la atmósfera, permitiendo el relax y el descanso profundo.
Tales vientos proceden normalmente de zonas cálidas y secas, transportando una alta dosis de iones positivos. Dichas cargas eléctricas no son neutralizadas por la tierra debido a la alta resistividad del aire, consecuencia de la falta de humedad.
Es aún mas perjudicial el aire envenenado de las grandes ciudades,
en los campos de baja frecuencia hay que abarcar y valorar por separado los componentes eléctricos y magnéticos. Entonces, hablamos de ondas electromagnéticas de alta frecuencia, llamadas abreviadamente ‘HF’. Entre las que se destacan están las que terminan aproximadamente en 300 Gigahertz, es decir, las llamadas microondas.
Se comprenderá, sin mucho esfuerzo, que la gran trama electromagnética artificial arrasa las delicadas energías naturales con la particularidad de que sus intensidades son miles de millones de veces más fuertes.
En este sentido, el “electrosmog” de altas frecuencias no sólo se limita a los emisores terrestres, incluye el cosmos, los satélites, que envían a cientos de miles de kilómetros de distancia incontables señales y frecuencias a cada rincón de la Tierra. Detengámonos a notar que en la vida diaria, muchos expertos en análisis de riesgo, están aconsejando sobre las dosis mínimas de exposición a campos electromagnéticos generados por las líneas de transporte de energía eléctrica, aparatos, dispositivos eléctricos y electrodomésticos.
En las investigaciones epidemiológicas que se están desarrollando todavía no se han alcanzado resultados concluyentes sobre la relación que existe entre la exposición durante tiempos significativos a los efectos de los campos electromagnéticos, ya que aún no se conocen del todo los mecanismos que conectan el “electrosmog” con las enfermedades que se le achacan.
¿Vale o no la pena de tomarlas en cuenta?
Los últimos estudios epidemiológicos realizados sobre amplias muestras de población señalan la existencia de indicios más que razonables de graves dolencias, confirmadas también por los análisis efectuados en investigaciones con animales de laboratorio y sobre tejidos celulares.
Hay otros dos factores principales en la contaminación atmosférica de las grandes ciudades: el polvo y las sustancias químicas.
Las sustancias químicas presentes en la atmósfera son de origen variado y algunas de acción altamente tóxica, como plomo, cobre, arsénico, etc., y las más abundantes son de origen gaseoso. La mayor parte de esta contaminación es debida a los gases expulsados por el tubo de escape de los vehículos.
De nuevo anotamos que pudiéramos requerir del auxilio de la ionización negativa que, a partir de un equipo, mejora la atmósfera de las habitaciones, precipitando la contaminación. De todas formas, no podremos desconocer de lo que están compuestos los objetos de uso cotidiano, porque descubriremos que estamos literalmente "invadidos" por materiales plásticos que emiten radiaciones. Algunas de ellos, a veces, con la luz apagada, es posible verlos emitiendo chispas.
La propia Acupuntura, para varios tratadistas, maneja la energía canalizando las corrientes eléctricas naturales del organismo, pero es el caso, pocas veces
pensamos que en gran parte el problema sea la contaminación iónica que nos rodea. Dentro de la vida citadina el aire acondicionado es un sujeto destacable. ¿Porqué tantas personas sienten que el aire acondicionado les da pesadez, somnolencia, falta de energía, escasa concentración en el trabajo y a veces dolor de cabeza?
Porque este artefacto ha contaminado la atmósfera respirable con un exceso de iones positivos, es decir, de cargas estáticas, provenientes de los frotamientos del aire contra las paredes de las tuberías de distribución.
Hay otra serie de contaminantes, como los tubos fluorescentes, que, si bien iluminan con bajo consumo de energía, son una fuente maligna de ionización positiva, igual que la pantalla de la televisión. Esto origina en el aire de la habitación una excesiva carga estática de iones positivos. El grado de disminución, por término medio, de iones negativos es alarmante.
Por consiguiente, se puede resumir que la calidad deficiente del aire es una de las causas frecuentes del Síndrome del Edificio Enfermo (SEE). Influyan o no los cambios de la calidad del viento que los empuja en el exterior, se presentan con frecuencia en los espacios interiores y muy electrificados.
La acción consciente que podemos emprender para superar esos problemas se consigue con múltiples reajustes, pues el equilibrio del ambiente bioeléctrico puede encontrarse al alcance de la mano de las personas, independientemente de que muchas compañías comerciales tengan ya a la venta el uso de ionizadores, homologados y de calidad, que aseguran una alta tasa de ionización negativa (10.000-50.000 iones/cm3) y que estén exentos de ozono (menos de 0,001 ppm de O3).
A nuestro lado siempre tendremos algo que hacer a favor de la acción biológica benéfica de los iones negativos, llamados las vitaminas del aire. Sus beneficios han sido demostrados por múltiples investigaciones científicas en biometeorología. Los médicos debieran insistir mas, junto con los expertos en climatización, en que un ambiente eléctrico equilibrado es un factor de relax, salud y confort ambiental.
Un punto aparte merece el término relativamente nuevo del que algunos autores llaman meteoropatías. Con este término quieren señalar las alteraciones que las caracterizan sobre los seres humanos, como la modificación de la resistencia eléctrica de la piel, la incidencia en el ritmo cerebral y cardíaco, así como influir en el cambio del metabolismo e incluso alterar la polaridad de la membrana celular.

De nuevo el macro fenómeno nos sustrae la imaginación, si decimos que literalmente la ionosfera queda así "comprimida" hacia la tierra y se establece como una acción reciproca entre la cara interior de la ionosfera (descarga positiva) y la tierra (de carga negativa) que hace que cerca de la superficie de la tierra, es decir, en la atmósfera, aumente la cantidad de iones positivos, o lo que es lo mismo, disminuya la cantidad de iones negativos . Sabemos que los iones positivos elevan la producción de serotonina en nuestro organismo, la "hormona del estrés". Si el equilibrio eléctrico de la atmósfera es inestable y varía constantemente con la actividad meteorológica, las tormentas y los vientos dominantes modifican constantemente el equilibrio iónico y esos sutiles factores microambientales nos afectan en el ámbito fisiológico y psicológico. El doctor Albert Krueger, patólogo y bacteriólogo de la Universidad de Berkeley, California, después de investigar con plantas y animales, llegó a la conclusión de que los iones positivos afectan la química de todos los organismos vivos y que los iones negativos tienen los mismos efectos tranquilizadores y de reducción de la serotonina, pero sin las consecuencias perjudiciales de los tranquilizantes químicos.
También se ha comentado la influencia de la Luna sobre la fecha de los partos, tratamiento contra parásitos y menstruación, entre otros; lo que denota que ello podría también estar relacionado con las variaciones de la ionización atmosférica aportada por el influjo de la Luna.
La experimentación con plantas y animales en una atmósfera sin electricidad estática demostraron que la electricidad estática es necesaria para la vida, ya que las plantas no se desarrollaban y algunos animales murieron al cabo de poco tiempo.
El doctor Félix Gad Sulman, jefe del Departamento de Farmacología Aplicada de la Universidad Hebrea de Jerusalén, dijo: "Aunque el exceso de iones positivos en el aire afecta a todas las personas, hay una cuarta parte de la humanidad que es extraordinariamente sensible a su influencia, afectando sobre todo a los sistemas respiratorio, nervioso y hormonal".
Científicos de la Universidad de California plantaron cebada, avena, lechuga y guisantes en una atmósfera de muy reducida ionización y descubrieron que la velocidad de crecimiento se reducía y las plantas enfermaban. En Rusia, criaron pequeños animales (ratones, ratas, cerdos, conejos) en una atmósfera sin iones (sin electricidad estática). El Doctor Felix Sulman, de la Universidad de Jerusalén, realizó un experimento con iones sobre personas "normales" de diferentes edades. Durante el mismo periodo de tiempo, pero con una atmósfera en la que predominaban los iones negativos, mostró un patrón de ondas cerebrales que indicaban un incremento de concentración y relajación. Llama la atención que los medios masivos de comunicación no guardan concierto en el acuerdo de cómo divulgar los efectos perjudiciales para la salud. Un efecto biológico puede o no producir un efecto perjudicial para la salud. (Véanse las directrices de la Comisión Internacional de Protección contra la Radiación No ionizante, ICNIRP), pero el que ocasiona una disfunción detectable de la salud de las personas expuestas o de sus descendientes no debiera limitarse a solo la referencia a cortos periodos de tiempo, porque las influencias casi imperceptibles son acumulables al cabo de los años. El ejemplo que sigue a continuación bien puede corroborar esta situación.
29 – Algo más sobre la atmósfera.
El campo electroatmosférico natural tiene ritmo propio y vibra con una frecuencia fundamental, llamada Onda de Schumann, de 7,8 Hz. Esta onda o resonancia Shuman es un referente bioarmónico, con un efecto equilibrador de muchos procesos biológicos. Estas ondas resonantes vibran en la misma frecuencia que las ondas cerebrales de los seres humanos y animales mamíferos. Nuestro hipotálamo se vincula con esas radiaciones normalmente, solo que ya se despierta la preocupación de exhibir rangos de 12 Hz, lo cual hace pensar que nos puede estar afectando ese incremento. Aquí se encuentra otro ejemplo de materiales que afectan la calidad de vida, por el empleo de estructuras de acero que inciden en el campo magnético, a semejanza de una Jaula de Faraday .
Los materiales artificiales tienen amplias disposiciones de uso en el mundo, pero suelen olvidarse a la hora de su empleo por razones de diversa índole.
30- La Bioelectrografía

La luz de baja intensidad que proviene de las células es un fenómeno universal

constatado por la Biofísica en laboratorios de investigaciones. Es la observación por

medio de aparatos de la luminiscencia que surge de un objeto estudiado al colocarlo

en un campo electromagnético de alta frecuencia., lo que permite realizar fotografías

digitales del campo electromagnético de una persona o de un objeto y enviar la

imagen a una computadora, donde es vista en tiempo real y procesado por un

software. Esta cámara, llamada Kirlan, actualmente tiene un modelo GDV (GAS

Discharge Visualization) que ha sido desarrollada por el físico ruso Konstantin

Korotkov, quien es presidente de la Unión Internacional de Biolectrografia Médica y

Aplicada. Como se pudiera apreciar –y constatar-, el campo energético, también

llamado “sutil”, ahora es visible y fotografiable con el método Kirlan.

De lo que se puede ir deduciendo determinados estados asociados de la condición de

la salud o la enfermedad que proyecta un individuo de acuerdo a su luminosidad,

color, auras y forma –del ahí lo luminoso que rodea a los cuerpos. Pudiéramos decir

que es otra de las características distintivas del individuo y su estado físico. Además

de visualmente, otros instrumentos de medición pueden probar la existencia del

fenómeno por medios térmicos y con electroscopios, por medio de medidores Geiger-

Muller. Semejante descubrimiento puede ayudarnos a comprender mejor la

naturaleza de los fenómenos, puede revelarnos algunos de ellos en el mismo

momento en que se están produciendo y constatar las reacciones a procederes

terapéuticos. Este curioso fenómeno ha desatado intensas controversias en los

ámbitos científicos de todo el mundo, especialmente en tres campos: El Físico, el

Médico, y el Parapsicológico.
En lo que respecta al campo Médico, se han llegado a obtener descubrimientos
realmente importantes, suponiendo que el Cuerpo Bioplástico reflejase el estado de
salud del sujeto. En el campo de la Parapsicología se podrán esperar descubrimientos
de una gran envergadura, especialmente lo que se refiere a un mejor conocimiento de
los fenómenos paranormales, las influencias de la zonas geopatógenas en las
conductas de los animales que, como señalé, pueden aportar nuevos medios y
métodos de estudio a disciplinas como el Behaviorismo y la Sociobiología, sin
descontar las repercusión que tendrá para la Antropología de la Salud, la
Arqueología, la Arquitectura y la Nutrición.


31- Vibraciones a “escala mayor”: los Biorritmos y la Cronobiología.

Hay cierta idea de que los relojes biológicos parecen contradecir nuestras ideas
acerca de la "libre voluntad " y sugieren que más aspectos de nuestro comportamiento
están determinados que a los que estamos acostumbrados, lo cual sugiere ciertas
predisposiciones, además de la falta de divulgación científica de cómo actúan.

Las frecuencias, ciclos, ondas, oscilaciones, modulaciones o ritmos todos
bien pudieran considerárseles formando parte de una escala de orquestación mayor: los biorritmos o ritmos biológicos y los sociales. Como fenómeno descubierto desde la antigüedad, tuvo muchas formas de llamarse, aunque más recientemente la disciplina que los estudia se conoce con el nombre de Cronobiología. Uno de los postulados de esta disciplina indica la importancia de que todo lo que puede medirse y dosificarse en un organismo vivo esta sometido a variaciones periódicas previsibles. A nivel del organismo como un todo se ubica la persona en armonía o no con el horario de actividades sociales, las horas de comida y el resto de las relaciones sociales que pueden desembocar en fatiga, sueño, hambre, alergia, placer, tristeza, inquietud o stress, o cuántas veces vamos al baño a defecar, tomamos agua en el día o nos reímos. Ya en el ámbito de los órganos internos, los desfases pueden continuar hasta hablar de términos de ciclos o desincronización, localizados al nivel de órganos y células. La explicación consiste en que la glándula Pineal de cierta forma conecta el cuerpo orgánico con las energías exteriores, porque cuando la luz cambia, el sistema endocrino cambia sus funciones. Estro se explica en parte porque
la luz tiene carácter electromagnético y carácter corpuscular y la parte electromagnética estimula la glándula Pineal. De día hay una concentración de la hormona que produce y de noche otra, por lo tanto, también otra afectación de los campos magnéticos que detecta nuestro organismo viene dado por las variaciones a las que sometemos forzosamente nuestro organismo como un simple cambio de horarios, o hábitos de vida nocturna prolongados. La luz y la oscuridad se relacionan
con los ritmos circardianos. Por deducción, someter a un individuo a perturbaciones electromagnéticas, es parecido a los cambios que la luz le puede producir. En ambos casos se afecta la producción de la hormona Melatonina y su nivel en sangre. Si ella disminuye, las consecuencias hacia un estado morboso o de desequilibrio no se hacen esperar, con manifestación de cefalea, migrañas o insomnio. Después de los primeros tres meses de afectación, la Melatonina alterada puede seguir afectando a otras glándulas, incluyendo al sistema inmunológico. Aquí aparece vinculada la noción de
reloj interno que regulan los diversos sistemas fisiológicos. El ciclo vigilia-sueño es quien resulta más conocido por todos, pero es fácil comprender que los médicos tienen que tomar en cuenta otros muchos ciclos, como los horarios o frecuencia de ir a defecar, que deben ser diarios –y de forma ideal, mas de una vez al día-, los horarios de comida, descanso, trabajo, la respiración, el ritmo cardiaco, el sueño y la
vigilia, la menstruación en la mujer, etc. entre otros muchos. ¿Y por qué no?, las alteraciones de frecuencias provenientes del entorno en forma de iones, radiaciones, rayos cósmicos de todo tipo nos alteran como hemos venido indicando. Precisamente a la Biorritmología se le tildó de ser una pseudociencia, porque una parte de la literatura antigua la vinculaba a las fases de los astros. Ya apuntábamos que la Luna y Sol ejercían diferentes consecuencias sobre la Tierra y todos los seres vivientes. Entonces ¿por qué no el resto de los astros también? Esto explica en parte la razón de ser de algunos estudios de Astrología, lo que no quiere decir que se tengan que compartir todas sus conclusiones y recomendaciones. Lo cierto es que también se puede entender como un ciclo periódico el de fenómenos fisiológicos que en las personas puede traducirse en sentimientos, actitudes o estados de ánimo repetidos cada cierto tiempo. De ahí que a una escala mayor podamos verificar que los mismos fenómenos se repiten en formas de vibraciones, frecuencias y ciclos de vida que son
portadores de un mismo elemento de cambio, alteraciones y por tanto de equilibrio; igual que otras tantas nociones de actividad física. Los ritmos biológicos no constituyen un fenómeno casual ni un seguimiento pasivo de las condiciones ambientales, sino que forman parte de una adaptación al entorno. En parte se sustenta entonces la idea de que la persistencia de ritmos biológicos en condiciones ambientales constantes, esto es, de ritmos endógenos, verifican la presencia de un reloj endógeno interno o marcapasos que controla la periodicidad de ciertas variables.
La comprensión de estos fenómenos, la influencia del biorritmo en los ciclos energéticos del cuerpo humano y su aplicación constituyen sin lugar a dudas una útil herramienta que nos convierte en mejores terapeutas energéticos en el momento de interpretar el proceso salud-enfermedad. La naturaleza y todo lo que ella comprende: clima, estaciones, reproducción de los animales, cosechas, etc., se rigen por ciclos biológicos o ritmos. Estos ciclos han existido desde el principio de la vida en el planeta, se encuentran documentados histórica y estadísticamente hasta el punto de poderlos encontrar en la naturaleza humanan, siguiendo una variedad de ritmos que realizan ciclos a diferentes frecuencias. Otros biorritmos parecen más sofisticados, como los que afectan nuestro comportamiento en distintas maneras; en el caso de los humanos, aunque se ha comprobado estadísticamente que la energía física se comporta cíclicamente en periodos, otros hablan de la emocional y hasta intelectual divididos por fases. De nuevo la energía aparece en el escenario, en forma de cambios consistentes, repetitivos que obedecen a un orden mayor. En un principio se pensó que los animales sincronizaban su reloj mediante la visión: mayor luz de día y menor, obviamente, de noche. Pero posteriormente se comprobó que aislando individuos de las referencias diarias externas, el reloj biológico era capaz de mantenerse de manera bastante aproximada, al menos durante un mes. Ese es el que a veces dañamos. Hasta se llegó a hablar de cierto modo de cómo se trabaja sobre el tiempo a partir de sincronizadores que aparecen como señales periódicas del entorno, aunque no podamos afirmar que estos son quienes crean los ritmos. De todas formas, entonces, cobra interés la sospecha de que cada célula cuenta además con su reloj diario incorporado, algo que ha sido corroborado por investigaciones del Departamento de Biología Molecular de la Universidad de Ginebra (Suiza).
La coordinación de esos relojes, de todos los relojes que existen en las células de un organismo (por ejemplo, en los billones de células de que se compone un ser humano), se realiza principalmente por la referencia externa de la luz (calor), mediada por las hormonas, sustancias que son liberadas siguiendo un patrón rítmico aproximadamente diario. Esto permite, en cierto modo, ponerlos en hora y hacer que funcionen simultáneamente. Por esa vía, de forma instintiva, seguimos ritmos que obedecen tanto a la química segregada por nuestras hormonas, como a los avios de luz. Tales afirmaciones son esenciales para la Medicina. Por ejemplo, el diferenciar que la estructuración del tiempo natural y la imposición de un tiempo funcional al servicio de la economía, es uno de los síntomas más característicos del encubrimiento de la realidad y puede provocar desajustes insospechados en el individuo. Se trata, en parte, del alejamiento del medio natural de la sociedad tecnológica. No muy lejos queda entonces al cuestionamiento a nuestro concepto de distracción, confort, o con relación a lo que más nos beneficia. El cambio horario provoca una pérdida de calidad de vida, que no compensa el daño que causa a los seres vivos, sobre todo al ser humano. Los gastos farmacológicos por trastornos del sueño, ansiedad, enfermedades cardiovasculares y accidentes de circulación, junto a un gasto energético, queda evidenciado.
Aunque nos pueda parecer forzado acudir a la historia del problema, recordemos que la conceptualización del tiempo desde el origen de la civilización, apareció como un ente que domina los ciclos naturales (día y noche, fases de la luna, estaciones del año, actividad vegetativa, tiempo de floración, fruto y agotamiento de las plantas, etc.), y el tiempo de la experiencia individual, que comienza con el nacimiento y culmina en la muerte. Dos formas de experiencia diferentes, ya que una es cíclica, dominada por la idea del retorno y la otra es lineal e irreversible.
Esas asunciones de la realidad han hecho perpetuarse dos maneras de concebir el tiempo: el tiempo cíclico y el tiempo lineal. El ciclo lunar está asociado a las concepciones cíclicas del tiempo, mientras que el ciclo solar, más extenso, va unido a las organizaciones lineales. En el trasfondo quedan las costumbres, hábitos de vida como los horarios de alimentación, el descanso o las formas recreación, que para muchos poco o nada tiene que ver con la salud.
32-El concepto de Holograma

En 1971, Dennis Gabor recibió un premio Nobel por la formación del primer holograma. Era una fotografía captada sin objetivo en la que se registró un campo de onda de luz dispersa por un objeto, en forma de pauta de interferencia sobre una placa. Ocurre el fenómeno cuando se sitúa el holograma o registro fotográfico en un haz de láser o de luz coherente, la pauta de onda original se regenera para formar una imagen tridimensional. Cada pieza del holograma es una representación exacta del todo y reconstruirá la imagen completa.
En su forma más simple, el holograma se define como una fotografía tridimensional, obtenida mediante una técnica llamada holográfica que se apoya en el láser. Luego, el Holograma es una imagen tridimensional, registrada por medio de rayos láser sobre una emulsión sensible especial. La imagen aparece saliendo de sus límites, hacia fuera y/o hacia dentro de su marco, varía de perspectiva según sea la posición del espectador. A la tridimensionalidad de las imágenes del holograma, se le añade otra característica: la de reproducir desde una de sus partes el todo que la generó. Ejemplo, si una rosa es cortada por la mitad y luego iluminado por el rayo láser, se observará que cada mitad, contiene la imagen entera de la rosa. Esto apunta a comprender de una manera nueva los conceptos de organización y orden.
Entre sus numerosas aplicaciones artísticas, comerciales, industriales y publicitarias, se encuentran las médicas. Actualmente varios estudios científicos a los que hice alusión contienen de algún modo este principio, que demuestra que cada una de las células del cuerpo humano, cuenta con posibilidades holográficas y, por ende, la relación de los órganos que constituyen, tejidos, sistemas, regiones.

¿Por qué los lunares en la cara se repiten en otras partes del cuerpo? Esa razón fue quien inspiró al profesor vietnamita Bui Quoc Chau para indagar las correlaciones del holograma de la cara con en el resto del cuerpo: se preguntaba el porqué de las pecas en la cara se repetían en los órganos genitales del hombre o mujer; las cejas bien pobladas, en tener vellos púbicos abundantes o los pómulos rosados ser síntomas de actividad sexual intensa”
Ese principio es el que posibilita que podamos hacer distintos tipos de hallazgos diagnósticos al repetirse los mismos, signos y marcas, en todo nuestro organismo. El que nos guiemos por un conjunto determinado de ellos obedece a necesidades de organizar y sistematizar un servicio, no a su orden de importancia. Luego si una misma enfermedad se refleja por todo nuestro cuerpo; el hecho de que pueda adquirir una estructura que replique la disposición de nuestro organismo no es difícil de imaginar. Por el contrario, es muy útil contar con ese micro mapa que guardan una relación entre si, para conocer como unos a través de otro, se pueden apoyar mutuamente, además de confirmar la información que por accidente encontramos por primera vez.
Hagamos referencia al llamado Quantum Holográmico Biocibernético, que ya señalaba que la Biocibernética era una disciplina que, asociada al citado enfoque, viene a proponer un tipo de medicina de carácter universal, que concibe que los pacientes tienen que ser contemplados como un Todo Psicosomático y no como una serie de partes y enfermedades disociadas entre sí. Su basamento radica en la bioinformación analógica, que se describe como una técnica que cubre un amplio espectro terapéutico, la cual no es sólo efectiva como terapia correctiva, sino también como medicina profiláctica.

El principio en que se basa esta teoría, que cuenta con investigaciones y algunos resultados prácticos, si bien no es la única que incursiona en este tema de la bioinformación, sirve para reiterar la coincidencia de muchas de ellas, en cuanto a sostener que el átomo, al hallarse como estructura básica, tanto en el Cosmos, como en el cuerpo humano, prefigura un sistema cuántico que permite deducir el principio de que las partículas fundamentales de un átomo pueden ser encontradas al mismo tiempo en varios lugares y en número en diferentes entidades. Sus autores coinciden en afirmar que nuestro cuerpo obedece a ese principio, el cual está manifestado a través del fenómeno reflexológico. Mediante ese fenómeno nosotros podemos encontrar una información integra de nuestro soma y de algunas parte individuales de éste, como en el diagrama de la oreja, la dentadura, el iris, las manos y pies, la cara, la nariz, nuestros dedos o huesos, como la escápula. Es de suponer que en los órganos también, que son reflejados en nuestro exterior.
Las vibraciones de nuestro cuerpo, que lo envuelven en forma de aura magnética, son formas de ondas o pulsaciones que representa un holograma particular, que se da tanto dentro, como fuera del organismo. Como señala Maturana , quizás la epistemología es una explicación científica consistente en la proposición de un mecanismo generativo. Es decir una relación generativa entre dominios que muestra como el fenómeno de un dominio resulta una consecuencia de procesos que tienen su lugar en el otros dominio fenoménico.
La Terapia de Holograma es una de las aplicaciones directas, con resultados concretos probados. El ejemplo de la terapia Su Jok es uno de los más recientes en el mundo.
De nuevo volvemos al ejemplo de la necesidad de la explicación de cómo los átomos pueden hallarse simultáneamente en varios lugares, existiendo al mismo tiempo en varias entidades distintas. Se conoce que el organismo obedece a este principio que se manifiesta mediante el fenómeno reflexológico, donde en cada parte de nuestro cuerpo podremos encontrar toda la información del organismo. De esta forma, los órganos pueden relacionarse como una sola entidad y reconocerse entre sí. Esta información la encontramos igualmente en la radiación que el individuo emite hacia su exterior, proyectándola omnirradialmente a gran distancia; de esta manera
se relaciona con su vasto entorno, el Cosmos-Universo, fundiéndose en él.

33-Los fractales.


El fractal es un objeto irregular que tiene ciertas propiedades. Entre ellas se destaca la de “autosimilitud”, que consiste en estar formado por partes irregulares, que si son aumentadas de tamaño, se muestran prácticamente iguales a su todo y a su vez están formadas de partes más pequeñas con la misma propiedad, que se conoce como reiteración y así sucesivamente.
El concepto de fractal y la nueva geometría nacida de su empleo ha tenido impacto en las Matemáticas, la Mecánica de los fluidos y la Fisiología, entre otras áreas. Tiene su base en las Matemáticas no lineales. La salud es un sistema hipercomplejo, que no tiene caracteres regulares y cumple con la propiedad de la autosimilitud, porque la salud del individuo está compuesta por la salud de sus sistemas, éstos por las de los órganos que la forman, la de cada órgano por las de sus células y así hasta llegar a las moléculas.
Conceptos como la Amplificación de Fluctuaciones, Conectividad, Correlación, Emergencia, Flujicidad, o Resonancia, pudieran ser empleados por quienes establecen la necesidad de las alternativas médicas de una u otra tendencia o escuela médica, como también del campo alopático.
Precisamente las contradicciones y deficiencias que apuntamos aquí, debieran constituir parte del foco de estimulación por retomar la fundamentación de las "alternativas metodológicas", pues éstas pudieran aportar a la Teoría de la Complejidad sus variedades epistemológicas.
Todo esto lo afirma por mas que pareciera algo extraño el que insista retomar ciertos métodos terapéuticos como estímulos a debates actuales que hoy consideran, algunos, postergados, debido a que provienen de tradiciones ya "superadas" por el proceso civilizatorio.
Philip Mirowski (1990) observa cómo la Teoría del Caos y la Geometría Fractal las fue desarrollando inicialmente Mandelbrot, al intentar pensar sobre ciertos problemas económicos. La evolución de la Matemática del Caos en Termodinámica había desarrollado una teoría tan restrictiva (número fijo de grados de libertad en el espacio de fases, condiciones limitadas de los sistemas disipativos, etc.), que resulta inaplicable a los fenómenos aleatorios.
34-Las Medicinas Alternativas y Complementarias e Integrativas.

Las llamadas medicinas alternativas y complementarias e integrativas son prácticas médicas que actualmente no están consideradas como parte integral de la Medicina convencional ortodoxa. La lista de estas prácticas médicas cambia constantemente, puesto que las que demuestran ser seguras y efectivas van siendo progresivamente aceptadas por la Medicina ortodoxa. Actualmente, las medicinas alternativas y complementarias se pueden agrupar en cinco grande categorías.

Los sistemas médicos alternativos se refieren a sistemas completos de teoría y práctica que han evolucionado independientemente y a menudo con anterioridad al enfoque biomédico ortodoxo. Algunos son sistemas de Medicina tradicional que son practicados por culturas individuales por todo el mundo, entre las que se incluyen las venerables medicinas de origen asiático. En general, los sistemas médicos alternativos se refieren a sistemas completos de teoría y práctica médicas, porque parten de una epistemología que muestra una Medicina distinta.

La Medicina alternativa que plantea una salida, excluyendo o no el modelo actual biomédico, a menudo ve su sistema evolucionar de manera separada ante el enfoque médico convencional utilizado en los algunos países, como los Estados Unidos. Ejemplos de sistemas médicos alternativos que se han desarrollado en culturas Occidentales incluyen la Homeopatía y la Naturopatía. La Medicina alternativa se utiliza en lugar de la medicina convencional. Un ejemplo de una terapia alternativa es el empleo de una dieta especial para el tratamiento del cáncer, en lugar de la cirugía, la radiación o la quimioterapia recomendados por un médico convencional.
La Medicina Complementaria se brinda a partir de la aceptación de ciertos principios de racionalidad que se deben compartir. Es decir, se utiliza conjuntamente con la Medicina convencional. Un ejemplo de terapia complementaria es el uso de aromaterapia para ayudar a mitigar la falta de comodidad del paciente después de la cirugía Es preciso diferenciar entonces la Medina Integrativa como “un
enfoque de la práctica de la Medicina que hace uso de las mejores evidencias disponibles, tomando en cuenta a las personas como un todo –cuerpo, mente y espíritu- y hace uso de la rica diversidad de sistemas terapéuticos, incorporando ambos enfoques, alternativos y convencionales.
35. El cambio de mentalidad y la Calidad de Vida.

Hay varias vías de resumir los objetivos por los cuales trabajan numerosos intelectuales en nuestro país y el mejoramiento de la calidad de vida. Dicho así, parece parte de una estrategia general de cada Estado. Sólo que en el caso de la medicina por su naturaleza nuclear o de referencia, este concepto objetivo básico se esta concretando en correspondencia con un nuevo saber médico emergente que comienza a desplazar el modelo de la racionalidad dominante hacia un haz de matrices de racionalidad en la diferenciación de las medicinas; que vinculan a las diferentes culturas con la naturaleza y sus tradiciones, con su naturaleza como individuo y sociedad. El nuevo saber médico emergente, como hemos ido ejemplificando, se va entretejiendo en una trama compleja de conocimientos, pensamientos, cosmovisiones y formaciones discursivas que desborda el campo del logos científico médico contemporáneo. Esto es lo que a veces irrumpe por intermedio de conceptos aparentemente claros para todos. Es cierto que en cuanto a tomar como referencia los estudios de calidad de vida aplicados a la Salud, los mismos constituyen una de las direcciones más prometedoras para integrar las investigaciones y experiencias aportadas por las diferentes disciplinas, pero del queda mucho por reflexionar.
El concepto como tal, comenzó a figurar como la preocupación por la evaluación sistemática y científica del mismo en la década de los 60 hasta convertirse hoy en un concepto utilizado en ámbitos muy diversos, como son la salud, la salud mental, la educación, la economía, la política y el mundo de los servicios en general; es obligado reconocerle que referido a la Salud es limitado. La calidad de vida como concepto es genérico y comprende los problemas existenciales de los individuos. Muchos autores recuerdan que la expresión “calidad de vida” emergió en los debates públicos sobre el entorno y el deterioro de las condiciones de vida urbana y así de esa tradición, desde los años 50 del pasado siglo y a comienzos de los 60 fue apareciendo un creciente interés por conocer mejor en qué se basa el bienestar humano, dado que, a la par, surgía la preocupación por las consecuencias de la industrialización de la sociedad.
De tal manera, la necesidad de medir esta realidad por medio de datos objetivos, fue pasando a formar parte de consenso de las Naciones Unidas, con lo cual desde las Ciencias Sociales se inicia el desarrollo de los indicadores sociales estadísticos que permiten medir datos y hechos vinculados al bienestar social de una población. Estos indicadores tuvieron su propia evolución, siendo en un primer momento referencia de las condiciones objetivas, de tipo económico y social, para en un segundo momento contemplar elementos subjetivos. Hoy día es compartido por muchos que la calidad de vida tiene connotaciones éticas, lo cual se manifiesta como un valor y un motivo priorizado para sentir, pensar y actuar. Era lógico que el continuo desarrollo de esos estudios trajo como consecuencia su perfeccionamiento, donde mucho contribuyó la interpretación obligada a que conllevaron los indicadores sociales. Por eso ya para mediados de los 70 y comienzos de los 80, provocará el proceso de diferenciación entre éstos y la calidad de vida. Desde entonces, la expresión comienza a definirse como concepto integrador que comprende todas las áreas de la vida con carácter multidimensional y hace referencia, tanto a condiciones objetivas, como a componentes subjetivos.
A principios de este siglo ya se habla de un concepto y principio para la mejora de una sociedad como la nuestra, sometida a transformaciones sociales, políticas, tecnológicas y económicas. Sin embargo, aquí cabe destacar que una utilidad adicional del término en el ámbito internacional se consolida. Aquélla que concibe los servicios humanos inmersos en la búsqueda de la calidad de vida a partir de la planificación centrada en la persona y la adopción de un modelo de apoyos y de técnicas de mejora de la calidad. Por supuesto que en este sentido, el concepto puede ser utilizado para una serie de propósitos, incluyendo la evaluación de las necesidades
de las personas y sus niveles de satisfacción, la evaluación de los resultados de los programas y servicios humanos, la dirección y guía en la provisión de estos servicios y la formulación de políticas nacionales e internacionales dirigidas a la población general y a otras más específicas, como la población con discapacidad. Por el lado de las ciencias médicas, al haberse alcanzado la posibilidad de prolongar notablemente la vida, trajo aparejado un incremento importante de las enfermedades crónicas, lo que en un primer momento ha llevado a poner especial acento en un término nuevo:
calidad de vida relacionada con la salud. Pero ello, pronto pasó a otros ámbitos, al referirse a la percepción que tiene el paciente de los efectos de una enfermedad determinada o de la aplicación de cierto tratamiento en diversos ámbitos de su vida, especialmente de las consecuencias que provoca sobre su bienestar físico, emocional y social. Los estudios epidemiológicos están siendo ampliados por nuevas valoraciones de los resultados de las intervenciones, comparando unas con otras, y en esta línea, la meta de la atención en salud se está orientando, no sólo a la eliminación de la enfermedad, sino fundamentalmente a la mejora de la calidad de vida del paciente.

Ahora se nos amplifican las exigencias interdisciplinarias y multidisciplinarias por integrar estudios capaces de aquilatar las demandas que plantean un mejoramiento de la calidad de vida de la población cubana. El problema mayor consistirá en el cambio de mentalidad que demanda tal propósito, toda vez que se hace evidente que
aún existen muchas incomprensiones y desconocimientos de todos tipos. En primer lugar, del estado del conocimiento contemporáneo de las Ciencias físicas, antropológicas, sociológicas y filosóficas sobre los cambios de perspectiva que ofrece la sociedad para este milenio. Todas requieren de una nueva mentalidad acerca de cómo concebir cosas tales como el mismo proceso salud-enfermedad.
Breton, uno de los padres de la Criminalística, señalaba que “solo se puede ver lo que se observa y observar lo que previamente se tenia en mente” Luego, la enfermedad no es un fenómeno que se autodefina, sino una categoría analítica cambiante, que identificamos según la técnicas en uso y la mentalidad con nos representamos la lógica del hombre. Es el análisis el que identifica –y quien lo hace según determinados principios de racionalidad- su contenido, no las prescripciones de un solo facultativo. Es, además, la representación del ser humano como lo asumimos en su lógica natural o antropológica. No existen tales cosas como datos, signos o síntomas inequívocos que constituyen la enfermedad. Otro tanto ocurre con la salud que deseamos como uno de los indicadores de la calidad de vida.
Habrá que preguntarnos si la salud es un estado objetivo que puede descubrirse y definirse universalmente con independencia de los juicios de valor o acaso, si ella es más bien una construcción histórico-cultural que se elabora y califica según los valores culturales y las normas sociales, sobre lo que exigirá una permanente interrogación por la lógica sospecha que abre siempre toda indagación humana.
Lo que llama la atención es que una gran parte de los debates que hacen referencia a la calidad de vida se centran o bien en el campo de las ciencias y la tecnología o en el ético o la bioética. Ninguno por si solo podría definir por si solo el futuro de la Medicina actual.




Dr.C Antonio Armas Vázquez

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